Liam y Atena decidieron fijar la fecha de su boda antes del tercer mes de gestacion del embarazo, puesto que el moreno estaba empecinado en hacerlo pronto y queria que ella se viera exactamente como ahora, hermosa y perfecta como siempre habia sido.
Ambos se sentian flotar, estaban viviendo un sueño que creyeron muerto, irrealizable, se dejaban llevar por su amor y pasion sin limites. La castaña estaba mas aplicada en la facultad, habia pasado la primer mitad del año con buenas calificaciones y ya se encontraba en un minimo receso, el cual aprovechaba para pasar tiempo con su prometido y con Lucy, que se habia ofrecido a ayudar con los preparativos de la boda y quien iba a ser la dama de honor de la misma.
Atena tuvo un poco de miedo con el tema al principio, sabia de la declarada avercion de su mejor amiga hacia Liam, y temia que sucediera lo mismo que cuando le conto de su noche juntos. Pero para su sorpresa, Lucy reacciono contenta a todo. La morena habia visto en los ojos de Liam la sinceridad de sus sentimientos, veia como miraba a su amiga y no podia negar el profundo amor que le tenia. Decidio dejar atras viejas impresiones y comenzo a llevarse muy bien con el. De hecho, Liam la encontraba muy divertida.
Era tiempo de conocer a la madre de su prometido, tan solo faltaban dos semanas para la boda y Atena aun no habia tenido el placer. De cuatro años que llevaba conociendo a su novio, nunca la habia visto, Liam era muy cerrado con ese tema y no se llevaba muy bien con su madre, pero Atena era el amor de su vida y la futura madre de su hijo, debia presentarlas. Cosa distinta fue el padre, que aunque se mostro receloso por el cambio de prometidas, se sintio muy feliz al saber que lo convertirian en abuelo. Nadie mas que el queria decendencia para su apellido. Y ahora veia a la castaña mucho mas madura que en aquel entonces, mucho mas segura de si misma, por lo que la acepto sin problemas.
-Mi amor, no te preocupes, tan solo es una cena -le decia el moreno a su novia, que nerviosa no sabia que vestir para la ocasion.
-Es que tu no entiendes. ¡Mira si me visto demasiado informal! ¿Y si es muy formal? ¡Dios! ¿Que pensara tu madre de mi cuando me vea?
-Atena, mirame -le contesto el, tomando el rostro de la castaña entre sus brazos. -Tu eres perfecta vistas lo que vistas. Mi madre es prejuiciosa de por si, probablemente diga que voy muy relajado con mi vestimenta, y mira, tan solo llevo unos jeans oscuros con una playera negra y mi campera de cuero. Asi que tranquila. Te ayudo, ¿quieres?
Ella asintio, abrumada por sus palabras. No podia dejar de sentirse asi cada vez que el le decia semejantes cumplidos, era su debilidad. Se derretia tan solo sentir su perfume cerca de su piel. Liam escogio una remera blanca, fina, con poco escote y unos detalles en negro y se la combino con unos jeans ajustados color intermedio.
-¿Que te parece? -le pregunto. Ella lo miro dubitativa un momento, algo le faltaba. Busco en su closet algo con que combinar la remera y encontro un saco de hilo negro. muy bonito y moderno que le quedaria a la perfeccion. Busco sus tacos favoritos que iban para la ocasion y se dispuso a cambiarse. Se habia quitado las prendas que llevaba puestas cuando Liam la tomo por detras y comenzo a acariciar lujuriosamente su cuerpo.
-Es injusto que hagas esto, ¿sabes? no deberias andar cambiandote en mi precensia a menos que quieras provocar esto -le dijo seductoramente al oido. Ella se sonrojo y se rio nerviosa y traviesa.
-Amor, llegaremos tarde, vamos -le pidio, sin poner mucha resistencia.
-No me importa -dijo, tomando sus labios de manera pasional.
Se dejaron llevar por sus emociones una vez mas.
Al cabo de una hora y media, ya estaban listos para salir, Atena tuvo la precaucion de cambiarse en el baño para que su novio no sintiera la necesidad de hacerlo de nuevo.
