Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte II)

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—Tan especial que la besé—se encoge de hombros.

Veo hacia el techo procesando la declaración de lo que ya sé y luego entrecierro mis ojos hacia él. Se cruza de brazos y saluda a alguien detrás de nosotros antes de volver su atención a mí.

—Ese será un bonito recuerdo, Andrew. Ahora es tu entrevistadora especial sin besos ni nada así de loco.

— ¿Ni siquiera un inofensivo coqueteo? A mis fivers le gusta eso.

—Sin besos. Coqueteo solo para entretener e inofensivo.

—Trato—estira su mano y la estrecha con la mía. Elise aclara su garganta.

—Disculpen, pero estoy aquí y no autoricé este tipo de negociación en el que no velan por mis intereses.

—Jodidamente viniste, amorcito.

Volteo a ver a nuestro nuevo integrante a la conversación. Dexter Jefferson. Entrecierra sus ojos hacia mí y luego palmea mi hombro.

« ¡Hombre! Te has lanzado el libro de tu vida. Esa mierda es grandiosa ¡Felicidades!

—Gracias—enarco mi ceja hacia él, pero le sonrío. Se inclina para que solo yo pueda escucharlo.

—Estoy ayudando a Hottie y a la Fiver rubia—murmura— con tu borrador.

—Oh, mantenlo en secreto—murmuro de regreso y asiente con la cabeza antes de palmear con demasiada fuerza el hombro de Andrew.

—Me alegra que vinieras.

—No tuve opción, eso o enloquecer encerrado. Todos dijeron que necesito socializar ¿No? Ya veo que trajiste compañía, no sé si debería sorprenderme.

— ¿Estás cabreado conmigo, Andrew?

—Con la vida—responde encogiéndose de hombros y Dexter frunce el ceño—. Bueno, fue un placer hacer tratos contigo, Matthew; y Elise, ten una buena noche. Espero verlos de nuevo, ahora, iré a dar una vuelta...Por aquí.

Lo vemos irse y saludar a las personas a su paso, mi mirada se topa con los ojos grises de Abby, quien, no retira la vista y endurezco mi expresión antes de volver a ver a Elise, ella ha notado todo ese intercambio de miradas y creo que quiere decirme algo.

—Esto es tan jodidamente raro—susurra Dexter pasando una mano por su cabello—, hay mierda que debe ser limpiada. Los veo luego, diviértanse.

Me giro para observar de nuevo a Elise, llevo mis manos a sus caderas dispuesto a recuperar el beso perdido, pero ella me esquiva dejando una mano sobre mi pecho.

— ¿Qué sucede? ¿Verla te está afectando demasiado? No voy a enojarme, solo quiero saber si estar aquí con ella es demasiado para ti.

—Ella no tiene poder sobre mí, no me molesta estar en el mismo lugar que Abby. Me incomoda el que no me quite la mirada de encima y me vea como si yo le debiera algo.

—Creo que quizá se pregunta qué mierda pasó por su cabeza cuando dejó ir a la mente maestra de excelentes libros y quien ahora luce como un modelo de ropa interior—sonríe de forma ladeada y en sus ojos está ese toque de picardía mientras acerca su rostro al mío—. Me siento un poco mal de regocijarme ante el hecho de que la vida le está pateando hasta el alma mostrándole cómo siempre fuiste maravilloso y cómo la vida preparó para ti un futuro lleno de éxitos que te encargaste de alcanzar.

» ¿Sabes algo? Me siento orgullosa de que me presentes como tu novia, me siento orgullosa cuando veo tus libros en vitrinas de librerías o alguien habla del excelente escritor que eres. Y hoy me siento orgullosa porque enfrentas tu pasado como todo un campeón.

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