¿Se estaba volviendo loca o ya lo estaba?

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-¿Tú eres alektra o Alice?-

-Yo soy Alice Strauss, prima de tu futura reina y me tienes que tener respeto.-

-Yo solo respeto a dos personas en este mundo y te puedo asegurar que entre ellas no estas tu, ahora lárgate de una vez, tenerte en frente hace que me den arcadas- Era verdad, su respeto solo lo merecían dos personas,su madre y Makarov.

-Adiós bastarda,nos vemos en la comida.-Tal para cual con su padre fue lo que pensó la albina, tal vez debía maquillarse, pero no, ¿para qué?

Salió de su cuarto y se dirigió al salón donde estaría toda la familia real de Pegasus, conocía a varios personajes públicos de allí que pertenecían a la agrupación contra el mal que tenían entre algunos reinos.

Fairy tail del reino de Magnolia, Blue Pegasus del reino Pegasus, Lamia Scale del reino de Lamia Empire, Cuatro cerberus del reino de Magnolia también y Sabertooth del reino de Sabertooth.

No quería entrar, no quería conocer a su "familia",quería irse con la de verdad pero solo causaría problemas.

Tomó aire y entró, mantenían una acalorada discusión su padre y una mujer de cabello negro y elegantes vestimentas, mientras que sentadas observando estaban las otras dos hijas de Kazou.

-Si, sabía que tenías a otras, y que tenías bastardos pero que quisieras traerlos con nosotros Kazou... Mis niñas no pueden juntarse con personas de tal calaña .-

-Oh,por dios...Esa niña es hermosa, cualquier noble me pagaría una fortuna por ella,el príncipe no quería devolvérmela y eso es algo bueno.-

-Padre, ¿cómo puede ser algo bueno? Es algo horrible, esa estúpida que ni siquiera sabe lo que piensas hacer con ella.-

-Discrepo...-Mirajane alzó la voz haciendo que se giraran a ella.- Sé que me va a vender al mejor postor y si no, me usara de cualquier otra forma que le traiga alguna recompensa...Pero dejame asegurarte, Kazou Strauss, que en el momento en el que tengas tu tan preciada recompensa, el pobre desgraciado empezará a vivir un infierno.-Una sonrisa tétrica decoró las palabras de la única albina de la sala.

-¿A que te refieres niña?-Preguntó el general.

-A nada, padre, a nada de nada.-

-Encantada, yo soy Alektra, ¿que te paso que estas toda herida?-

-Oh,¿esto? No es nada comparado con las palizas que recibía de niña, lo que paso es que...-Y de repente se dio cuenta, llevo a toda prisa su mano a su cuello, no estaba, el colgante...

-¿Donde esta? Erik,lo tiene Erik...-Parecía totalmente ida de la conversación. Recordó que hoy el soldado estaba fuera y tardaría unos días en volver, junto a el iba todo el cuartel de la capitana Scarlet, única persona con copia.

-Noo...dios,no.-Se llevo las manos a la cabeza, ¿y si el anciano se había enterado de que había estado encerrada, de que la habían torturado?...Eso no seria bueno para su corazón.

-¿Se puede saber de que esta hablando cariño?-Preguntó irritada Erika a su marido.

-Dios, si le pasa algo malo por mi culpa no me lo perdonare, disculparme por no poder quedarme...-La albina salió corriendo del cuarto esquivando a cualquiera, necesitaba ver urgentemente a Porlyuska.

-¡Porlyuska-san!-Entró corriendo a la cocina donde sabía que estaría.

-Señorita...¿que desea?-pasó por alto lo de señorita.

-¿Él sabe de que estuve encerrada?-

-¿Él?-

-El Master, ¿él sabe? No tengo la llave y no podre ir a verlo.-

Tu falsa sonrisa...Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu