Epílogo

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Marzo, 2011

Mordió su labio inferior, tamborileando los dedos sobre el botón que llamaba al ascensor.

—Vamos, vamos...

Estaba ansioso y dio un brinquito cuando las puertas se abrieron. Presionó con entusiasmo la planta que anunciaba las oficinas de Styl. Todavía llevaba el mono de trabajo puesto.

Correteó por los pasillos hasta el despacho del fondo, pasando de largo por el de Liam. No vio a Chloe en su mesa, así que no dudó en abrir la puerta sin llamar.

—¡Harry! Te teng-

Calló cuando vio al ojiverde brincar detrás de su escritorio y automáticamente se puso colorado. Estaba reunido con alguien al que no conocía y lo había interrumpido.

—P-perdón...

—Lou —pronunciaba ya Harry, acercándose a él—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Asintió, todavía sofocado.

—S-sí, venía a contarte algo, pero no sabía que estabas... pensé... ay, perdón.

Llevó su mirada al tercer hombre que se levantaba de su asiento. Se abrochó la chaqueta mientras los miraba, curioso.

—Jason, él es Louis, el mecánico de Styl y mi pareja.

El de ojos añiles sentía las mejillas definitivamente ardiendo.

—Encantado.

El omega le extendió la mano y el hombre la aceptó de inmediato, con sonrisa amable.

—Jason trabaja en otra planta —simplificó Harry.

—Estábamos haciendo algún plan para cambiar el mundo —bromeó a continuación el nombrado.

Los tres soltaron una risilla y Louis quiso proponer que lo buscaría más tarde, pero Jason no tardó en anunciar que ya se marchaba.

Se sintió acalorado aun estando a solas con Harry.

—Ay perdona, realmente creí que estabas solo.

El alfa negó, con una sonrisa excesivamente adorable.

—Te sentí antes de que entraras. ¿Qué pasó?

Louis suspiró, retomando en cuestión de segundos la emoción que instantes atrás contenía. Y sonrió tan amplio que Harry se contagió. Estaba seguro de que cada día se enamoraba más de aquellas arruguitas a los costados de los ojos.

—Tengo dos noticias. La primera es que hablé con Ashton hoy. —No podía dejar de gesticular—. Estábamos hablando de los motores y me preguntó por mi propuesta y... ¡Ay! No sé exactamente cómo pasó todo. Me hizo preguntas, yo las respondí, incluso garabateamos algunas cosas y dijo que la próxima semana vienen a Londres unos directivos de Berlín y... —Dio un saltito—. ¡Quiere que tenga una reunión con ellos, Harry!

El aludido abrió la boca de par en par.

—¡¿Qué?! ¿En serio? Dios, Louis, ¡eso es increíble!

Él sacudía las manos.

—Estoy histérico. Me da muchos nervios... Llevo meses trabajando en eso. Nada más lo supe, te lo tenía que contar.

Harry no aguantó mucho más y se acercó.

Ma vie, pero si sabíamos que esto iba a pasar. Lo harás genial, eres el mejor.

Con gusto, Louis se acopló entre los brazos de su alfa. Hacía tiempo que no se sentía tan emocionado, y en su regazo todo se volvía un poco más nimio. Dejó que Harry soltara un gruñido al rozar su nariz con su cuello. Él hizo lo mismo.

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