All over again | Capítulo veinte

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Desde esa noche, la mayor parte del horario en la secundaria, lo pasábamos juntos. Los rumores corrían como si su vida dependiera de aquello. Las mismas preguntas que llegaban a mi Facebook eran: ¿Están juntos? ¿Desde cuándo? ¿Por qué Justin no lo ha anunciado? ¿Qué haces tú, con él? ¿Por qué no te alejas de él, idiota?

Y las mismas amenazas: ¡Aléjate de él, es mío! - Date por muerta. - Qué mal gusto tiene Justin. - ¿Juntos? por favor, perra. Follamos la otra noche. (; - ¿Te trata lindo? ¿Como princesa? Tranquila, así las trata a todas. Luego de follarte, te dirá adiós. Créeme.

¡Demonios! Qué celosas eran, sólo somos... amigos. Mejores, tal vez. El último fue el más estúpido, se notaba que no conocían al Justin que yo tuve la oportunidad de conocer. Pero no les daba importancia, con ignorar-los bastaba. Y era lo mismo con las preguntas.

En fin, dejando ese tema atrás, los padres y hermanos de Justin ya habían viajado. Así que... la casa estaba sola. Junto a Justin los fuimos a dejar al aeropuerto, y todo había salido normal. Actualmente Justin se encontraba organizando una parrilla-da, disfrutaríamos del sol, la piscina, la comida, y bueno... no faltaría un poco de drogas y alcohol. Era algo que no podían dejar de lado.

Por suerte a Justin no se le había ocurrido hacer ninguna fiesta gigante, y así era mejor, después estaría con resaca y tendría que ayudarlo a limpiar todo el desastre provocado por los invitados y colados. Pero, como dije antes, por suerte no fue así.

Ahora, estábamos en la secundaria, las clases por hoy habían terminado. Era miércoles, y había entregado la canción que inventé. Era corta y la escribí hace años... realmente. No era mala pero estaba dedicada a una persona en especial, sí, él. Es secreta, la tengo en el baúl de secretos en mi armario, desde hace bastante tiempo.

Y por cierto, la parrilla-da sería el viernes.

-¿Tomarás el autobús? -preguntó Justin, apareciendo a mi lado. Las miradas de odio hacia mí se hicieron presentes.

-Uhm, supongo, tengo que ir a buscar muchísima ropa, ¿no crees? Me quedaré en tu casa esta semana, bobo. -respondí, golpeando su brazo divertidamente. Él sonrió y asintió.

-Te llevaría pero tengo entrenamiento, ¿me disculpas? -hizo un puchero adorable, haciendo que asintiera sin pensarlo.

-Claro, nos vemos después. -besé su mejilla, ruborizándome. Nos despedimos con nuestro saludo, inventado cuando éramos niños.

-o-

Mientras iba sentada a un lado en la ventana del autobús, recordaba las palabras de mi hermana al día siguiente de esa noche cuando dormí con Justin.

Flashback.

-¿Te follo en la mesa? -preguntó emocionada. Negué divertida y peiné mi cebello con mis largos y delgados dedos.

-No, todo salió bien.

-Pero, ¿tuvieron sexo, no? -quiso saber.

-¿Qué diablos? ¡No! Es mi amigo... los amigos no follan. -respondí, pero al decir lo último la imagen de Taylor vino a mi mente, y los recuerdos de mi primera vez también. No pude evitar morder mi labio.

-Ohhh, ya veo. ¡Lo quieres mantener oculto! -chilló.

-¡No! Ahora, necesito bañarme. Lárgate. -dije de buena forma y ella soltó una risa burlesca, saliendo de mi habitación.

Fin flashback.

El autobús paró en la estación más cercana a mi casa y me bajé de este, caminando con tranquilidad hasta llegar a mi casa. Saqué la llave de mi bolso y abrí, encontrándome a mi padre almorzando. Tenía hambre así que me dirigí a la cocina, para prepararme un cereal con leche. Una vez puesto el cereal en el plato, vertí la leche sobre este. Agarré una cuchara y cuando tuve todo listo subí a mi habitación.

Mientras ordenaba la ropa, algunos cosméticos y cosas personales de una mujer, entró Charlie a la habitación, terminando de amarrar su cola de caballo. Me miró curiosa y se sentó en mi escritorio.

-¿A dónde vas? -preguntó, viendo la ropa que llevaba. -Deberías comprar-te ropa a la moda, cariño, es sólo un consejo.

-A mí me gusta lo que uso. Y mientras a mí me guste, a la mierda la opinión de los demás. -sonreí. Ella rió y dijo:

-¡Esa es la _________ que extrañaba!

Sólo sonreí y cerré el bolso.

Abrí mi laptop y enseguida me metí a twitter, revisando interacciones, mensajes directos, etcétera. Le avisé a Marcella que no usaría twitter por un tiempo y la actualicé en todo lo que había pasado recientemente.

Tuiteé algo simple y verdadero: Todo está mejorando.

Depression {Justin Bieber} | AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora