-Amaral... Tienes que saber que precisamente Nina lleva dos días rarísima, pasa mucho tiempo en la calle y eso... -Me robó mis gafas y se las puso ella en la cabeza. -Puede que estén juntos.

Un silencio de no sé cuánto tiempo se apoderó del ambiente.

-¿Tú crees? -La miré esperanzada, quería que me dijera que no y que todo era paranoias mías. Pero Lexi fue sincera, justo como yo le había pedido que fuera.

-Lo creo... Y estoy un 99% segura. Es de lógica.

Después de aquellas palabras nos quedamos calladas. Ya no teníamos mucho que decir. Ambas mirábamos a través del cristal, esperando a que Yon saliese del trabajo para ver a dónde se dirigía después. Conforme el momento se acercaba me iba poniendo más nerviosa.

Hasta que por fin lo vimos salir. Estaba muy guapo, tanto que me dejaba la boca seca. Llevaba un traje de chaqueta gris marengo con una camisa blanca, sin corbata, y llevaba el pelo hacia atrás, ligeramente desordenado.

Miró el reloj y comenzó a caminar. Nosotras esperamos un momento a que él se adelantara para que no nos viera.

Caminamos por bastante tiempo. Se detuvo en varios lugares que no tuvieron mucha importancia. Se paraba a mirar algunos escaparates incluso. Parecía que estaba haciendo tiempo. Lo que me llevaba a pensar que había quedado con alguien.

Comenzó a caminar de nuevo, hacia el centro de la ciudad esta vez. Nosotras manteníamos una distancia prudente para no ser descubiertas.

Entonces entró en una bonita cafetería, hecha con madera y metal, muy bonita y acogedora. Se acomodó en una mesa que estaba pegada al ventanal y esperó. La camarera le preguntó si quería algo para tomar, pero él se negó. Lexi y yo nos mantuvimos fuera del local, esperando.

Su mirada permanecía en la mesa de madera dónde tenía sus manos enlazadas. Pero algo llamó su atención y miró hacia el frente. Mis ojos se agrandaron. ¿A caso no era obvio? Ni si quiera sé porque no lo imaginé antes.

Nina se sentó frente a él, pero antes le dio dos besos en la mejilla. Se miraron durante un rato sin decir nada. Y ella fue la que comenzó a hablar, no sé que estaban diciendo. Parecían mantener una charla muy normal. Pero conforme la conversación avanzaba vi que la cara de Nina cambiaba, pasó a tener una mirada melancólica y amorosa. Pude leer de sus labios un ''te echo de menos''.

Mis piernas temblaron, todo mi cuerpo lo hizo en realidad. Mientras observaba toda la escena a mí alrededor un huracán de emociones se apoderó de mí.

Yon tenía cara de póker, no sabía que sentimientos pasaban por él en ese momento. Pero mantenía una de sus manos sobre la mesa cerrada en un puño. Nina movió su mano y la puso sobre la de él. Me tensé inmediatamente. Escuché que Lexi me decía algo sobre relajarme o respirar, pero no la oí bien. Tenía todos mis sentidos sobre aquellos dos.

Nina movió su otra mano con intención de tocar su cara... Pero yo no soy una de esas chicas que salen corriendo a llorar, ni que dejan de luchar...

[Yon]

Aquella mañana me levanté con un gran dolor de cabeza, muy posiblemente provocado por lo terrible persona que soy y por los remordimientos. Había hablado fatal a Amaral y encima la había dejado plantada. Lo pasé aun peor cuando me di cuenta de que había una cesta con comida preparada en el coche. Seguramente ella lo preparó para los dos... Pero yo lo había echado a perder.

No me sentía yo desde que ella había llamado hacia unas noches atrás. De nuevo se proponía atormentarme. Nina había sido mi novia y una gran compañera, pero eso pasó hace años. Aún sigue buscándome, diciéndome que está enamorada como el primer día.

La chica del cabello de fuegoWhere stories live. Discover now