Froté mi palma en mi rostro, apartando todos esos pensamientos.

—¿Me ayudas a buscar a Ether?

Él se adelanto, desinteresado, y abrió la puerta para salir antes.

—Era exactamente lo que iba a hacer antes de que llegaras.

.

Keim no me permitía alejarme demasiado, y siempre vigilaba los pasillos antes de dejarme cruzarlo, supervisando siempre alrededor y adelantándose para asegurarse.

—¿Por qué no buscamos más arriba?

—Revisé antes, no están allí —me indicó, mirando seguidamente por un pasillo—. Sólo soltaron a ese demonio al darse cuenta de que los seguíamos.

Su seguiamos, no me involucraba a mi, él estaba allí con alguien más.

—¿Le harán daño a Ethel?

—Mientras no te tengan a ti, todo estará bien para ella.

—¿Por qué?

—Es demasiado complicado.

Casi estábamos cerca de las escaleras que nos llevarían al piso inferior.

Keim miró a nuestras espaldas y tomó mi mano para atraerme hasta estar a su lado. Lo miré fijamente mientras avanzaba, con él sujetandome para no perderme.

Se veía tan serio en ese momento que no podía desconfiar de él. Sin sus usuales insinuaciones y cinismo era un chico totalmente diferente, aunque eso ya lo había descubierto. Parecía incluso algo cuerdo.

Escuché un chapoteo, y ambos bajamos la mirada, encontrándonos con nuestros zapatos pisando un charco en el suelo.

Keim no soltó mi mano, pero levantó la punta de su zapato para observar la sustancia que habíamos pisado. Olía a gasolina.

—Planean quemarlo todo —dijo tranquilamente, después de analizar alrededor.

—¿Por qué?

—Planean matarlas, a ti y a Ether.

No quise preguntar más, el miedo recorrió mi cuerpo entero.

Sólo faltaba un pasillo por recorrer para llegar a las escaleras, y entonces Keim se paró en seco, tenso, con su mirada fija en la oscuridad profunda del pasillo contrario al que tomaríamos.

Lo vi llevar su mano hasta su cinturón, en su espalda, e introducir los dedos allí con cautela. Tenía un arma allí, posiblemente una pistola o un cuchillo..

—¿Qué ocurre?

Frunció el ceño, y alejó nuevamente su mano, relajándose.

—Hay que separarnos —dijo finalmente, volviéndose para mirarme—. Me quedaré aquí y tú irás al segundo piso. No debes dejar que te atrapen. Si encuentras a Ether, o a alguien que quiera hacerte daño; grita, no importa si ellos te escuchan, yo llegaré primero. Si la encuentro yo. Te encontrare a ti.

𝐴́𝑛𝑔𝑒𝑙𝑒𝑠 𝑦 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠  [#1/COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora