Maze Runner, Correr o morir. (Minho) PELICULA

Capitulo 1: "¡Shank!"

-Intenta cocinar tu, con dos papás y para treinta chicos hambrientos. -Ataque sin mirarlo.
No negaba que Minho tenía razón, la comida no sabia muy bien pero el moreno hacia lo que podía para que las municiones nos rindan hasta que la caja vuelva.

-¿Claro porque tu que haces? Digo.. Que seas mujer no te da el derecho de no hac..

-Yo le doy el derecho. -La gruesa e intimidante voz de Nick resonó sobre todas las demás haciendo que el asiático guardara silencio y mostrara su peculiar cara de plopus; levante mi mirada para encontrarme a Nick parado frente a mi. -Y no creo que te convenga intervenir chino. -Agregó este luego de una larga pausa. Nick no era rudo, para nada, este era una de las personas mas amables del Área. Pero en cuanto me atacan, nace otra parte de él que nadie conoce, ni desea conocer.

-Joder, que soy Asiático Nick. -Esto ya se estaba tornando gracioso, yo solté una risa como también toda la mesa y Minho por primera vez se mantuvo en silencio frente a nuestras burlas, sólo volvió a tomar la cuchara de encima de la mesa y la llevo a su boca cargada de guiso, no sin antes matarme con la mirada.

Todos habíamos terminado la comida, el resto de los chicos siguieron hablando de temas que para decir verdad no escuché. En cambio yo me puse de pie y salí al patio. Amaba estar afuera en la noche, el cielo era espectacular y hasta me llegaba a acostumbrar al encierro; el ruido de los pequeños insectos hacían una melodía tranquila, mientras una suave brisa alborotaba mi cabello, aunque la cruda realidad volvía cuando el sol alumbraba el Área.

Me acomode en el tronco cerrando mis ojos lentamente, un gran suspiro se desprendió de lo mas profundo de mi, no quería sentir mas esta horrible sensación de encierro, que mi corazón comience a latir con fuerza cada vez que esas enormes puertas se cierran; sentir que esas gigantescas paredes cada vez están mas juntas unas de otras.

-No sabes cuanto me jode que me hables así cuando están los demás. -Fruncí mis cejas y abrí mis ojos encontrando a Minho parado frente a mi, con una sonrisa en sus labios.

-¿Que dices? -Murmure -Tu hablas de la misma manera -Dije, Este se sentó alado de mi y apoyo su cabeza en el tronco del árbol, con su mirada perdida en el cielo, sin decir nada, manteniendo un silencio el cual era reconfortante, su rostro relajado, rara vez podía verlo de ese modo, ya que siempre esta con su semblante rígido y serio.

-¿No sientes que todo esto es irreal? -Preguntó; dirigiendo su mirada hacia donde estaba yo. Fruncí mis cejas, clara señal de que no entendía a donde quería llegar, Minho rió al percibir mi falta de compresión y volvió a recostar su cabeza en el tronco del árbol. Me mantuve mirando su rostro y nuevamente esa sensación extraña me invadió. ¿Alguna vez han experimentado la extraña sensación de Déjá vu, el presentimiento de que has estado en un lugar determinado y experimentado ese momento antes?.

Me encontré con Minho, la primera vez que lo vi, un completo extraño para mi, pero la pregunta de si lo había visto antes me invadió, dejándome confundida, por un segundo, me detuve a pensar, o mejor dicho intentar recordar si lo había visto antes, llegue al punto de ser capaz de anticipar a lo que él iba a decir, sentí que ese total extraño lleva toda la vida conmigo. fue en ese momento en que cambio por completo mi estado de animo, pues a su lado estaba segura.

-¿que tanto me miras? -Preguntó sonriendo, acortando un poco el espacio libre entre nosotros y por primera vez me mantuve en silencio, sin despegar mi vista de la suya, sintiendo eso extraño, esperando su próximo movimiento; la distancia que nos separaba comenzó a acortarse y por mas que quería retroceder por seguridad, mi cerebro era incapaz de mandar algún tipo de señal a mi cuerpo.

Su rostro se aproximo mas hasta que sus labios chocaron de una forma delicada con los míos; moviéndose lentamente, haciéndome sentir en casa, creyendo que todo estaba bien y que nuestro alrededor no existía, solo eramos nosotros dos. Gruñí cuando siento un apretón en mi cadera pero me relaje al instante cuando unas de sus manos acaricio mi mejilla, tan sutilmente, como si fuera de cristal y tuviera miedo de romperme.

