–Sí –digo sin la menor preocupación.

–Perdóname, perdóname, por favor –mira hacia los lados, quiero comerme cada parte de su rostro, de su cuerpo, de su cabello, de todo, quiero comérmelo todo.

–No pasa nada... –estoy perdida.

–Mírate –«cálmate hombre, te estoy admirando» –Creo que Lou tiene algunas cosas en la camioneta –apunta con su pulgar hacia la salida.

–Sí, está bien –su cabello rizado también es irreal.

– ¿Melisa? –comienza a reír y yo enderezo mi cuerpo y parpadeo despejándome.

– ¿Qué? –que idiota me estoy viendo ahora.

– ¿Vienes? –da un gran paso para no pisar la comida en el suelo.

–Si, por supuesto –soné demasiado emocionada para mi gusto.

– ¿Te ayudo? –extiende la mano y mira hacia abajo.

–Gracias –susurro.


Extiendo mi mano y me doy cuenta que es la mitad de la suya, cuando lo toco, cuando tomo su mano siento de nuevo ese gran golpe eléctrico, levanto la mirada para verlo y para mi sorpresa él también lo está haciendo. Las mejillas se me ponen rojas, el cuerpo se me comienza agitar y siento que estoy sudando, mi estomago ni se diga, me pudre del dolor.

Paso por encima y él suelta mi mano cuando puedo caminar por mi cuenta, me mira unos segundos, de nuevo tiene esa arruga en su frente, me mira y me siento pequeña e insignificante, daría mi vida para saber lo que piensa tan solo por un momento.


–Vamos –susurra quitando su vista de mi y comenzando a caminar.


Llegamos a la puerta del restaurante y un hombre nos abre la puerta, "Gracias" decimos los dos al mismo tiempo, con su mano izquierda me hace una reverencia para que pase primero y las piernas me tiemblan, seguro que me mira caminar como un siervo bebé. Después lo veo de reojo caminando a mi lado, el sol no está muy fuerte, son como las cuatro de la tarde, de hecho está nublado y un poco frío, yo solo llevo mi blusa beige de manga larga.


–Por aquí –susurra con sus manos ocultas en las bolsas delanteras de su jeans.


Gira a la derecha y nos paramos frente a una camioneta negra con vidrios polarizados, demasiado para mí. Chiflo al verla, es una hermosura, los carros no son mi especialidad pero las camionetas me encantan.


–Sí, lo sé –susurra como si supiera el porque de mi expresión, saca unas llaves de su bolso trasero del jeans –Es hermosa –abre la cajuela pero se toma dos segundos para girar su rostro y verme.

–Sí, muy bonita –estoy mirándolo, lleva lo mismo que hace unas horas, la misma chaqueta verde y el suéter azul marino.

–Mierda... –lo escucho susurrar y frunzo mis labios, seguro que soy una lata.

– ¿Está todo bien? –le pregunto incomoda.

–No... bueno –se voltea mientras su estomago sigue apoyado en la cajuela –Lou no tiene nada –abre la cajuela de tal forma en que se abre una parte hacia arriba y otra abajo, él se deja caer en la parte inferior y se sienta.

–No importa, está bien –encojo los hombros, me está entrando un poco el frío.

–Espera –dice mordiéndose el labio inferior dudosamente.

Por ti siempre voy a esperar ; Harry Styles.Där berättelser lever. Upptäck nu