NO TE HARE DAÑO; Sabaku no Gaara. ✓

Capítulo 38: Antiguos aliados.

Después de que un escolta de la Mizukage se colocara al lado de ella para desenmascaras al Hokage se armó un gran problema; en eso aparece alguien en forma de planta en medio de todos ellos.

—¡Hola! —exclamó alegre. Todos nosotros nos posicionamos al lado de nuestros Kages protegiéndolos. —¡Uchiha Sasuke ha logrado colarse! ¡Ahora, ¿dónde podrá estar escondido?!

—¿Sasuke? —murmuré a lo que Gaara me tomó de la mano. —No te preocupes, no haré nada. —le susurro tratando de calmarlo.

—¡Vamos todos a ir a buscar a Sasuke! ¡Si!

—¡¿Dónde esta Uchiha Sasuke?! —preguntaba el Raikage presionando el cuello del Akatsuki. —¡Respóndeme! ¡Si te niegas a responderme no tendré piedad!

—No me dejas otra elección. Te daré una pista, también...

El Raikage se deshizo del Akatsuki; destruyó la pared y comenzó a irse junto a sus dos escoltas en busca de Sasuke.

Inesperadamente sentí como alguien me miraba fijamente, era el Hokage.

—¿Por qué me mira de esa manera? —pregunté captando así la atención de las demás. —¿Tiene algo que decirme, Hokage-sama?

—He oído de ti. —decía cerrando su único ojo visible. —¿No habrás sido tú la que ha ideado todo esto?

—¿Eh?

—¿De que está hablando, Hokage-sama? —preguntaba seriamente Gaara. —¿Qué está insinuando?

—Sabemos que ella estuvo con Orochimaru y Sasuke. —decía sin mirarnos a lo que los otros dos Kages me miraron sorprendidos. —Puede que haya sido ella la que hizo que Sasuke se infiltrara.

—Lamento decirle que esta completamente equivocado. ____ no ha hecho nada de eso.

—¿Cómo está tan seguro, Kazekage-sama?

—El que yo me haya ido de la aldea de la Arena no fue por decisión propia. —digo mirándolo fijamente captando así su atención. Él me miraba de una manera seria. —Orochimaru terminó raptándome hace tres años para asegurar mi vida me quedé en ese lugar, para así incrementar mi poder y así algún día terminar con él. —noté como los demás se sorprendían. —Aunque todo lo que había decidido se terminó el día en que secuestraron a Gaara; lo dejé todo por él.

—Eso es tan romántico. —habló la Mizukage.

—Es así como son las cosas, Hokage-sama. —habló esta vez Gaara. —No le permito que hablé de ____ como si fuera una traidora.

El Hokage no dijo ninguna palabra más simplemente se quedó ahí; noté como la Mizukage miraba a Gaara lo cual me molestó bastante.

—Entonces, Gaara. ¿Qué haremos ahora? —preguntó Temari. —Cooperamos con la misión de Konoha de rescatar a Uchiha Sasuke, pero ahora él decidió unirse a Akatsuki.

—Uchiha Sasuke...

Gaara dio un salto comenzando a irse por lo que nosotros corrimos detrás de él. En el camino íbamos escuchando gritos y varios golpes, por lo que la batalla debe de ser dura; una vez llegamos noté a Sasuke siendo protegido por algo y como el Raikage tenía llamas negras en su brazo, en eso él da un saltó e iba a darle una patada a Sasuke; pero antes de que eso sucediera Gaara lo protegió con su Arena.

Temari sacó su abanico para tratar de quitar las llamas negras de uno de los samuráis, pero no sucedió nada; a lo que Kankuro con sus hilos le quitó el traje.

—Así que esta es la llama que nunca se apaga. Amaterasu, ¿verdad?

—¡¿Por qué interfiere, Kazekage-sama?!

