Toma 5: Salvaje Kuric Miroska.

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Toma 5: Salvaje Kuric Miroska.

     Kuric ha saltado del helicóptero que lo ha llevado al lugar donde la presa ha aparecido, nuevamente es de día, una vez más se encuentra molesto por este hecho, se supone que los híbridos deben aparecer después de las doce de la noche, siempre ha sido así, ¿Por qué están cambiando su horario ahora? La gran mayoría aún sigue saliendo a esas horas, pero cada vez más aparecen en las calles interrumpiendo la vida de las personas, asustándolas, haciéndolas desconfiar de sus protectores. La gente huye y se esconde presas del pánico, el híbrido está destruyendo una casa.
     Su enemigo es grande, alcanzando una altura de cuatro metros, sus cuatro patas son sin duda felinas, el resto de su cuerpo es la de un oso con partes reptiles y gigantescas alas de águila. Kuric dispara durante su caída de más de catorce metros, y cuando está a pocos metros de llegar al suelo pega una voltereta y cae de pie, se agacha y evade una hedionda bola de veneno y heces que el híbrido ha disparado por su enorme boca de cocodrilo. Arruga la nariz, soporta el fuerte olor y mantiene una expresión calmada, profesional; avanza hacia una casa de cuatro pisos, corre por la pared, pega un salto y aterriza sobre su presa.
     El híbrido despega del suelo, se mueve fervientemente intentando sacudirse de encima a su enemigo, pero Kuric se mantiene estable gracias a que ha clavado su espada en su espalda. El híbrido comienza a volar de espaldas, se mueve aún más rápido y ni siquiera la fuerte espada del cazador logra mantenerse penetrada y Kuric cae, y en el aire el híbrido lo golpea con sus garras, no obstante, la ropa especial de cazador lo protege de una herida mortal, pero, aun así, Kuric cae de espaldas y emite un grito de dolor mientras su pecho se enrojece.
     El híbrido desciende y casi atrapa al cazador con sus garras, pero este rodó por el suelo, se puso de pie y retrocedió de un salto. La bestia emite un extraño y agudo sonido, mezcla del rugir de un león y el chillido de un águila, Kuric empuña su espada con su mano derecha y con la izquierda aprieta el gatillo de su pistola, las balas dañan, pero no lo suficiente. La criatura dispara más hediondas bolas de veneno y heces, las cuales el cazador evita, pero el lugar en el piso con el que el veneno contacta es derretido por el potente acido que contienen.
     La bestia ataca, Kuric evade y bloquea con su espada, pega un salto y busca apuñalar el cuello de su presa, pero su presa es más rápida y ataca con su garra derecha que el cazador debe bloquear con su espada, y el golpe es tan fuerte que Kuric se golpea violentamente contra el suelo agrietándolo y creándosele una herida en la frente; la sangre fluye y le irrita el ojo izquierdo, su expresión ya no es de calma, está enojado. Se pone de pie, empuña su espada con fuerza, lanza un grito de guerra y corre a gran velocidad, el híbrido le dispara más de su veneno, Kuric corre en zigzag de tal forma que evade cada ataque, cuando es necesario rueda por el suelo o pega saltos de atleta para quemar más terreno. Llegado el momento dispara repetidas veces a la boca de la bestia, corre unos centímetros por una pared, se impulsa y alcanza una altura de dos metros por encima de su enemigo, y desciende empuñando su espada con ambas manos; la punta de la espada perfora la cabeza del híbrido.
     Los gritos del híbrido son ensordecedores, se mueve violentamente herido de muerte pero aún con energías, la gente se tapa los oídos, varios cristales son destruidos por las ondas sonoras, y Kuric es el que más sufre pues está más cerca. El cazador soporta el alto sonido, desciende lentamente por el cuerpo del híbrido cogiéndose de la espada con su mano derecha, su brazo se estira al máximo, coloca su pistola en su boca, entre sus dientes, y la recarga con su mano izquierda, apunta a la boca abierta de la criatura y le dispara hasta matarlo. Kuric aterriza frente al cadáver de su víctima, respira agitado y sonriente observa como el híbrido se derrite hasta desaparecer. Las personas respiran calmadas, se dispone a salir, pero Kuric les grita pidiéndoles que se mantengan escondidos, pues aun no acaba.
