Capitulo 5

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– Ho-Hola –contestó Michelle dejándolo de ver, pues estaba muy sonrojada.

– ¿Cómo te llamas? –preguntó él aún viéndola.

Todos observaban con atención.

– Se llama Michelle –dijo John de repente. Todos lo miraron.

– Oh, qué lindo nombre –dijo el chico.

– Gracias, ¿y cuál es tu nombre? - dijo tímida mirando al suelo.

– Paul, Paul McCartney –respondió sonriente extendiéndo su mano.

Michelle le devolvió la sonrisa, un poco apenada, pues no sabía que otra cosa decir o hacer. Además estaba muy sonrojada.

Tomó su mano cuando...

– Hey, Michelle, ¿ya quieres que te lleve a tu casa? –preguntó John interponiéndose.

– Es... ¿Es tu novia? –preguntó Paul con un tono triste.

– N-No... –respondió cabizbajo.

PAUL

¡Dios! Esta chica es realmente hermosa, cuando volteé y la ví, practicamente me paralizé. Jamás me había pasado algo así, si esto es enamorarse no quiero que termine nunca.

Algo le pasa a John, él nunca se porta de esa manera, parecía sobre protector con ella, tal véz le gustaba o qué sé yo. Pero de algo estoy completamente seguro: la conseguiré.

MICHELLE

¿Qué le pasa a John? ¿A caso está celoso? No lo sé. Paul se ve demasiado lindo y parece muy educado y buena persona. Tal véz algo podría pasar, sólo espero que John no siga portándose de esa manera, nunca antes había sido así.

Estuvimos ahí unas horas, yo me entretenía viendo la gran cantidad de discos que tenían, dibujaba y escribía, todo mientras los chicos ensayaban o le ponían ritmo a sus canciones, pero la mayoría de veces escuchaba como fastidiaban a John y como el hacía bromas.

Todos reíamos, menos Paul, quien estuvo muy pensativo a todo momento.

Por fin terminaron y Paul se acercó a mi con una ligera sonrisa.

– ¡Michelle! –dijo sonriente.

– ¡Paul! –bromeé devolviéndole la sonrisa.

– Quería saber si, amm... tal véz, ¿te gustaría ir al parque conmigo mañana? –preguntó.

– ¿En-en serio? Digo.. ¡Claro! –reaccioné.

– ¡Genial! –dijo con una hermosa sonrisa –¿Está bien a las diez?

Reí ligeramente – Sí, está b...

No pude terminar de hablar, pues John vino de repente, interrumpiendo y casi gritando.

– ¡Ya nos vamos Michelle!

– Oh, está bien John –dije algo disgustada– A las diez está bien Paul, adiós.

– Adiós Michelle –dijo y me dio un beso en la mejilla que hizo que me sonrojara.

Inmediatamente John me jaló de la muñeca a la salida. Me despedí de los demas como pude.

Y salimos.

– Y bueno, ¿vamos al parque? o ¿a mi casa? o ¿a dónde quieres ir? –preguntó John.

– A mi casa –respondí cortante adelantándome.

Across The UniverseWhere stories live. Discover now