Hijo de la Luna (yk) °One-shot°

Capitulo Único

En esta actualidad no creerías en lo que paso hace tanto años, como aquellas historias fantasiosas sí tienen su pizca de realidad y como esta leyenda de la dama Luna comenzó.

Sabía que ella la podía ayudar, lo sabía con certeza. Al encontrarse con aquella bruja en el pueblo sintió que era una simple pero esperanzadora señal.

Corrió entre los arboles buscando llegar al lugar que aquella mujer menciono, pero su tristeza pudo más y cayo llorando sobre la tierra ante el recuerdo de su miserable vida, ¿Quién no iba a llorar de ese modo? Si eres la única entre tus hermanas sin esposo ni heredero, y peor en un pueblo donde la mujer infértil era la peor deshonra para la familia.

Ante unos extraños gruñidos levanto la mirada y vio a un exuberante lobo, con el pelaje negro y ojos castaños, parado frente a ella. La ayudo a levantarse y camino siendo guiada por aquel hasta las orillas del bravo mar.

El miedo que sintió cuando estaba junto al lobo no era nada comparado al miedo que sentía cuando fue dejada frente a la orilla y 5 lobos más se unieran a la escena como si fueran a contemplar a la luna.

En esa fría noche, frente al mar, le rogo al astro que pare su sufrir, que le conceda un deseo para eliminar toda su desgracia.

Su familia creía que la maldición cayó sobre su sangre, que seguro era indigna e iba a morir sola.

La pobre se arrodillo frente al mar e imploro por que la luna la pudiese ayudar.

– Oh mi señora, por favor no me castigue de tal forma – dijo entre sollozos, pero su llamado no obtuvo respuesta.

Los seis lobos guardianes se encontraban tras la mujer escuchando sus sollozos, NamJoon, uno de ellos, al no poder aguantar ver como aquella dama sufría se acercó a pasos firmes pero los demás lo detuvieron, tenían que seguir las ordenes de su señora.

Pasaron las noches y la mujer no cesaba en su llanto suplicando hasta que la luna le contesto.

– Eh oído tus ruegos hija mía y te concederé tu deseo. – La mujer dejando de lado sus lágrimas comenzó a agradecer a la luna por su acto de bondad, mientras los guardias vestidos con una túnica negra se arrodillaban al escuchar a su señora.

– Tendrás a tu hombre piel morena – desde el cielo hablo la luna llena – Pero a cambio quiero el hijo primero que le engendres a él.

La pobre chica no podía creer el precio que tenía que pagar, un hijo de sus entrañas, no soportaría tampoco ese dolor, pero a pesar de todo acepto y la luna su deseo le concedió.

Pasaron los meses y conoció a un buen hombre, tal como dijo la luna. Y ambos llenos de felicidad y gozo se casaron, la luna cumplió con su parte.

Cuando se enteró que quedó embarazada un remordimiento ataco su corazón. No tenía que querer a ese niño, para no sufrir su perdida.

El día del nacimiento llegó y todos estaban entusiasmados ante el primer hijo de aquella pareja, pero no todo resulto como esperaban.

De padre canela nació un niño, blanco como el lomo de un armiño, con los ojos grises en vez de aceituna, niño albino de luna.

La mujer se limitó a apreciar a su hijo sin darse cuenta del caos a su alrededor, su esposo pensó que lo había engañado, a pesar de que la mujer le había contado sobre su pacto con la luna, este no le creyó.

La mujer cargo a su hijo en brazos al sentirse en peligro y corrió hacia el bosque huyendo de todo lo que le podría hacer daño.

Hombre al creerse deshonrado se fue a su mujer cuchillo en mano ¿De quién es el hijo? Me has engañado fijo y de muerte la hirió.