—Si continua y lanza otro ataque, la llama negra podría herirle. Además, deseo hablar con Uchiha Sasuke. —hablaba Gaara seriamente. El Raikage solo cortó su brazo de donde se encontraban las llamas diciendo que una vez la hemorragia terminara seguiría con la batalla. —Tus ojos aun son como eran en el pasado. Realizar la venganza que te motiva no resuelve nada; aprendí esa lección en persona, pero no es tarde para ti. Te has hundido tú mismo en un mundo donde estas solo, obsesionado con el odio. Ya no se te será posible regresar.

Gaara tenía razón, la mirada de Sasuke era otra. Su mirada ya no es como cuando me encontraba con él.

—¿Y si yo regreso? ¿Qué podría encontrar?

Temari y Kankuro le decían a Gaara que se detuviera que no habría nada que hiciera cambiar a Sasuke, que él no tenía futuro alguno.

—Tú y yo somos parecidos, Sasuke. Ambos caminamos a través de la oscuridad de este mundo; eso es el porque te debería de ser posible ver incluso un pequeño rayo de luz. En el pasado e incluso ahora.

—Yo cerré mis ojos hace tiempo. Mi objetico de existir es solamente la oscuridad.

Sasuke volvió a realizar las llamas negras las cuales se dirigían a Gaara; con mi arena lo protegí haciendo que Sasuke se sorprendiera.

—No tenía planeado pelear contigo, Sasuke. —digo seriamente. —Pero si osas hacerle daño a Gaara no dudaré en atacarte.

—Ya veo. Entonces me desharé de ti también. —decía con una sonrisa de malicia. Él seguía intentando lo mismo, pero le era inútil. —Estoy impresionado que puedas soportar mi Enton tan efectivamente.

—En el tiempo que no estuve has aprendido nuevas técnicas, siempre me sorprendes. —comienzo a dar un salto mientras con mi Arena formaba un pequeño animalito. —Esta será la quinta vez que nos enfrentemos, ¿verdad?

—Con la diferencia que uno de los dos terminará muerto.

—Me aseguraré de que en tu funeral haya tomates.

Comienzo a enviar el animalito que antes había hecho por los alrededores. Sasuke comienza a atacarme nuevamente con el Amaterasu, pero simplemente me protegía con mi Arena; tenía una ventaja y era el hecho de que él se encontraba cansado, y herido producto del Raikage.

Sasuke con sus dedos realiza una técnica que no había visto, atravesó mi arena e incluso me causo un leve corte en mi brazo derecho.

—Si solo sigues protegiéndote con la Arena no lograrás nada.

—Deberías de fijarte por donde caminas, Sasuke. —digo con una media sonrisa. Él se percató que debajo de sus pies había Arena y entonces dio un salto. —¡Muy tarde!

Realicé con mi Arena un mano atrapando así su pierna derecha.

—Maldita sea...

—¿Qué dices ahora, Sasuke?

De un movimiento volvió a realizar la misma técnica, pero esta vez en el aire haciendo que un pilar se destruyera; tuve que protegerme con mi Arena para no ser aplastada y al hacer eso tuve que soltarlo.

Sasuke comenzó a correr con rapidez, por lo que no sabía muy bien por donde vendría. Mientras él venía formé otro pequeño animalito y entonces sentí un golpe en mi estómago haciéndome escupir.

—Aun te falta para vencerme, ____.

—¿E-Eso crees? —pregunté formando una sonrisa. Sasuke aun mantenía su puño en mi estómago, él me miró sorprendido al ver que su puño se estaba rodeando de Arena. —No deberías subestimarme así, Sasuke.

—Tks...

Él formó una especia de monstruo gigante y al hacerlo cerca de mí me mando lejos e iba a chocar con un pilar, pero entonces Gaara me atrapó con su Arena y me atrajo hacía él.

—¿Te encuentras bien?

—Sí. Gracias.

—¡Darui, todos de la arena! ¡Retrocedan!

Sasuke había lanzado un ataque, pero ese ataque no era para nosotros, sino que era para los pilares. El techo comenzó a caerse en pedazos por lo que con Gaara utilizamos nuestra arena para proteger a todos los que nos encontrábamos ahí.

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