-¿Qué cambió? -tú

23

-¿Candy porqué no llegaste a clases?- preguntó Annie cuando la encontró en el pasillo, iban rumbo a su próxima clase.

-En la mañana veníamos en el auto de Albert y un auto se detuvo, impactamos contra él-

-¿Y estás bien?- preguntó preocupada.

-Sí, estoy bien, por suerte-

-¿Tus papás ya lo saben?-

-Papá ya habló conmigo hace rato- suspiró irritada- ahora él me vendrá a dejar y tendré que esperarlo a la salida-

-¿Por qué te molesta eso?- preguntó Annie cuando entraban al salón y buscaban donde sentarse.

-Me gustaba que Albert viajar con Albert-

-No mientas Candy, te molesta porque ya no pasarás tanto tiempo con Terry, él siempre venía con ustedes, ¿no?- se burló de ella- espera, ¿eso quiere decir que Terry también estaba contigo en el choque?-

-Sí, ¿por qué?-

-Nada, Archie me dijo que no había llegado y tú tampoco estaba, creímos que se habían fugado otra vez-

-¡Annie!- gritó Candy escandalizada.

-Señorita White, si va a gritar, hágalo fuera del salón- la regañó la profesora cuando venía entrando, todos se rieron lo ella, era normal que hiciera eso.

-Lo siento profesora- se disculpó.

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-Ya comenzamos con una canción, hoy quiero terminar los pasos y la coreografía, quiero verlos bailar todo sin errores, así que vamos, todos por estaturas-

Cuando todos estaba formados los fue separando por parejas, la mitad estaban atrás y los otros al frente, Candy estaba justo en medio del escenario. Eliza y Luisa estaban frente a ella a los lados.
No entendia como el profesor quería poner una coreografía así, tantos giros, brincos y caídas, todavía no se sentía lista para hacer algo así, agradeció cuando le tocó con un chico que era de los mejores bailando ahí, al menos él la llevaría.

-¿Lista?- preguntó él con una sonrisa.

-Creo- contestó insegura.

La primera hora fue destinada apreder como se debían cargar a las chicas, hubo quienes tiraban a sus parejas. La segunda hora el profesor la ocupó para marcar el recorrido que iban hacer cada una de las parejas, para los últimos minutos de clase, ellos ya casi hacían bien la coreografía, a excepción de algunos chicos que se seguían perdiendo.

-Lo hiciste bien Candy, pero debes soltarte más- le dijo su pareja- eres delgada, pero si estás tensa no podré aguantarte y te podrás caer-

-Lo siento, mañana trataré de estar más suelta- le sonrió.

-Bien, nos vemos mañana- se despidió.

Candy tomó su mochila y comenzó a caminar hacia la salida, pero fue interceptada por Luisa.

-¿Qué le dijiste a Tony?-

-¿Perdón?-

-Después del domingo que fue a verte, está raro, no contesta mis mensajes ni llamadas y siempre te ve en los pasillos- le explicó enojada- creí haberte dicho que te alejaras de él-

-Anthony y yo ya no hablamos Luisa, no sé nada de él desde ese día- contestó del mismo modo- así aue deja de fastidiar y ve arreglar tus asuntos con tu novio, no conmigo-

-Tú no me hablas así-

-Yo te hablo comona mí se me de la gana y ahora déjame pasar que tengo clase- caminó rodeandola y salió, ahora estaba molesta.

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-Ya te he dicho que fumar es malo- dijo Candy llegando a la colina.

-Y yo no te haré caso- le contestó Terry sentándose junto al árbol.

-Si sigues fumando ya no dejaré que me beses- lo amenazó cuando estaba frente a él.

-¿En serio?- preguntó burlón.

-Sí-

-Pero yo puedo robarte besos-

-Te morderé-

-Si dejo de fumar, ¿qué gano?-

-Además de que no morirás de cancer- habló Candy- te regalaré esto- sacó algo de su mochila.

-¿una armónica?- preguntó Terry algo confundido.

-En lugar de que fumes, tocarás la armónica-

-¿Sólo eso?-

-está bien, tocarás la armónica y podrás besarme cuando quieras- le dijo algo tímida.

-es un trato- dijo Terry riendo y acercándose a abrazarla.