Capítulo 11:

2.1K 137 9
                                    

Traición. Una palabra que significa falta que se comete cuando quebrantas la fidelidad o lealtad que se ha guardado a otra persona. Cuando quebrantas esa fidelidad o lealtad, la otra persona acaba por dejar de creer en ti. Y si además esa persona es importante para ti, te costará confiar de nuevo en cualquier persona.

Me encontraba corriendo, sin aliento... Algunas lágrimas habían escapado, traidoras, de mis ojos. Con la confianza hecha pedazos. Porque una imagen vale más que mil palabras... ¿Cuándo pasó esto? Todo empezó esa mañana...

Me levanté más tarde de lo normal puesto que la noche anterior acabé rendida de tantas vueltas que le di a mi cabeza. Y me dormí en el sofá. Pero cuando busqué a Yon, él ya se había ido de la casa. ¿A dónde? Ni idea, pero pensaba averiguarlo.

Puede que piensen que estoy un poco paranoica o lo que sea, pero no me importa. Las mujeres tenemos ese sexto sentido que nos alerta cuando algo va mal. Y sí, me disponía a espiar a mi novio.

Después de darme una ducha rápida, amarré mi pelo en una cola, me vestí con unos vaqueros normales y una camiseta gris en la que ponía con letras negras ''Be Yourself'', y unos botines. También cogí unas gafas puesto que el día se presentaba muy soleado. Y salí de casa.

Esperé en una cafetería que había frente al edificio donde trabaja Yon, iba a esperarlo y vería donde va, lo seguiría y descubriría porqué tanto misterio. Mientras tanto tomaba un zumo de naranja y un muffin de arándano, pero el sonido de mi móvil me distrajo de la deliciosa tarea.

Lexi ya me había llamado varias veces, pero lo cierto es que no se lo había cogido. Estaba ocupada espiando a mi novio... Así que esta vez se lo cogí.

-¿Qué quieres, Ariana? -Ariana era el segundo nombre de Lexi, y ella odiaba que se la nombrara con él. Ya podía imaginármela frunciendo el ceño y arrugando la nariz. Ese simple hecho me hizo sonreír.

-Dios... No vuelvas a llamarme así, sabes que lo odio...

-Lo sé, por eso lo hago. -La escuché gruñir. -Bueno, ¿para qué me llamas no-mejor-amiga?

Soltó un suspiro. -Amaral, lo siento ¿vale? Entiendo que la he cagado, y mucho. Por ocultarte lo de Nina y por darte la espalda. Sé que me he equivocado... Estoy arrepentida de verdad...

Y yo sabía que decía la verdad, lo podía notar en su voz. Llevaba con ella desde siempre, y la conocía como si fuera mi hija. -Lo sé, Lex...

-¿Me perdonas...?

-... -Dejé que el silencio corriera, solo para darle emoción. Por supuesto que la perdonaría. Yo no servía para estar enfadada con los que quiero, y menos con mi amiga. -Por supuesto, tontita.

Escuché como suspiró de alivio al escuchar mi respuesta, por lo que se me escapó una risa.

-Bueno, ¿y se puede saber dónde andas metida, bichita?

-Pues... Estoy espiando a Yon.

-¿Y se puede saber porqué?

-Lleva dos días muy raro... Casi no pasa por casa, me contestó bastante feo la otra noche. Incluso me dejó plantada con el picnic sorpresa que le preparé... Él nunca ha sido así conmigo ¿entiendes? Siempre está... atento a mí.

La escuché hacer ruido. -¿Se puede saber que haces, Lexi? -Le pregunté.

-Terminando de vestirme para ir contigo. ¿Dónde estás?

Después de darle la dirección de la cafetería se presentó allí, y nos dimos un abrazo. Pero lo que menos quería oír era aquello que me dijo.

La chica del cabello de fuegoWhere stories live. Discover now