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El comienzo

Érase una vez, un hombre muy simpático que vivia en una aldea.
El hombre era alto, apuesto, y se ganaba la vida como panadero.
Todos los dias se levantada a las 6 de la mañana para ir a su pequeña tienda y hacer la misma rutina de siempre, encender el horno, abrir las dos ventanas del pequeño local cuadrado y ponerse a amasar el pan para que luego vinieran sus avituales clientes.
Todo era como otro cualquier día, todo era igual de monótono.
El reloj marcó las ocho en punto y sabia que dentro de unos cinco minutos vendría su primer cliente el Sr. Clinthon.
El Sr. Clinthon vivia enfrente de la tienda e iba todas las mañanas a comprar una barra de pan para desayunar con su mujer, eran una pareja de unos 50 años, no tenían hijos y tampoco podían, ya que la pobre mujer no era fértil.
En ese momento la campanita que estaba encima de la puerta sono y sabia que ya había llegado.
-Buenos días, querido amigo.
-Buenos días.
Le dijo el hombre con una sonrisa, mientras le entregaba su barra.
-Muchas gracias muchacho, a este paso ya me debes conocer muy bien.
Dijo el Sr.Clinthon mientras salia por la puerta con una sonora carcajada.
El hombre de la tienda no puedo evitar murmurar cuando Clinthon se fue lo pesado que le parecía aquel señor, en realidad no era que el señor fuera un pesado, simplemente era que el no soportaba a nadie pero le gustaba dar la apariencia de que no era así.

Wolf Where stories live. Discover now