Se separó de mi, juntando su frente con la mía, abrí mis ojos lentamente y lo vi, con una sonrisa pintada en su rostro, pero por primera vez no me concentre en eso, sólo vi sus ojos, un brillo diferente, algo que me dejaba con ganas de más. mordí mi labio inferior esperando que dijera algo, pero nada salia de su boca. Los nervios comenzaron a invadir mi mente y solo baje mi mirada y comencé a jugar con el dobladillo de mi remera.

Minho rió y pasó su brazo por mis hombros, apegando mi cuerpo al suyo, apoye mi cabeza en su pecho y aclare mi garganta suspirando, me sentía como una adolescente de quince años que acaba de dar su primer beso de amor.

-¿Que pasa? -Dijo él notando mi estado. Lentamente levanté mi mirada hasta chocar nuevamente con sus ojos marrones, los cuales mantenían un brillo intenso. Negué con mi cabeza, restando importancia a mis pensamientos y nuevamente me acomode en su pecho, sintiendo su peculiar olor a menta fresca y relajándome en su suave tacto contra mi piel.

Se sentía extremadamente bien.

Cerré mis ojos, sintiendo la melodía que realizaban los insectos a nuestro alrededor; la brisa suave azotaba mi rostro de una forma delicada, busque dormir pero no podía hacerlo, el hormigueo que sentía en mi estomago, era tan grande como para ser capaz de despejar todo tipo de sueño. Tengo una parte de mi que esta cómoda, feliz, en paz, por que he echo lo que necesitaba y lo que creo que tenia que hacer, por cierto y curioso, los pensamientos recurrentes, y sensaciones han cesado... Raro... pues no se, tal vez era lo que tenia que pasar, confirmarlo y actuar, tal vez tenia que haberlo hecho antes.. o tal vez no, solo tenia que ser ahora por algún motivo, esperar esa señal o empujón, dicen que las cosas pasan por algo, no lo se exactamente, el caso es que me encajan muchos sentimientos que antes resultaban extraños para mi, y otros que me llegan a asustan, por que, eso de saber cosas sin que nadie te las cuente.. asusta un poco, lo reconozco. Pero lo importante y no voy a pensar en nada mas, es que estoy a gusto conmigo misma, con lo que acaba de pasar y con él a mi lado.

dos años esperando sentirme en paz.

El sueño comenzó a hacerse presente, no tardo mucho en hacer efecto sobre mi, ya que comencé a aislarme de lo real, hasta quedar profundamente dormida, siendo rodeada por sus brazos.

***
Me encontraba en un lugar que no identificaba, mi cuerpo estaba cubierto por una bata blanca y mis pies se mantenían en contacto con el frío piso que parecía ser de madera.

-¿Estas despierto? -Escuché una voz detrás de mi. Voltee rápidamente y quede congelada al ver a una pequeña con unos rasgos muy parecidos a los míos, a su lado se encontraba un chico, que a simple vista solo podía detectar su gran altura alado de la pequeña; intente identificar su rostro, pero una sombra de algún objeto se posaba en él, dejando a la vista sólo su cabello dorado.

-Si pequeña, ¿Tu tampoco te puedes dormir?. -contestó, ella sonrió y se acerco al chico, acomodó su cabeza en su pecho y cerró sus ojos.

Yo por otro lado miraba la escena un tanto confundida. Ellos parecían no percatarse de mi presencia en ese lugar. Junte mis cejas en el medio, me acerqué un poco más a ellos dando unos cuantos pasos, pero por más que intentaba reconocer el rostro del rubio eso se me hacía imposible.

-Tengo miedo -Susurró ella. -Nos va a separar de seguro. -Agregó sin abrir sus ojos

El chico, pasó su brazo por su nuca y la apretó un poco mas contra su cuerpo, mientras la miraba de una forma tan diferente y especial.

-Te prometo que ella no nos va a separar. -Dijo él haciendo sonreír a la morena.

Ella volvió a cerrar sus ojos y trago saliva -Te amo, Nick. -Murmuró

¿Nick?

***

Capitulo uno, ¡listo!

Espero y les guste.

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