—Como sea, nos vemos en la siguiente ronda, deséame suerte.

—Sí—dijo por instinto el más bajo del grupo de varones, extendió un puño firme- Suerte.

Fue entonces cuando debajo de las mangas de su atuendo de aspecto antiguo, se podían ver unas leves cicatrices en toda la zona superior de la muñeca. Marcados e incandescentes recuerdos.

Entre la duda y el inesperado gesto por parte de su nuevo amigo, Vincent solo decidió tomar su puño y agitarlo, todo mientras hacía una reverencia leve tal y como sus padres le enseñaron en el pasado. De un salto se arrojó al camino del escenario, no sin antes equivocarse hasta encontrar al resto de la primera ronda coordinadores.

Cuando las presentaciones comenzaron, todas las posiciones cercanas a los cristales ya estaban ocupadas por las chicas, algunas seguían sosteniendo aparatos para actualizar información en la red, el varón restante solo puedo observar la presentación de Magnus y de Vincent por las pantallas de alta definición que no reflejaban el total de la experiencia pero que consiguieron dejar mudo a Naru.

Movimientos elegantes y precisos de la pareja perteneciente al rubio hurtó los suspiros y la admiración de la audiencia, la relajante y divertida presentación de Vincent que sacó más de una risa en el público de clara diversidad. En ambos casos las cámaras de prensa se habían enfocado en ellos.

En el fondo de la habitación, la chica de cabellos negros largos miraba a Naru con intensidad desde su asiento, después de que los turnos Vincent y compañía ella no volvió mirar, aburrida dejo salir un suspiro, cruzó sus piernas como si se tratará de una reina que gobierna autoritaria desde la impunidad, acomodó su peinado, su color era tal que parecía tener un claro color azul.

Los ojos del coordinador se fijaron en su atuendo, los arreglos que este tenía, sus colores claros que combinaban con la piel de perla de la chica. Una mano se levantó en su dirección señalándolo sin piedad.

— ¿Podrías dejar de verme?

—Lo siento, no quise incomodarte.

—Pues lo has hecho— recriminó —como sea, solo deja de hacerlo.

Las demás chicas que se retiraban a sus lugares de nueva cuenta, vieron el conflicto de frente y rápido el nuevo espectáculo estaba hecho, algunas ya habían sacado especulaciones, desde que la chica de cabello castaño claro había saboteado el vestido de la otra, hasta que la idol Nori estaba intimidando a la competencia para reducir de una vez el cupo de la segunda tanda de coordinadores.

La cara de Naru estaba muy avergonzada por los hechos, su cuerpo se tensó al ver aquel espectáculo de intimidación tonta por parte de una idol en ascenso, recordando algunas viejas lecciones hechas por un viejo amigo. Y decidió ser sincero.

—A decir verdad, no tengo ningún interés en ti—la voz del chico fue escalando hasta casi gritar la última palabra-no puedo aceptar tus palabras.

—Espera, ¿qué estás diciendo? -la cara de Nori se ruborizó de coraje.

Todas las chicas se sorprendieron al ver, algunas gritaron con emoción, una confesión de amor en pleno concurso de parte de la nueva gran artista hacia un desconocido, la gente no se detuvo a pensar y las redes de llenaron de los hechos.

Después salió corriendo por el pasillo antes de que la cara de impresión de la chica cambiara de nuevo a rabia, su carrera terminó rápido pues no quería perderse, se puso en cuclillas para calmarse y pensar si su mensaje fue bien recibido, sacó su viejo videomisor dañado lleno de cenizas y polvo, un choque de puños era lo primero que se venía a la mente después de todo.

—No quiero que me patees el trasero—dijo para sí.

Una campana sonó, de inmediato maquinó que era la señal de la salida de otros coordinadores por lo que se dirigió a la sala oscura, lugar donde se les daban algunas indicaciones a los coordinadores antes de comenzar cualquier presentación.

Un miembro del personal lo tomó de la mano regresándolo al mundo real, lo llevó a un gigantesco cuarto oscuro en donde el personal vigilaba todo el espectáculo, mirando las cámaras, revisando que el audio estuviera correcto además de desactivarlo, mandar a retocar el maquilla de los jueces y presentador. Las miradas de alivio de algunas personas, los movimientos de desaprobación de otras, y las claves de luces en lo alto anunciaban que el siguiente número estaba listo.

—Qué bueno que estas aquí, algunas chicas se retiraron —le comentó —así que eres el único en salir.

—Ya era hora-exclamó el jefe.

—¿Disculpe? —balbuceó.

Lo agarró de la espalda, le pidió su pase, fue detectado por un aparato para ser mandado a los jueces y al alto presentador que había comenzado a hacer bromas para entretener al público. Su información estaba lista.

—Suerte— acto seguido el jefe lo empujó a una plataforma que lo llevo al escenario.

Ahí estaba admirando su esperado lugar, tan amplio repleto de personas que aplaudían, lo presentaron pero no podía reaccionar, el espacio se extendía hasta donde las luces le permitían ver, algunos objetos fluorescentes danzaban en las gradas en un ritmo desigual. El suelo estaba adornado con placas con juegos hermosos de flores, en el cielo oscuro lo bañaron con una luz blanca celestial.

El recuerdo de una mano invisible hizo que también extendiera su mano, fue entonces que reaccionó y aprovecho el movimiento para dar una reverencia al público.

Tomó sus dos pokéball con fuerza, mostró una sonrisa sincera como la de esa chica de diciembre y con la imagen de la primavera en su hogar, arrojó los objetos en lo alto dando comienzo a una nueva posibilidad.

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Hola de nuevo, espero que el capítulo fuera de su agrado, me encantaría poder escuchar sus opiniones y críticas de la historia. Muchas gracias por leer.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsWhere stories live. Discover now