Steven Universe: Venganza y redención.

Capítulo 1, parte 2: Revelando la verdad

Steven ya tenía más de 30 años de edad. Se presentó ante el templo de Zafiro Purpura. Los dos niños guardianes estaban en la entrada. Para poder ingresar, tenía que derrotar a estos dos niños. Él ya estaba desde antes enterado de esto, mas no sabía qué tipo de poderes podían tener.

La batalla inicio. La niña básicamente controlaba elementos como el viento, agua y electricidad, el niño controlaba la tierra, el fuego y espacio (o sea tele transportación). La batalla fue muy difícil, los niños eran muy agiles, pero Steven era muy hábil. Había llegado tan lejos y estaba tan cerca de concluir su entrenamiento. Aunque nunca se había enfrentado a dos niños como estos. Aparentemente no hallaba algún punto débil, pero Steven aún tenía un poder oculto. El había logrado dominar el cambio de forma. Este lo tenía reservado para su embestida final a la base Diamante. Analizo la situación, según su cálculo, siendo el, él primer hibrido del planeta Tierra y el tiempo que había pasado... entonces de hecho estos gemelos en realidad si deberían de ser unos niños. Y aunque sean poderosos debía de haber algo de inocencia en ellos y la mejor forma de llegar a ella era por medio de... ¡un niño!

Rápidamente elaboro una estrategia para que los dos niños lo siguieran hasta un arroyo cercano. Ya ahí él se transformó en un niño de 12 años e invoco una caña de pescar, simulando ser un niño normal pescando.

- Hey niño, ¿no viste a un sujeto huyendo pasar por aquí?- le dijeron los dos.

- Si, paso muy rápido, incluso hizo que perdiera mi pesca del día.

- Regresemos al templo, podría engañarnos.- se dijeron los dos.

- ¿Algo como esto?

Steven separo el carrete de la caña revelando que era de hecho un yo-yo. Con un rápido movimiento logro amarrar juntos a los gemelos teniéndolos a su disposición en el suelo y realizo el ataque más temido para un niño...

¡Cosquillas en los pies!"

Note como mi hijo al oír eso se puso a la defensiva, tratando de proteger sus pies.

- Cálmate hijo, vi que te pusiste tus calcetines y te ataste muy bien los tenis. No te puedo sorprender así.

- Tenia que cuidarme. No me gustan las cosquillas, bueno... si las disfruto, lo que no me gusta es que si son intensas mis fuerzas se van y me siento indefenso, con ganas de llorar, eso es lo que no me gusta, que no me pueda defender...- me dijo con algo de pena y los ojos llorosos.

- Perdóname, eso yo no lo sabía hijo.

- Tú perdóname papá, debí decírtelo antes, pero me daba pena y vergüenza de que tú pensaras de que soy un niño débil. Sigue con tu historia papá. Está muy interesante.

- Yo no pensaría eso de ti hijo, tú no eres un niño débil. Entonces deja continúo la historia:

"Steven les hizo cosquillas a los gemelos en los pies.

- Hermano... jajaja... teletransportate y avísale a nuestra señora... jajaja...

- No me puedo... jajaja... concentrar... jajaja... no puedo... jajaja... hacer nada...

- Yo tampoco... jajaja... este niño nos... jajaja... atrapo...

- Si se rinden y me obedecen y llevan ante la gran Zafiro Purpura de Delhi los dejare de atormentar.

- ¡Nunca!... jajaja... -dijeron los dos.

- Bueno, entonces seguiré... sus pies se ven tan sensibles...