Holly

21 0 0
                                    


Recuerdo estar jugando en el parque, cuando encontré a un niño pequeño, a quien nunca había visto jugar en el tobogán. Estuvimos hablando durante horas, hasta que se hizo de noche. Aquel día, me acompañaba mi abuela. En un banco, leía una revista, y cuando anunció que era la hora de irse, oí decir:

- ¿Cómo la has pasado?

- ¡Muy bien! Hoy he hecho un nuevo amigo, se llama Holly

Mi abuela sonrió. 

-¿Dónde estaba? - preguntó - .

- En el parque. 

- ¿En el parque? 

Se mostró confusa, no había nadie

- ¿Dónde estabas tu? - murmuró - .

- Había un niño de mi edad. - insistí yo - ¡Era muy simpático!

Mi abuela murmuró: - Tonterías de críos... - Y sin decir nada más llegamos a casa.

Cuando mi madre me preguntó que había hecho durante el día, cambié la historia, omitiendo que había conocido a Holly, porque sabía que los adultos no se lo tomarían enserio. Y mi amigo seguramente se sentiría ofendido. 

Al día siguiente, volví al parque, Holly seguía en el mismo lugar, debajo del tobogán, jugando con la arena.

- ¿Porque no tienes amigos? - le pregunté triste, al ver que había vuelto -.

Me parecía agradable, pero al mismo tiempo, algo extraño. Me recordó a mi.

- Tengo amigos, pero tu no los ves. - Me dijo -.

Quise conocer a sus amigos, pero me dijo que no podía ser. 

Cuando le pregunté porque, me dijo porque era que nadie podía conocer su existencia.

Con los días, fui entablando más confianza con mi amigo nuevo. Pero un día, se mostró triste, porque decía que estaba solo gran parte del día. Yo no lo entendía, pues me había dicho que tenía amigos. Al día siguiente, se mostró enfadado. Y me dijo, que si alguien sabía que lo conocía, pagaría por ello.


El amigo del parqueWhere stories live. Discover now