Héroes de la noche

De la noche

En una joyería de media noche, unos hombres encapuchados entran en ella. No hay nadie en la calle, son oscuras y con una sola farola que ilumina esa misma acera. Los hombres encapuchados y vestidos de negros con unos pasamontañas del mismo color, sacan de unas mochilas que llevan herramientas que les permitirá abrir la cerradura de la joyería y así poder entrar.

Tras haber dañado la cerradura y forzarla consiguen entrar. Dentro de la joyería, tendrán 60 segundos antes de que la alarma empiece a sonar y reciba una alerta la policía. En el interior de la joyería, los hombres sacan una linterna para iluminar la sala y poder ver las joyas que se disponen a robar. Empiezan a coger de varios modelos y las meten en sus mochilas lo mas rápido posible.

Todo y aun que la calle parecía estar desierta, ya por las horas que eran (la 1:30 de la madrugada), una chica con una chaqueta y la capucha puesta, camina justo por la esquina de la misma calle donde se encuentra la joyería que está siendo robada. A la chica, no se le ve muy bien el rostro además de llevar la capucha y la poca luz que hay. En ese momento, suena la alarma de la joyería, cosa que llama la atención de la chica que mira de donde proviene la alarma.

Ella sigue en la esquina y esta a punto de dar la vuelta hacia la calle, pero en ese momento los 3 hombres encapuchados salen de la joyería y se dirigen a la misma esquina por donde viene la chica con capucha. Los ladrones topan con ella, haciendo que choquen y caigan sus mochilas con las joyas robadas. La chica ve las mochilas con las joyas algo sobresalidas. Los ladrones cogen las mochilas rápido y disponen a huir al ver que solo es una chica adolescente.

Pero justo cuando se disponen a huir, la chica alarga su pierna y hace que uno de los ladrones tropiece y caiga al suelo. Los otros dos, miran a la chica anonadados.

- Niña, dejáte de tonterías... no te metas en esto- dice uno de los ladrones.

- Vete... si no quieres meterte en problemas.- dice otro de los hombres encapuchados mientras saca un cuchillo.

-No os han enseñado a no coger cosas que no son vuestras...- dice la chica.

-Y a ti no te han enseñado a no meterte en asuntos que no son tuyos... - dice levantándose el ladrón al cual la chica a hecho que cayese al suelo.

-A ambos no nos han enseñado muchas cosas... - dice la chica dandóse la vuelta y mirando al ladrón.

La chica se gira totalmente para verlo, aún así sin ver su cara que sigue tapada por la capucha y por la falta de iluminación. Se va acercando poco a poco al ladrón que ha tirado y una vez lo suficientemente cerca, le da un golpe con el puño cerrado en la nariz tirándolo otra vez al suelo. Los otros dos ladrones se acercan a ella, primero el que va con el cuchillo quien intenta cogerla por atrás. Ella primero se gira y evita que la coja haciendo un movimiento hacia la derecha. Coge el brazo de este segundo ladrón y lo estampa hacia la pared. El cuchillo que cae al suelo es pisado por la chica quien lo retira de una patada hacia atrás. El tercer ladrón, se acerca a la chica también. Intenta hacer lo mismo que el anterior, cogerla y amenazarla, pero ella se avanza se agacha para evitar que la coja y le da una patada a la tripa que lo lanza al suelo.

La chica, levanta su cabeza y mirada a la vez. Se retira la capucha y su rostro se ilumina por una luz. Es una chica de ojos castaños y pelo oscuro, mira hacia atrás y ve la situación, como ha dejado tirados en el suelo a los tres ladrones. De repente, se oye la sirena de una de las patrullas de policías. La chica huye dejando a los ladrones a la suerte de la policía.

A la mañana siguiente, en un piso rentado y pequeño, se oye una radio con la canción "Whatever it takes" de Imagine Dragons que suena en ese momento. En la ventana, esta esa misma chica que en la madrugada detuvo a que esos ladrones se llevasen las joyas que habían robado. Esta en la cocina de su apartamento, preparando el desayuno: cereales con yogur. Se sienta en la mesa para desayunar, mientras escucha la canción y lee el horóscopo de una revista. Ve el reloj que marcan las 8:30 de la mañana y se levanta rápido de la mesa tirando casi el bol con el yogur y los cereales. Al acabar el desayuno, entra en su habitación para cambiarse de ropa ya que iba en pijama. Sale de su habitación con una camiseta blanca y pantalones cortos tejanos con un bolso. Se dirige a la puerta de su piso y se marcha rápido.