Conociendo a las tres Generaciones

Hermione Jean Granger

La pantalla se encendió y mostró a una chica con cabello castaño enmarañado hasta debajo de los hombros, pero era muy bonita la chica. Ojos castaños y una expresión un poco mandona.

—Hola... ¿Quién esa chica tan bonita? —dijo Sirius con tono seductor

Hermione al escuchar eso, encaró una ceja y contuvo las ganas de reírse. Lily le volvió a dar una patada en la espinilla.

—¡Auch! Cornamenta, en serio... ¡Controla a tu novia! —se quejó Sirius sobándose la espinilla

James lo único que hizo fue reírse y darle un beso en la frente a Lily. Sirius hizo un puchero al verse ignorado por su mejor amigo.

—De verdad eras un mujeriego sin control, Sirius. —comentó con una sonrisa la chica de la pantalla

—Vaya, esta hermosa chica me conoce —dijo Sirius volviendo a su pose de conquistador

Todos los que conocían a Sirius, rodaron los ojos con fastidio ante su actitud.

—Pues claro, hasta he ido a tu casa, pero solo en vacaciones

—¿Eh? —dijeron las personas del Gran Comedor

—¿Puedo presentarme primero? Así pondrán entender. Bueno, me llamo Hermione Jean Granger

Todos en el comedor —adolescentes y adultos— miraron a todos lados buscando a alguien que tuviera ese apellido, pero nadie respondía.

—No van a encontrar a mis padres, ellos son muggles

—¡Demasiado bueno para ser verdad! ¡Tenía que ser una Sangre Sucia! –gritó un chico de quinto de Slytherin

Todos se levantaron de la mesa de Gryffindor, sacaron las varitas y le apuntaron. Pero los del futuro no se quedaron atrás, los Weasley y Harry también aparecieron detrás de Hermione.

—¡Repite eso, maldita serpiente! —gritó Ron con varita en mano

—¡Ron! No vayas a hacer algo estúpido —pidió Hermione sujetándolo de la muñeca para que bajara la varita

—Pero ese tipo no tiene derecho a insultarte –replicó Harry, también con varita en mano

—Harry, Ron ¡ya basta los dos, compórtense! Váyanse y déjenme seguir con mi presentación, por favor —pidió Hermione agarrando a los de las muñecas

Harry, Ron y los Weasley se fueron de ahí pero no sin antes lanzarle una mirada de profundo odio hacia el Slytherin, pero los humos todavía no se bajaban en la mesa de los leones del pasado.

—Bueno ya es suficiente —dijo Dumbledore a los de Gryffindor

Los leones se guardaron las varitas y se sentaron a regañadientes, pero al igual que los Weasley del futuro le lanzaron una mirada de profundo odio al pobre chico que se asustó por tanta amenaza.

—De acuerdo, antes de que empiece un duelo, continúo. —se aclaró la garganta antes de seguir hablando—. Tengo 16 años, voy a Gryffindor —los leones aplaudieron—. Aunque cuando entre a Hogwarts el sombrero dudaba si mandarme ahí o a Ravenclaw

—Pues con el cerebro que tienes ¿cómo no? —gritó Ron sin aparecer en la pantalla. De pronto se escuchó que alguien le daba un golpe en la cabeza al chico—. ¡Auch! ¡Oye!

—Mejor cállate y no te metas en la presentación de Hermione —se escuchó la voz de una chica que no reconocieron

Ron soltó un bufido y se calló

—Bueno, soy prefecta —"Prefecta perfecta" exclamaron James y Sirius. Lily les dio un golpe a cada uno en la cabeza—. Mis mejores amigos son Harry, Ron y Alex, pero también mis amigos son Ginny, Neville y Luna. A lo que dije que ya he ido a casa de Sirius; tu ahijado es mi mejor amigo y nos han invitado a ir desde el verano pasado.

—Que más bien tienen que ver con la Orden del Fénix

—¡Ron!

Se escuchó otro golpe y los quejidos de dolor.

—¡Aprende a medir tu bocota, tonto glotón! —reclamó la misma voz de chica de hace unos momentos

—¡Ya déjame en paz! —exclamó Ron enojado—. ¿O tengo que traer al Murciélago de las Mazmorras para que te controle?

—¡Ahora sí date por muerto, Ron! –exclamaron los gemelos con burla y se escuchó golpes con más fuerza mientras, los gritos de dolor de Ron y que la chica que gritaba "Deja de decir cosas que no deben, Ronald Bilius Weasley"

—Parecen casados —comentó Sirius sorprendido por lo que estaba pasando

—Claro que no —contradijo Hermione a la vez que negaba con la cabeza—. Literalmente se llevan como perros y gatos esos dos. De acuerdo, creo que ya es todo sobre mí...

—Espera un momento. ¿Quién es El Murciélago de las Mazmorras? —preguntó Remus curioso ante el apodo

Hermione se puso un poco pálida y se quedo callada, se volvió hacia algún punto de la habitación donde estaba y después de un rato se volvió otra vez hacia la gente del pasado.

—Lo siento, Remus, pero no te puedo responder eso ya que eso es personal

—¿Personal?

—Me refiero que eso —si quiere— contarlo mi amiga, ya que ella es la que esta involucrada. Si ya no hay nada más que decir pues... nos vemos en unos años ¡Adiós! –y la pantalla se apagó

—Me pregunto quién ese Murciélago de las Mazmorras —comentó James confundido

—Suena a que es un apodo que ellos mismos le pusieron a una persona —dijo Remus

—Y suena a que a una de las amigas de esa castañita le gusta —opinó Sirius

Los demás asintieron y esperaron a que se volviera a encender la pantalla.