NO TE HARE DAÑO; Sabaku no Gaara. ✓

Capítulo 24: Verdadera forma.

Gaara.

Me encontraba en el techo de una casa, ya se había hecho de noche y como yo no puedo dormir me he quedado aquí.

Inesperadamente un Kunai venía hasta mí, pero mi Arena me protegió y entonces frente a mí apareció un chico.

Al notar su banda es un ninja del sonido.

—Tu eres el que peleara con Sasuke-kun. —decía colocando su cabeza de lado. —Te mataré para así ser yo el que se enfrente a él.

Patético.

—Has aparecido en el momento adecuado. —digo mirándolo con una sonrisa terrorífica. —Me siento molesto y necesito sentir que estoy vivo.

—¿De que hablas?

—Hazme sentir que estoy vivo.

Comencé a enviar mi arena para atraparlo, él se movía con agilidad, pero de un movimiento ya lo tenía atrapado y entonces lo asesiné con mi ataúd de arena.

Con eso no te sientes satisfecho.

—No.

Sigues molesto por lo que acabas de oír esta tarde.

—Tks...

Ignorando cada palabra simplemente me subí a un poste y comencé a mirar la aldea.

Acabaré con todos.

❇❇❇

Estaba frente a mi oponente, Uchiha Sasuke.

—Las reglas son las mismas que en las preliminares, el combate terminará hasta que uno muera o se rinda. —hablaba el examinador. —Si creo que hay un claro ganador, detendré el combate...pero yo tomaré esa decisión. ¡Comienza!

Comencé a sacar mi Arena.

Solo has asesinado a personas que no son fuertes... ¡Basta! ¡Necesito más!

—No te desquites conmigo...—digo agarrando mi cabeza. El Shukaku sonaba muy furioso. —Esta vez te daré una sangre mejor.

¡Asesínalo de una vez!

—Uh...—comencé a quejarme, pero entonces ya dejé de oír su voz. Miré al Uchiha fijamente. —Ven.

Él comenzó a lanzarme unos shuriken los cuales no tenían ningún efecto, ya que simplemente los tomaba con mi arena. Realicé un clon de Arena el cual comenzó a pelear con él, pero entonces lo deshizo e iba a darme un puño.

Iba a aprovechar esa oportunidad para atraparlo, pero entonces desapareció y apareció detrás de mí.

Él es rápido...se movía igual que aquel chico...

Recibí un golpe en mi mejilla el cual me mandó un poco lejos.

—Esa debe ser la armadura de Arena. Vamos. —me hacía señales de que fuera, pero simplemente me quedé en el suelo mirándolo fijamente. —Si tú no vienes, iré yo por ti.

Él comenzó a correr a toda velocidad, por más que trataba de alcanzarlo con mi arena no podía y entonces recibí una patada.

Golpes y más golpes comencé a recibir.

Cuando él se alejó, comencé a rodearme con mi arena formando así un escudo.

¿Me dejarás salir? Vaya, al fin lo has decidido.

Comencé a concentrarme, utilizaría esa técnica.

Iba a completar lo que iba a hacer, pero entonces siento un gran dolor.