little boy × vminkook

36 we don't talk anymore pt 2.

-Señor Lee...si le avisa a JiMin de seguro es capaz de esconderse fingiendo que no está en casa. Necesito hablar con él.

El señor Lee suspiró y dejó viajar su memoria a la última vez que vió al menor salir del departamento. Apariencia casi moribunda, sorbiendo por la nariz cada unos cuando segundos, la mochila colgado de su brazo y caminando lento. Sintió tanta lástima por el chico ese día como en ese instante, en cual en su rostro se mostraba una sonrisa, pero no demostraba completa felicidad.

-Está bien, pasa chico.

JungKook le agradeció y caminó hacia el ascensor, pero no tuvo tiempo para subir, ya que justo al momento de llegar, las puertas se cerraron y comenzó a subir. Decidió subir por las escaleras. Sí, trece pisos por las escaleras, así tendría tiempo de pensar cuáles serían las palabras correctas. Al llegar al quinto piso, su memoria le trajo un recuerdo que jamás debió olvidar. Otro elevador iniciaba en aquel piso, así que corrió hacia él encontrandose con la fortuna de que estaba vacío. No era tan imposible para el subir al piso trece, pero tampoco quería llegar todo empapado en sudor. Marcó el número trece y espero paciente.

En cuanto llegó al piso indicado, salió del ascensor y caminó por el pasillo hacia el departamento que tanto conocía mientras su corazón comenzaba a latir un poquito más rápido por la emoción y los nervios, pero jamás llegó a llamar a la puerta de JiMin en aquella oportunidad. Se escondió tras uno de los floreros gigantes que adornaban el pasillo para observar al chico que estaba frente a la puerta de JiMin con los brazos abiertos, quienes luego recibieron un abrazo de parte del dueño del departamento. JungKook no sabía precisamente cómo reaccionar y menos aún cuando terminó por reconocer al desconocido. No era nada más ni nada menos que Min YoonGi.

JungKook corrió hacia el ascensor apenas la puerta del departamento de JiMin fue cerrada y apretó el botón que indicaba el primer piso. Se dejó caer en el frío piso, era tarde, de seguro nadie le molestaría, y comenzó a dejar salir todo fuera. Quizás debió golpear la puerta de todas formas o quizás estaba bien lo que hacía. No sabía con claridad. Tenía mucha rabia y a la vez sentía mucha tristeza. Se sentía estúpido, mucho y culpable. Quería decirle a JiMin todo el mal que había hecho y a la vez decirle cuanto malditamente lo amaba. Reprimió sus sollozos los más que pudo y al llegar al primer piso, corrió fuera del departamento sin siquiera fijarse si el señor Lee lo veía. Este por su parte sintió algo de culpa, quizás sí le tuvo que avisar sobre la visita que había subido al departamento de JiMin segundos antes que él.

Ya afuera, Jeon miró a su alrededor y notó que estaba solo. Una que otra persona caminaba por las oscuras calles y se sintió perdido. Intentó calmarse regulando su respiración y sacó sus audífonos junto a su teléfono para perderse en letras que de seguro le dolerían, pero las necesitaba. Se había ilusionado demasiado cuando sabía que no debía y ahora sufría las consecuencias de su error.

"No quiero saber cómo te vestirás esta noche, si él te tiene fuerte entre sus brazos como yo solía hacer"

Caminó de vuelta a la estación de autobuses lento, pero estaba tan perdido en la música que pasó de este lo suficiente como para cuando se dió cuenta decidió caminar al siguiente, pero fue otro error de aquel día. Las calles se habían vuelto más oscuras y vacías, un perfecto ambiente para que tres chicos de aspecto algo sombrío se acercaran a él y lo intentaran asaltar. Debido a su ánimo, JungKook quiso defenderse, pero fue inútil, ellos eran más en número y en ganas. Le arrebataron su celular y arrancaron, dejando a JungKook en el suelo. El pelinegro se preguntaba que cosa tan mala había hecho para recibir tanta miseria en un solo día. Se quedó ahí, en el suelo, mientras intentaba buscar algún tipo de fuerza o energía para levantarse. Además de golpearle la cara, le habían dado fuertes patadas en diferentes partes del cuerpo en cuanto cayó.