SHE

15.

Momentos dolorosos, nuevas oportunidades, tomar riesgos buscando la manera de ser feliz, de eso se trata la vida... ¿No?

Tú sabes mucho de ello.

He leído tu carta, y debo decir que... Las cosas pudieron ser diferentes solo si tú, Shawn, hubieses pensado en las consecuencias.

Ahora lo lamentas, y admito que me duele verte así pero... Me hiciste mucho daño.

Suelto una risa nerviosa ante la persona que está frente a mi.

Es por Zack; quien ha insistido en salir a tomar un poco de aire fresco.

Aunque lo necesitaba no quería salir de casa, porque seguía impactada, asustada.

— ¿Y entonces? ¿Que dices? No han pasado tantos meses desde que nos conocemos pero es notoria la química qué hay entre ambos, estaría bien darnos una oportunidad — dice dando leves golpes en su pierna izquierda con sus dedos.

Miro hacia otro lugar.
Donde se encuentran un moderado grupo de niños jugando a la traes.

Me es inevitable no sonreír, e imaginarme cuidando de alguien para que no se lastime, o simplemente no desaparezca de mi vista.

Soy consciente del silencio que se ha creado entre nosotros, pero no tengo una respuesta clara... Porque ahora no sólo se trata de mi, también está la persona que crece allí dentro.

— No voy a negar que si es claro que nos gustamos, pero creo que es muy pronto para un relación. Llegamos aquí hace poco, siquiera he firmado para divorciarme, y... No solo se trata de mi ahora Zack — susurro.

Él, toma mis manos entre las suyas y hace que lo mire.

Está sonriendo, y eso me desconcierta un poco.

— Lo sé ____, sé que ahora no se trata solo de ti, y créeme que estoy dispuesto a todo, incluso hasta darle mi apellido si es necesario — responde con calma.

Enarco una ceja.

De mis labios no ha salido que estoy en una dulce espera.

— ¿Como sabes eso? — pregunto, y tapo mi boca al instante.

— Camy, le comenté que te quería más de lo normal, y muchas cosas más... Pero su respuesta fue inteligente, me dijo que debía pensar bien las cosas porque ahora tú comías por dos —

Reí, porque conociendo a Camy tiene un modo peculiar para dar las noticias.

— Yo... —

— No tienes que darme una respuesta ahora, tómate todo el tiempo que quieras para pensar, yo puedo esperar —

— ¿Entonces espero para decirte que sí podemos intentarlo? — preguntó con una sonrisa divertida.

Él asiente, pero a los pocos segundos me mira.

— ¿He escuchado bien? —

Decido darle una respuesta más clara, y uno nuestros labios.

Riesgos qué hay que tomar para ser felices... Zack, tú eres uno de ellos.

Dejo caer mi cuerpo en la cama junto a Camy.

Y trato de no reír porque mientras cambia el canal en la tele maldice en voz baja.

— Te saldrán arrugas — le digo.

— A ti también, porque no has dejado de sonreír — contraataca.

— ¿Que te puedo decir? A pesar de todo ha sido un día maravilloso —

— Y sino me equivoco todo se resume a tu gran noticia y Zack —

— Pero que observadora Camy, mereces un premio — digo riendo.

— ¿Por juntarlos o por haber logrado sacar a la verdadera ____ de su escondite? —

— Por ambas cosas... Gracias —

— No hay de que, me gusta la persona que eres ahora, y como te vistes. Por cierto, has recibido una caja, la envió mamá, Sean la dejo en tu habitación —

Sin esperar más, salgo de la habitación para ir a la mía.

Tomo la caja, que está sobre mi cama y empiezo a destaparla. Fotos de su viaje a Disney con Savannah y papá, golosinas, y cartas...

Shawn.

Dice en una corrida caligrafía, ahogo un sollozo.
Mamá aún no sabe nada de lo que está ocurriendo, piensa que solo estoy de vacaciones junto a Camy, y me hago la idea que él tampoco le ha comentado nada.

Bueno... No sé cómo empezar esto.
A parte de que las cartas pasaron de moda hace años, pero ahora es mi único recurso.

¿Recuerdas la vez que te fuiste por varios días a casa de tu hermana? Bien, ese día te dije que lamentaba no ser la persona que mereces, y créeme que fue lo más sincero que he dicho.

Siento haberte prometido ser fiel a ti frente a Dios, frente a la iglesia y frente a nuestras familias.

Lo siento porque no lo cumplí.

Te extraño.
Si, con la gran profundidad de esas simples palabras.

Extraño volver a casa luego de una larga jornada laboral, y verte leyendo algún libro en el sofá, o viendo alguna película.

Extraño tus besos... Que no son nada comparados a los de ella.

Y no debería estar escribiéndote esto, porque estoy siendo un maldito egoísta.

Pero intentaré no serlo por un momento, no voy a pedirte que vuelvas conmigo, no lo haré. Porque mereces ser feliz, y yo no puedo darte eso, te he lastimado tanto...

Sé feliz por ambos ____.

Porque yo nunca podré serlo sin ti.