-¿Qué cambió? -tú

26

-Hola Karen- saludó Candy cuando la vio entrar al salón de baile.

-Hola- sonrió y se acercó- ¿y Terry?-

-Volverá al rato, dijo que tenía algo que hacer con Mike-

-Bien, entonces, ¿en qué te ayudo?-

-No me salen algunos movimientos- dijo apenada.

-Dime cómo son y trataré de corregirlos-

-Bien, son más o menos así-

-Esa canción me encanta- habló riendo Karen- es casi como una indirecta muy directa, me hace reír tanto-

-También me gusta-

-¿Haz pasado por algo así?- preguntó curiosa.

-Más o menos, sigo con el corazón roto, metafóricamente claro-

-¿Por Terry?-

-No- negó rápido- fue por alguien más,  Terry... es difícil de explicar lo que sucede con él-

-Más le vale o si no se las verá conmigo-

-¿Tú cómo lo conociste?- preguntó, desde hace tiempo que tenía duda.

-Su mamá lo llevó siendo un bebé a mi fiesta de 10 años-

-¿¡Le llevas 10 años!?- preguntó sorprendida.

-¿No me veo de 26?- preguntó con burla.

-Te ves más joven- le aseguró Candy- muy joven, mi tío tiene 30 y se ve mucho mayor que su edad, contrario a ti-

-Gracias por el cumplido, creo- le sonrió- pero no viniste a platicar, vamos a ensayar-

-También tengo problemas cuando me cargan-

-Cuando llegue Terry nos ayudará con eso- rió- es bueno ser mayor, le puedes mandar-

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-Bien Candy, sólo debes tener cuidado con tus contratiempos, si no los haces no podrás hacer el siguiente paso- le explicaba Karen, la puerta las interrumpió y Terry entró en silencio- ¿por qué llegas a ésta hora?-

-No te importa- le contestó algo cortante.

-No me hables así Grandchester- lo vio entre cerrando los ojos.

-¿O si no qué?-

-Le contaré a Candy tu accidente- lo amenazó.

-No te atrevas- odiaba ese recuerdo, nunca se había sentido tan apenado en su vida.

-Entonces cállate y ven aquí, necesitamos que nos ayudes- le ordenó riendo.

-¿A qué?- preguntó.

-Harás la coreografía de parejas de Candy y más te vale que lo hagas bien- caminó hacia la puerta- iré a buscar a alguien para que me ayude, lo haremos los cuatro- se escuchó la risa de Terry- y no pienses mal Terry-

-¿Por qué tengo que ayudarlas?- le preguntó a Candy que por alguna extraña razón estaba callada.

-Es una coreografía difícil y tú te ofreciste la otra vez- le recordó.

-Genial-

-Es para que aprenda a no estar tan rígida, mi pareja dice que hace que pese más y puede que me suelte-

-Te lo dije, debes dejar de comer tantos pastelillos-

-Chicos él es Noah, alumno de mi mamá desde hace cinco años y es un gran amigo- dijo Karen cuando entró junto a un chico alto, más que Terry.

-Hola- los saludó él, Candy y Terry saludaron igual.

-Candy, ¿tienes el vídeo?- le preguntó Karen y Candy asintió.

-¿Tu novia?- le preguntó Noah a Terry.

-No- negó sonriendo- pero pronto lo será o eso espero-

-Noah, ven- lo llamó Karen- ve el vídeo-

-Está fácil- dijo Noah cuando terminó de ver la coreografía- pero si dices que te falla tu confianza, lo ensayarás conmigo las primeras veces y después con Terry, Karen lo ayudará-

-No estoy tan seguro de hacer eso- dijo Terry.

-Lo harás, por Candy- le murmuró Karen en el oído.

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-Karen, pesas mucho- se quejó Terry al terminar de ensayar- mañana me dolerá-

-Cállate Terry- le habló Candy.

-Déjalo Candy, ya sabe que puede pasar si me hace enojar-

-Mejor... mejor ya nos vamos- Terry habló saliendo rápido del salón, Noah y Karen rieron.

-No lo olvides, fuerza en el vientre- le dijo Noah a Candy cuando se estaba despidiendo- y confia en tu pareja-

-Lo haré, nos vemos-

-¿Ya?-

-Ya Terry- Candy rodó los ojos- vamos, tengo hambre-

-Estoy cansado, no quiero caminar- se quejó- no entiendo como te gusta hacer esto-

-Amo bailar tanto como tú amas actuar-

-Pero ahí no hay pelirroja gritona molestando a todo momento y no termino adolorido-

-Ya no te quejes, ven- lo tomó de la mano y comenzaron a caminar- me gusta que me acompañes a mis ensayos- murmuró.

-¿Por qué?-

-Nunca pensé que habría alguien que me acompañara a clases de baile aún sin que le guste y aquí estás, es el sueño de toda bailarina- le explicó sintiendo como comenzaba a sonrojarse.

-¿Y cuál es ese sueño?- preguntó Terry deteniendose frente a ella.

-No te lo diré, tal vez algún día-