Narra Evangeline:
Ser los nuevos en el instituto, aun no me acostumbro, no sé cómo Matí y Mau se acostumbran a esto, supongo que después de tantos cambios ya es normal para ellos. Me pare temprano, quizás era la emoción de volver a mirarle.
Me puse mi camisa polo blanco y la falda negra que llegaba por encima de mis rodillas, las calcetas y las botas largas de color blanco, al momento de peinarme me hice una coleta de lado.
Camine despacio hasta la habitación de Mau y la abrí con ayuda de un alfiler ya que esta vez tenia seguro, ingrese de puntitas, llegue hasta la orilla de cama y me tire encima de él.
Malditaaa Evangeline-grito mientras maldecía por lo debajo
Yo: Como supiste que era yo-respondí mientras me sentaba a un lado de la cama
Mau: Solo a ti se te ocurre abrir las puertas aun teniendo seguro tonta-grito
Yo: no te enojes Mau-hice un puchero
Mau: Sal de mi habitación-dije empujándome de la cama-Necesito cambiarme
Yo: Ya entendí-me pare y camine hacia la salida-te espero en la sala Mau
Al salir de la habitación me topé con Matí que tenía la cara que siempre pone cuando da sermones.
Matí: cuando demonios vas a aprender a no entrar a las habitaciones de los chicos Evangeline-suspiro-es frustrante, deberías entenderlo de una buena vez por todas-paso sus manos por su cabello-por favor entiéndelo-suplico
Yo: aunque me digas eso, no cambiare-dije cruzando mis brazos-es mi forma de ser, creí que lo habías entendido.
Matí: no me pidas que entienda tus tonterías
Yo: entonces no vengas a darme sermones, si no pretendes entenderme.-dije señalándolo
Ya cállense por dios-grito Mau desde su cuarto-son insoportables, por cierto Matí no te pongas celoso Bro.
Matí: no estoy celoso, ella debería aprender a no hacer siempre eso-se excuso
Algún día aprenderá-dijo Mau mientras salía de su cuarto riendo-por mientras regañarla no nos ayuda en nada, mucho menos nos sirve
Yo: ya lo vez-sonreí victoriosa
Ambos estaban listos Mauricio llevaba la camisa tipo polo negra y pantalón negro al igual que Matí ambos se veían realmente guapos.
Sin duda habrá muchas zorras alrededor de ellos-me recordó mi subconsciente
[...]
Cuando llegamos al colegio, todas las miradas estaban sobre nosotros, cosa que para nada me gustaba, a Matías y Mauricio también le disgustaba el hecho de ser observado.
Qué demonios miran-grito Mauricio y los que miraban, asustado apartaron la mirada enseguida.
Matí: Este lugar será nuestro tambien-Sonrio
Yo: está claro que si.-sonreí mientras caminábamos hacia el salón
Una vez en el Matí y Mau decidieron dejar en claro cómo serían las cosas desde hoy en adelante, Mauricio pasó al frente junto con Matías a su lado y comenzaron a hablar.
Mau: Desde hoy en adelante obedecerán tres reglas principales para su bienestar-advirtió mientras sonreía-Numero uno-levanto un dedo-No nos miren.
Los alumnos miraban desconcertados a Mau ya que ninguno entendía lo que pasaba y como siempre nunca falta el que quiera meterse e interrumpir
Quienes se creen para ponernos reglas- hablo un chico pelinegro
Al escucharlo Matías estaba a punto de explotar, antes que él lo hiciera me pare y me puse enfrente de él, le puse uno de mis dedos en sus labios, el chico me miraba desconcertado por mi acción en ese momento le dije con voz clara y dulce-No deberías meterte en esto, Se niño bueno y escucha.
Matías: deja de hacer eso-hablo mientras me tomaba de la mano y me hacía ponerle a lado de ellos-Ahora si prosigue-dijo mirando a Mauricio
Mau: Regla número uno-levanto su dedo-No nos miren-los miro desafiantemente-Numero dos-levanto dos dedos-No nos reten-sonrió de manera arrogante-Numero tres-levanto tres dedos-No se metan con ninguno de nosotros-dijo mientras nos señalaba a cada uno
Matí: están bajos nuestras ordenes, ni siquiera el director nos puede prohibir decir o hacer lo que nosotros queramos, después de todo nosotros pagamos sus deudas, en pocas palabras podemos decir que compramos el colegio-sonrió de mala manera ante ellos.
Los murmullos se comenzaron a hacer presentes, el chico al que había callado volvió a habar
Eso no es posible-dijo enojado-ustedes no tienen derecho a querer mandar
Mauricio iba a responder pero decidí hablar antes que él.
Yo: ¿Cuál es tu nombre imbécil?-pregunte sonriendo
Chico: Isaac pero me dicen Saac
El hijo del director puede sernos de gran ayuda aqui-sonrei ante mi grandiosa idea
Yo: Bueno Saac, ¿Quieres ser uno de nosotros?-le pregunte, los demás al oírme no entendían nada
Isaac: ¿porque debería unirme?-cuestiono de mala gana
Yo: porque al final gobernaremos aquí-Dije fríamente-Tú eliges-suspire-Gobiernas con nosotros o te inclinas ante nosotros, mira-señale a todos sus compañeros-Ninguno de ellos tiene la opción que tú tienes, ¿crees que si ellos estuvieran en tu lugar dudarían tanto como tú lo haces?-le pregunte
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Ya No Soy La De Ayer.
Teen FictionEvangeline Walker Evans, una chica demasiado inmadura e inocente ante la vista de todo el mundo, incluyendo a la vista de su madre que la considera una adolescente con mentalidad de una niña caprichuda, pero todo esto cambia cuando es mandada a pari...