     Tres híbridos idénticos al anterior divisan a Kuric desde lo alto, el cazador se da cuenta de que uno de ellos mide lo mismo que el que acaba de asesinar, pero los otros son un poco más pequeños alcanzando los dos metros, como si fueran sus hijos. Los híbridos rodean al cazador y lo atacan enfurecidos al mismo tiempo, Kuric espera el momento indicado y salta evadiendo los ataques y logrando que se golpeen entre sí. Una vez en posición, Kuric decide enfundar su espada y en cambio ocupa ambas manos con sus pistolas. El cazador dispara al más grande, este se lanza a atacarlo, el cazador corre y se desliza bajo el híbrido antes de que le ataque, y le dispara en su pecho una y otra vez hasta el híbrido se aleja adolorido.
     Apenas se aleja el más grande, los dos chicos le atacan a la vez, Kuric espera hasta el último momento y rueda por el suelo hacia su izquierda, y confiando en que uno de ellos tendrá mejores reflejos, se pone de pie y les dispara a los ojos al híbrido que llegó primero a su posición. El segundo viene en camino con las fauces abiertas, el cazador lanza su pistola derecha a lo alto, saca una de sus granadas y la lanza dentro de la boca del animal, asesinándolo sin mucha dificultad. Kuric coge su pistola en el aire y dispara al más grande que ha retornado a la acción, la balas viajan veloces como son e impactan en el pecho de la criatura, creándole una profunda herida.
     Kuric se ha quedado sin munición, empuña su espada, pero antes de ello recibe una herida en su espalda provocándole un gran dolor. Su abrigo se ha rasgado y por lo tanto se lo quita dejando ver su camiseta negra, su segunda piel. La expresión en su rostro es de dolor y enojo, la poco calma que le quedaba se dispersa y empuña enfurecido su arma, corre velozmente hacia el más grande y clava su espada en la herida en el pecho, profundiza más su corte y lo traspasa de lado a lado, y no contento con eso, gira su espada y termina cortándolo en dos mientras lanza un fuerte rugido.
     El cazador está bañado en aquella asquerosa sangre, la expresión en su rostro causa miedo en aquellos que lo ven, sus dientes se muestran increíblemente blancos y filosos, no parecen de humano, sus ojos son profundos, brillantes y salvajes. El híbrido restante no se acerca, siente miedo, el cazador produce feromonas que él solo puede captar, el resto solo le temen por su rostro furioso. El híbrido chilla y emprende vuelo de escape, pero Kuric corre tras él y antes de que lograra alejarse lo suficiente, pega un salto, lo atrapa de una de sus patadas y lo lanza contra el suelo luego de un giro en el aire. El híbrido agrieta más la pista con su caída, y Kuric cae sobre él con espada en mano y se lo clava en la garganta; acto seguido lo decapita.
     La misión ha terminado, en vez de que la gente este alegre de estar salvados, temen al cazador. Kuric se da cuenta de la situación e intenta calmarse respirando profundo, tal y como le enseñaron de niño. Al lograr relajarse, pide disculpas y se dispone a retirarse, el helicóptero -que se mantuvo todo el tiempo observando desde lo alto-, se dispone a recogerlo, dentro está Amber, quien ha grabado todo, ella lo recibe con una rostro alegre y emocionado, mordiéndose el labio, maravillada de lo que acaba de ver.
     —Lo sabía —piensa mientras lo observa—. Tú eres muy interesante, Kuric. Eres muy peligroso, realmente dabas miedo ahí abajo. Eres todo lo que buscaba.

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⏰ Last updated: Aug 19, 2017 ⏰

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