Adam me dio una mirada triste, —Lo siento, Fleur.

Di un paso atrás, —¿Lo sientes? ¿No vas a ayudarlo?

—Necesito que me escuches.

—Y lo haré pero no ahora, no cuando Pierce esta ahí dentro enfrentándose a Mason.

Adam tomó mi mano, —Pierce no esta en peligro.

Arrugué mis cejas, soltándome de su agarre, —¿De qué estas hablando?

Lo que dijo a continuación destruyó el mundo a mi alrededor, agrietando la esperanza que me había llenado hace unos minutos.

—Mason, Pierce y yo hicimos esto juntos.


Mason Stevens.

—Bonita arma.— susurré, sentándome en el sofá.

Pierce la bajó, poniéndola de vuelta en la funda en su cintura, —Es una Glock G43, edición especial.

Tomé la taza de palomitas, —Les encanta darles nuevos juguetes en las fuerzas especiales, ¿Eh?

Pierce se sentó en el sofá contrario, —¿Qué se supone que estabas haciendo cuando entré?

—¿Celoso?

Pierce bufó, —No.

—¿Entonces?

Él se encogió de hombros, —Curiosidad, además, prometiste no tocarla.

—Y no lo he hecho.— mentí, Pierce alzó una ceja, —Solo un poco, pero nada traumatizante, de hecho, estoy orgulloso de mi mismo, he sido un buen chico.

—Si esperas una medalla, vas a esperar un buen tiempo.

Eso me hizo reír un poco, —¿Cuándo vas a dejarme devolverte la paliza que me diste en el psiquiátrico?

—Te recuerdo que esa paliza fue la que te dejó en libertad.

—Tienes razón.— asentí, —Tu actuación de ese día estuvo de primera.

—Quería asegurarme que la cámara de seguridad lo captará todo, y que el estúpido guardia que estaba afuera escuchará por si lo interrogaban, aunque de nada sirvió porque lo mataste después.— el reproche en su tono era claro.

—¡Uuppps!— actué arrepentido.

Pierce suspiró, —¿Cómo esta ella?

—Estable, aunque después de hoy, supongo que estará inestable de nuevo por un buen tiempo, ¿Adam esta afuera con ella?

Pierce asintió, —Supuse que él sería él más indicado para decirselo.

Lo señalé, —O no tienes el valor de decírselo tu mismo porque sabes que va a odiarte.

—No me importa.

—Claro.— mastiqué mis palomitas, —¿La policía?

—Creen que cruzaron la frontera pero no quieren involucrar agencias internacionales, el caso ya se esta enfriando, a este paso lo cerraran pronto.

—Te dejaron ir más rápido de lo que anticipamos.

—Le dieron vacaciones temporales a todos los que trabajamos en el caso, fueron meses de trabajo encubierto.

—Bien.— tenía que preguntar, —¿Cómo esta la chica pelirroja?

—¿Dana?— Pierce alzó una ceja, —Se esta recuperando, la bala rozó un area de su cerebro pero estará bien. Nunca cometes errores al disparar, tu puntería es perfecta así que si esta viva es porque así lo quisiste, ¿Por qué?

Me encogí de hombros, —Es alguien importante para Fleur, creo que ha perdido suficiente.

—Te estas ablandando, Stevens.

Sonreí pero no dije nada.

—¿Qué le dirá Adam?

Pierce se pasó la mano por el cabello, —La verdad.— le di una mirada preocupada, —Bueno, casi toda la verdad.

—¿Por qué siento que quieres contarle todo?

Pierce sacudió su cabeza, —Estas equivocado.

—No quieres que ella te odie, puedo verlo claramente.— suspiré, —Te dije que jugar a tener una relación con ella tendría sus consecuencias.

—Estoy perfectamente bien.

No me gustaba ser subestimado, —¿Crees que puedes mentirme?

—No me importa lo que tu pienses.

—Pero te importa lo que ella piense.

Él no dijo nada.

Sentí la necesidad de tranquilizarlo, lo menos que quería era que perdiera el control y le dijera todo, esa era la mayor diferencia entre Pierce y yo, él podía llegar a ser muy impulsivo, —No te preocupes, ella nos odiará por un tiempo, pero luego pasará, se acostumbrará a esta vida y será nuestra, siempre a nuestro lado, ¿Eso es lo que quieres, verdad?

Él se quedó en silencio de nuevo.

—Ella no perderá esos sentimientos que tiene por tí, relájate, Pierce, tu humor me esta dando dolor de cabeza.

—No se porque sigues hablando, nada de eso me importa.

Claro...

Le ofrecí la taza, —¿Palomitas?

Me dio una mirada fría y yo volteé los ojos, que temperamento.

Adam entró, su expresión dolida me molestó, ¿Es qué a caso era yo el único que podía manejar esta situación objetivamente?

Pierce se levantó, —¿Qué pasó?

Adam meneó la cabeza, —Me golpeó y se fue corriendo.

Puse la taza de palomitas de vuelta en la mesa, —¿Y la dejaste?

Lo que sea que Fleur le dijo a Adam, lo dejó increíblemente dolido, él golpeó la pared con frustración, sangre bajando por sus nudillos, —¡Mierda!

Le di un vistazo a los idiotas frente a mi, —¿Alguien va a ir por ella?

Sin respuesta.

Me sacudí las manos, eliminando la sal de las palomitas de las mismas, y me puse de pie, —Siempre tengo que hacer el trabajo sucio.

Caminé a la puerta, la voz de Adam suplicante detrás de mí, —No le hagas daño.

Me reí, —No me digas que hacer.

¿De verdad acaba de decirme eso? Si quisiera hacerle daño, lo hubiera hecho hace mucho, la he tenido para mi solo todos estos días.

Salí de la casa, y a la distancia podía verla correr en el largo camino desolado. Si ella supiera cuanto disfrutaba cazarla y atraparla, no lo intentaría.

Sonreí como un tonto.

Hora de atraparte, princesa roja.

xx

Nota de la autora: ¡Doble actualización! Vayan al siguiente capitulo, lo se, soy la mejor, más les vale que hagan de estos dos capitulos los más votados!>>>>

Fleur: Mi desesperada decisión ✔️[Darks #0] ¡Ya en librerías!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora