capitulo 32

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Capítulo 32.

Pov Yokozawa

"Maldito Kirishima"

¡Esto no puede estar pasando! pero y si... ¡maldición! Lo peor es que no puedo preguntarle porque si es cierto, entonces él...

— ¿Takafumi? — levanté la vista y encontré a Saya mirándome preocupada.

— ¿Qué haces aquí?

— Me pediste que cuidara a Hiyori ¿lo olvidaste?

— Yo... si. Lo siento, gracias por cuidar de Hiyo.

— ¿Paso algo en la empresa?

— No. Solo estoy cansado

Saya se retiró no muy convencida de mis palabras, debo pensar una buena excusa antes de que sospeche algo, ahora que estoy en casa no me siento mejor que cuando salí del hospital, veo a mi hija sonreírme mientras Sorata se dirige hacia la cocina para la cena y veo a mi alrededor. La vida que construimos aquí, ha sido buena, no sé qué resultados darán las pruebas, el único presentimiento inquietante es que todo cambiará.

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Pov. Normal

— Yokozawa-san, aquí están los resultados de sus exámenes — el médico sacó el archivo del sobre mientras observaba el papel en sus manos.

— ¿Y?... — preguntó impaciente.

— Felicidades Yokozawa-san ­— respondió el galeno con una sonrisa que hizo helar su alma — los resultados de embarazo dieron positivo.

— ¡¿QUÉ?!

— Como usted me oye, lo derivaré a un especialista para que realice el correspondiente seguimiento, debo recomendar que está estrictamente prohibido fumar, beber alcohol o tomar medicamentos sin previa consulta.

— Es-espera ¡Eso no puede ser cierto!

— Claro que lo es — la voz tan conocida para el peliazul lo hizo aún más pálido — Puse todo de mi parte, ja no puedes esperar menos.

Sentado a su lado no era otro que Kirishima mientras pasaba un brazo por su hombro con una sonrisa de autosuficiencia

— NO TENDRE A TU HIJO.

Despertó en medio de la oscuridad con el corazón agitado y respirando con dificultad, una sombra oscura recorrió la habitación para caer bruscamente en su cama. Sorata maulló para tener la atención de su amo.

— ¿Papi? — la luz del pasillo se encendió mostrando a su pequeña hija aproximarse a la habitación.

— ¿Qué pasa Hiyo? ¿No puedes dormir?

— Uh hu — asintió la pequeña — Vi a Sora-chan correr hacia aquí, ¿puedo quedarme contigo?

— Claro...

Acuno a su hija entre sus brazos, pensando en cómo ella había cambiado su vida cuando llegó al mundo, se volvió la persona más importante en su vida y pensaba en el ser que podría estar en su vientre, la culpa lo invadió completamente, las últimas palabras de su sueño ¿eran sus verdaderos sentimientos? Yokozawa Takafumi en la oscuridad de su habitación admitió que tenía miedo, aunque si se detenía a pensarlo ¿a qué exactamente? ¿al bebé? Pensar en esa palabra hizo correr un escalofrío por la espalda y se odió inmediatamente después por eso, aun no sabía nada y ya estaba asumiendo lo peor y luego vio a su pequeña lanzar un suspiro mientras caía en un sueño profundo, decidido pensó en lo que podría ser, había sido un idiota en su juventud, puso su confianza en un sueño como Kirishima, no supo cuán importante era Hiyo para él hasta que estuvo a punto de perderla y luego estaba este bebé inexistente, al igual que Hiyo no podría odiarlo se levantaría de nuevo, por su familia, como lo hizo cuando hizo su nueva vida en Saporo, lejos de Kirishima, solo que esta vez no volvería, no más.

SIEMPRE FUISTE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora