Just Mine

Capítulo 34

—¡Hasta Noviembre! -exclamo ella por el túnel despidiéndose con la mano.

—¡Adiós Elle! -La otra me regaló su mejor sonrisa– Le daré tus saludos a Cate.

—¡Adiós Anne! ¡Adiós Julianne! -Sonrei, al ver como ellas dos se alejaban para tomar sus respectivos vuelos.

Cuando dejaron de ser visibles para mí, di media vuelta y comencé a caminar hacia el estacionamiento.

Septiembre llego más rápido de lo que alguien esperaba.
Los mediados de Septiembre eran muy estresantes, mi boda y la obra del fin de año me consumían por entero.

Definitivamente estaba sola ahora.
Cate aún se encontraba en New York, Nicole igual, mis dos amigas igual y ahora vivía pegada a mis hermana y complacía a Miranda en todos los antojos que tenía respecto a su embarazo.

Realmente no estaba mal, Alistar era atento conmigo y el estar con Miranda me ayudaba a despejarme de todo el estrés de la boda, la universidad y la fundación.

Encendí la radio.
Blue Ain't Your color, comenzó a sonar y solo por ese momento me detuve a escucharla perfectamente.

Ahí comprendí todo, esa canción tenía que ver conmigo. Sonreí levemente y comencé a conducir con destino a las empresas tarareando la canción.

Era un día algo extraño, había ido a dejar a mis amigas a el aeropuerto, ahora me dirigía a mi casa y Nicole no había llamado en todo el día, eso era lo extraño, incluso era más extraño pensar en ella mientras su marido estaba como musica de fondo.

Vaya que había pasado mucho.

Me graduaria en Diciembre, entregaría una película para Diciembre, me casaría en Noviembre, seguiría teniendo una amante para Noviembre y probablemente sería nominada por la academia (si la suerte estaba de mi lado) en Febrero.

Era algo extraño; siempre había pensado que mi vida estaría arreglada y estaría confinada a una oficina desde donde manejaría a el mundo entero. Viajaría por el mundo ayudando gente y mis deseos por las artes se irían al ver que lo mío era la vida de una multiempresaria.

Irónico.

Le di las llaves al vallet con una sonrisa y baje del automóvil acomodandome la gafas.

—¿Ahora también serás empresaria? -Reí al escuchar aquel comentario en cuanto pise la oficina del último piso– No dejas de sorprenderme.

—Muy Gracioso -Me tomo de la cintura y me giro para quedar frente a él– ¿Qué haces tu aquí?

—Solo fue un pequeño viaje para reunirme con mi futuro suego. -Sonreí al ver a mi padre palmear la espalda de Alistair.

—Asuntos de negocios que definitivamente no te gustan.

Vire los ojos abrumada.

—Al me ha contado sobre el otro anillo -Subí mi mano para poder ver aquella esmeralda resplandeciendo–, yo mismo le he dicho que no es nada.

—Vaya, alguien me apoya...

—Hablando de la boda, Arnault me ha llamado hoy, quiere saber si utilizaremos alguna de sus marcas para tu vestido... Aparentemente esta entusiasmado.

—Seguramente también es cosa de mi abuelo. -Bromeó el menor– Dior no sería mala idea.

Sonreí levemente, él se acerco y junto sus labios con los míos.