Ya No Soy La De Ayer.

Cap.15

NARRADORA:

Isaac miraba por todos lados en busca de apoyo, alguien que le dijera que estaría mal, miro a su mejor amigo en busca de oír unas palabras que lo hicieran dejar de dudar pero en cambio solo obtuvo indiferencia, su mejor amigo desvió la mirada hacia la ventana sin siquiera hacerle caso, el chico se había quedado completamente solo hasta que recordó como había sido su vida hasta aquel entonces.

Siempre había estado completamente...Solo, nunca había estado alguien junto a él y un así se sentía completo y a la vez vacío.

La voz de aquella joven se volvió a hacer presente en aquel salón...

Ellos no fueron nunca tus amigos-sonrió de lado la dama-¿Acaso estas ciego? querido Saac, Solo te usaron.

Esa voz penetro los oídos del chico, haciendo darse cuenta que nunca había tenido amigos, si no era así, porque no lo apoyaban, porque todos guardaban en silencio, nadie decía nada y entonces todo lo pudo entender.

Nunca tuvo amigos, siempre estuvo solo, pensó que algo cambiaria y cambio cuando ellos se le acercaron. Acaso había sido el juguete de todos y por eso nadie decía nada ahora, los amigos fueron falsos, nadie le levanto la mirada y él se forzó a no reclamar absolutamente nada.

El chico jamás vio por su propio bien, siempre se preocupó por el hecho de que los demás estuvieran bien y ¿si ese fue su gran error? Ahora solo debía comenzar de cero, pero ahora buscando el bien para el mismo, haciendo lo que ellos hicieron con él, antes él fue un escalón mas, en cambio ahora sería el que subiera a través de ellos sin importarle lo que los demás pensaran de él, como ellos tampoco pensaron en él.

¿Tan seguro estaba de cambiar?

¿Si cambiaba algo mejoraría?

¿Cómo serían las cosas?

El chico no estaba seguro de la respuesta que daría, pero sabía que todos lo habían utilizado y si podía cambiar algo uniéndose a ellos lo haría aun así fuera lo último que lograra.

Sin dudarlo él se uniría a aquellos chicos.

Sería uno más en el grupo.

Narra Evangeline:

El chico parecía estar en una pelea interna hasta que la voz de Mau se hizo presente.

Mau: ¿Cuál es tu respuesta?-pregunto seriamente

El chico no dudo en responder-Estoy con ustedes-esa fue la palabra que lo unió a nosotros.

Sonreí de lado y lo abrace en forma de apoyo antes de separarme de él, le susurre-Es la mejor opción que pudiste elegir.-el solo asintió con la cabeza.

Matías: Nosotros nos vamos-sonrió de lado-si preguntan por nosotros digan que le daremos la bienvenida al nuevo del grupo

Todos en el salón asintieron con la cabeza, mientras no dirigíamos a la salida, dirigí mi mirada hacia todos aquellos hipócritas que utilizaron a aquel chico solo por ser hijo del director, pero mientras miraba a todos ellos, mi ojos se toparon con aquella persona, sin duda alguna era el... Era Darren.

No dije nada, no me enoje, no había porque levantar sospechas y sin decir nada mas salí tras mis compañeros, corrí hasta alcanzarlos.

Matí: ya te estabas tardando-me reprocho

Yo: lo siento-me disculpe- él está en nuestro salón -sonreí al imaginarme el verlo destrozado

Matí: ¡Genial!-exclamo-así me encargo de que no quiera pasarse de listo

Saac: ¿Quién es el?-cuestiono

Mau: El motivo por el cual estamos aquí-dijo fríamente mientras caminábamos- ella es su perdición

Después de salir del colegio, subimos al auto y Mauricio manejo de regreso a nuestra casa, durante todo el camino Saac nos habló del chico que queríamos saber, por supuesto ese chico era Darren, lo que Saac nos platicó no era novedad para mí, quizás no lo conocía bien pero sabía algo claramente él era un excelente actor... un actor que sabe mentir con palabras hermosas.

Odio las mentiras sobre todo, sé que la mayoría prefiere escuchar dulces y hermosas mentiras, antes que escuchar las dolorosas y crueles verdades. Todo mundo elige las mentiras, entonces porque no devolvérselas.

Llegamos a casa en media hora, todos bajamos con cuidado.

Saac: ¿esta es su casa?-cuestiono mirando la casa que habíamos comprado

Mau: Exactamente-dijo en tono burlón-Desde ahora es también tu casa Amigo mío-dijo dándole una palmada en la espalda.