Conociendo a las tres Generaciones

Los hermanos Snape

El encapuchado también le hablo, pero nadie logró escuchar lo que dijo.

La Guerrera se fue calmando poco a poco, se soltó del agarre del encapuchado y con una mano le acaricio la cabeza, como si le quisiera alborotar el cabello. Ted se acercó a la Guerrera, la cual le acarició la mejilla con su mano libre. La Guerrera los soltó y se transformó de nuevo en Eileen y en su hombro apareció una ardilla blanca con detalles azul cielo en las orejas, patitas, estómago y cola. Las mejillas las tenía amarillas al igual que los ojos. Le acarició la barbilla y se volvió hacia Canuto con el ceño fruncido, digno de su padre.

—Vuelve a intentar atacar a mi padre, Black y esta vez no tendrás tanta suerte

Canuto soltó un gruñido, se transformó en Sirius y se sentó al lado de Remus. Ted regresó a su asiento.

—Perdón por el numerito que acaba de hacer Black

Sirius la miro con seriedad

«Igual a su padre» pensó Sirius molesto

El trio, los Weasley, Neville y Luna miraban a Eileen y a Alex sin poder creerse todavía lo que la chica del futuro acababa de decir. Mucho menos la latina se lo podía terminar de creer. Esa chica realmente era su hija y de Severus.

El profesor miró a la castaña y vio que todavía no podía salir de su asombro; entonces pensó que tal vez a la chica no le agradó enterarse de la noticia. Eileen vio los rostros de sus padres y se dio cuenta que los dos estaban haciendo conjeturas erróneas, así que decidió seguir con la presentación para así poder hacer que las cosas se enfriaran un poco. Carraspeo y todos le pusieron atención.

—Bueno, tengo 21 años. Este es mi brije Xoxoutik —señaló a la ardilla en su hombro—. Cuando fui a Hogwarts, estuve en Gryffindor —las serpientes y los leones no podían creerse lo que acababa de decir. La hija del Profesor Snape ¿en Gryffindor?—. Fui prefecta y premio anual, también juegue al Quidditch como cazadora —los fanáticos del deporte se emocionaron al escucharla. Severus solamente rodó los ojos al escuchar a su hija y Alex rió al ver la expresión del hombre—. Saque un título con honores en Pociones. Actualmente trabajo como Sanadora y enfermera de la Oficina del Aurores; por cierto, Ted olvidó decirles que él trabaja como Auror y es mi paciente más frecuente, pero no por heridas de combate sino porque es torpe.

—Oye, que amable —reclamó el metamorfomago, pero no pudo evitar sonreír por el comentario de su mejor amiga

—No me salgas que no —y los dos jóvenes comenzaron a reírse haciendo que la gente los mirara más confundidos en especial Remus, Severus y Sirius.

Aprovechando que Eileen seguía riendose con Ted, el otro encapuchado se quitó la capucha y la capa, provocando otra vez expresiones de asombro. Con eso, Ted y Eileen se callaron y vieron lo que pasaba.

El segundo encapuchado era un chico de dieciséis años, de cabello castaño oscuro y (como su hermana) si se le veía el flequillo a contra luz se veía negro. Sus ojos eran negro y su expresión era cien por ciento Severus Snape.

—Mucho gusto, mi nombre es Alexander Vladimir Snape...

—¿¡EH!?

—Vaya, se nota que no perdiste el tiempo con Snape —comentó Xóchitl

Alex se puso roja a más no poder y le dio un golpe en la cabeza a la loba.

—¡No hagas ese tipo de comentarios ¿quieres?! —pidió molesta la latina

—¡Auch! Pero no era necesaria la agresión

—Alex ¿es en serio? —preguntó consternado Harry. La latina ya se veía venir esa actitud de su mejor amigo—. A pesar de que lo estamos viendo, es imposible de creer que terminaras casada con Snape y para colmo tendrás dos hijos con él —Harry realmente se sentía molesto y traicionado por su mejor amiga—. Tal parece que ese reportaje de Skeeter del año pasado era cierto, si tienes un romance con él