Cap. 10 "¿Vamos a salir? -No quiero."

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Nícolas P.D.V

 

Cap. 10 "¿Vamos a salir? -No quiero."

 

Nícolas P.D.V

 

Me levante de mal humor gracias a la resaca que me gane anoche, más sentía que me hiba a dar un resfriado, por la maldita culpa de Sofía.

— Vístete y vete de mi cuarto ahora.— dije y me fui al baño para tomarme una aspirina.

— ¡Eres un desgraciado, imbécil, gilipollas!— chilló la voz de una que amaneció en mi cama.

— Lo sé, cariño. — dije y me metí a la ducha, escuchando un portazo.

— Me las pagarás.— gritó del otro lado de la puerta.

— Cuando quieras y como quieras— grité con una sonrisa socarrona

Salí de la ducha después de un largo tiempo de relajación y me enrollé una toalla en la cintura. Decidí vestirme y salí a buscar a Alejandra por la casa, si mal no recuerdo anoche me dijo y la cito:

"No me siento bien, me quedaré a dormir aquí."

Maldecí en voz baja al darme cuenta de que la casa estaba hecha un asco, y "se supone" que hoy en la noche llegue la familia y lo digo entre comillas ya que siempre llegan antes de tiempo, o nunca llegan además de que ya estabamos cortos de tiempo para ir al colegio.

— ¡Vamos todos para la calle, a sus casas!— grité mientras iba abriendo las puertas de cada habitación.

— ¡Hasta que te encuentro!— dije al ver salir a Ale desde un baño.— ¡Llama a limpieza y vístete que nos vamos para el colegio!— dije mientras me dirigía a mi recamara para vestirme decentemente.

— ¿Tú te crees que soy algo de esta casa?—pregunto

— No, eres mi mejor amiga y por lo tanto me vas a ayudar.

— Vale.

-.....-

Llegamos al colegio media hora tarde y sabía que no me iban a dejar entrar, porque el viejo ese es un cabr*n, pero ¿nada se pierde con intentarlo, no?

— Nícolas Ritchford estas no son horas de llegar. — dijo el profesor gordito, calvo, con unos espejuelos grandes.

— No es mi culpa que la fiesta de anoche, no me haya dado tiempo de despertar temprano. — dije con un tono de chulito y cruzándome de brazos.— Además de que muchos de los que están aquí no se habían ido de mi casa cuando desperte.

— Pues no es mi culpa que haya llegado tarde, así que derechito a la oficina.— dijo y siguió dando su clase.

— ¡Viejo desgraciado! — grité alfrente de la puerta.

Me fui a la cancha de baloncesto, no iba a dejar que estos viejos dañaran mi mañana poniéndome de mal humor más del que ya estaba. Cuando llegué a la cancha vi a Sofía, acostada en el medio de la cancha, este era el momento para hablar.

¿Ahora? Cuando ella quería hablar tú no querías, ¿por qué debe hacerlo ahora?

Porque ella es buena, no es como yo.

— Buenos Días.— dije acostándome a su lado.

— ¿Qué haces aquí?, no me digas que no te dejaron entrar.— dijo con los ojos cerrados

Reí ante su comentario.— Creo que has adivinado.— dije sonriendo.— ¿Y tú por que estas aquí.

— No cambias, yo porque no tenía ganas de entrar.— dijo sin mas.

— Raro que no quieras entrar a clases, cuando eres una nerda.— dije apretándole una mejilla.

— Hechate para aya.— dijo empujándome.

— Niñata.

— Idiota.

— Creída.

— ¿Creída yo?, mira quién habla, el rey de los arrogantes.

— Arrogante me quieres.

— ¿Quererte? Jamás cariño— golpe bajo.

—  Niñata de papá

—Callate si no quieres tener mi hermosa mano en tu rostro.

Solté una carcajada.— Te hago rabiar rápido, te picas por todo.— dije sentándome con una sonrisa en mis labios.

— Sí, tú presencia aquí me molesta.

— Sólo quiero hablar.— solté un bufido.

— Yo no quiero hablar contigo.— dijo

— Vamos a salir.— solté ya inrritado de mis intentos fallidos por hablar.

— No quiero.

— Si quieres, el viernes después del colegio.

— Te dije que no quiero, no insistas más.— gritó.

— Cuidado niñata, que solo quiero ser amable contigo y hablar.— hablé tranquilamente.

— Pues yo no quiero que seas "amable" ni nada. — protestó haciendo comillas, y poniéndose de pie.

— No seas aburrida Isabel, que solo quiero llevar la fiesta en paz. — dije agarrandola de la muñeca.

— Soy aburrida, amargada, creída, niñata, lo que te de la gana regalada gana de decirme, porque me la suda lo que opines de mi, solo quiero que me dejes en paz. — trató de safarse de mi agarre.

La pegué más a mi,y levante su barbilla con cuidado para que me mirara.— Cuidado pioja, te paso a buscar el viernes.— dije y le di un beso en la comisura de sus labios.

Antes de poder reaccionar, me dió una bofetada que me viró la cara.

— No vuelvas a hacer eso.— dijo dándose la vuelta para salir de la cancha, caminé dando grandes zancadas detras de ella y la agarre de la mano haciéndola voltear y mirarme.

— ¿Hacer qué? ¿Hacer esto? — dije repitiendo la acción anterior.

Esta vez me dio un rodillazo en "mi bobby." Aprovechó para irse, mientras yo me retorcía del dolor.

— La próxima vez no tengo pena por tu amiguito. — dijo desde la puerta y sacó su dedo del medio.

Se fue, mientras yo me sobaba para "aliviar el dolor."

¿Y a esta que le pasa? —pensé

— Aliviame el dolor.— grité llegando a la puerta de la cancha. 

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NOTA:

¡HOLAAAAAA!

Siento la tardanza, este capítulo sé que es muy corto, pero no tenía tanta imaginación.

Lo Siento. :(

(: VOTEN Y COMENTEN :)

 

-M.

Nícolas [Editando]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα