1.- Nueva en la clase

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Me mira fijamente a los ojos mientras se acerca y me acaricia la cara. Da un pequeño paso y me sonríe mostrando sus perfectos dientes blancos. Le sonrió de vuelta. Andy es guapo, uno de los más guapos del instituto, y casi hipnotiza cuando te mira con sus ojos negros, no digamos cuando sonríe.

Se acerca un poco y me da un beso simple en los labios, apenas un roce. Me pongo de puntillas para alargarlo unos segundos mas pero al final el se aparta. No puedo evitar la decepción, como novios es normal darnos algún beso pero desde hace año y medio Andy simplemente pasa de mi. De hecho, empezó a ser así poco después de empezar a salir.

Impaciente, Andy apoya una mano en mi mentón y lo levanta para que le mire.

-¿Me das un poco? - Me susurra con voz dulce. Suspiro y le mantengo la mirada. Sé que quiere dinero, y que lo quiere para porros.

Me prometió que lo dejaría, y aún sigue prometiéndomelo. Cada vez que le presiono me dice que son su única vía de escape, una manera de liberar tensiones porque su familia se está separando. No quiero que haga ninguna tontería así que siempre acabo cediendo. Aunque nunca imagine que me pediría mas tan pronto... Hago los cálculos, y decido que puedo darle un poco.

-Toma.- Digo dándoselo. El frunce el ceño mientras mira el billete de veinte, después me mira a mí.

-¿En serio? ¿Solo esto? Creía que me querías más. Gracias. - Dice antes de girarse y comenzar a hablar con sus amigos. Abro la boca pero la cierro rápidamente, una desagradable sensación empieza a recorrerme. No tendría que haberle dado nada... Siempre es igual con él. Suspiro. No quiero saber nada de sus amigos así que me doy la vuelta y me voy.

Tienen fama de ser unos borrachos violentos y aunque le he dicho a Andy que se aleje de ellos siempre me dice que él no se mete con mis amigos. Claro, como yo no tengo amigos no tiene que quejarse de nadie. Y aunque sea la rara del instituto por no tener amigos prefiero que sea así, no pienso dejar que lo que ocurrió suceda de nuevo.

Nada más salir del recinto escolar aprieto el asa de la mochila mientras mi cabeza no deja de dar vueltas. No me ha gustado como Andy ha despreciado el dinero que le he dado, ni el tono que tenía... Supongo que solo estaba enfadado.

Sigo dándole vueltas hasta que llego a casa. Hoy el jueves así que no tengo que ir a trabajar a Sammy's, una pequeña pastelería-heladería donde trabajo a medio tiempo. Si no fuera jueves, tendría que ir después de acabar la escuela. Pero no lo es, así que puedo relajarme y no hacer nada.

Abro la verja metálica verde oscuro de la entrada, tengo que empujar dos veces para que se abra porque está bastante oxidada. Piso las piedras que forman un camino hasta la puerta de casa para no pisar el césped y los dientes de león que están empezando a crecer.

La casa es un chalet adosado blanco, con una gran franja marrón que llega hasta el primer piso. En el segundo, se ve el balcón de mi habitación, los tiestos están llenos de unas petunias rosas impecables. La verdad es que las cuida mi madre, yo apenas salgo al balcón aunque está en mi cuarto. Y la jardinería no se me da especialmente bien...

Saco las llaves del bolsillo del pantalón y abro la puerta en busca de calor. La casa esta silenciosa, quizás no hay nadie. Frente a mi están las puertas correderas del salón, y a la izquierda la puerta de la cocina. En el recibidor hay un pequeño armario y un zapatero debajo del espejo. Giro a la derecha y empiezo a subir las escaleras.

-Ya estoy en casa.- Digo cuando ya estoy por la mitad. ¿En serio estoy sola? Oigo ruido arriba y después el pelo rubio oscuro y los ojos negros pero con motas azules de mi hermano mayor aparecen en la barandilla.

-Holaaaa.- Me saluda con una sonrisa.

-Hola Jayden. ¿Estás solo?- Hace un puchero cuando digo su nombre.

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora