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( capítulo catorce ) ❛ la calma antes de la tormenta ❜
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Las clases ya habían comenzado, se sentía la tensión en todo el aire, la cálida brisa del verano junto a la despreocupación habían llegado a su fin, todos solamente tenían en mente que hacer durante este nuevo año escolar, pero para nosotros, la reciente muerte de John B y todo lo vivido con el tesoro era lo único que rondaba en nuestras mentes. Ni siquiera me intrigó el hecho que sería la chica nueva en esta escuela, pues ya había conseguido hacerme notar por todos en la isla, era solamente la chica rica que vino de Nueva York ha arruinar su vida al momento de juntarse con los Pogues. Los malos rumores sobre nosotros estaban en cada esquina, diciendo que tal vez nosotros también éramos asesinos al igual que el difunto John B, nos habían catalogado como una plaga que debía ser eliminada cuánto antes, no sabía cuánto tiempo iba a poder resistir en esta situación.
Zack por otro lado estaba un poco alegre por regresar a clases, decía que finalmente tendría algo que lo mantuviera ocupado y distraído, también me pasaba repitiendo que no debía prestarle atención a los demás ni a sus comentarios, todo lo que decían eran simples rumores de gente "que no tenía algo mejor que hacer". Sabía que mi hermano estaba haciendo todo a su alcance para no dejar que yo me rompiera, pero la verdad es que él ni nadie podían hacer algo realmente. Yo era la única con el poder de mejorar mi propia situación, pero Zack estaba siendo un gran apoyo y me alegraba tenerlo a mi lado.
—Quita ya esa cara de mala muerte, Harley —Zack habló mientras caminábamos a la escuela—. Las cosas van a mejorar a partir de ahora. Lo prometo.
—Tu odias la escuela ¿Por qué estás siendo tan positivo hoy? Me recuerdas a Jasmine —rodé los ojos.
—Porqué este año será insufrible si tú estás de mal humor todo el tiempo —me dijo deteniéndose—. Allá están Kie, JJ y Pope —me los señaló mientras estos bajaban de un auto.
Todas las miradas cayeron en ellos, todos decían cosas en voz baja creyendo que no los podían escuchar, les dedicaban ceños fruncidos y caras largas. Tal y como lo esperé, nadie iba a pasar de alto todo lo que sucedió anteriormente, nadie iba a olvidar la muerte de Sarah Cameron y John B, tampoco la de la sheriff, de un día para otros y todas los dedos señalaban a los Pogues como si fueran los culpables de la situación, como si fueran los únicos que habían hecho algo mal el verano pasado.
