VII. Cierra los ojos.

Start from the beginning
                                    

-¿¡Ah!? -Ayato se recuperó de aquellos segundos de delirio, y saltó bruscamente en la cama, molesto por perder la atención de ella. -No seas tonto Kanato, la mascota no sabe hablar.

-Teddy no habla pero aun así me responde, quiero que ella también lo haga -argumentó calmado, con tono irónico, como si la respuesta de su hermano hubiera sido boba.

-¡Teddy no te responde nada, todo te lo has inventado tú! -Ambos se alzaron en la cama, mirándose molestos.

-¡Cállate Ayato, sólo tienes envidia de que no puedes entender a la mascota ni a Teddy!

Hilde se alarmó al verlos pelear, pero se abstuvo de detenerlos al notar que el vampiro restante iba a intervenir.

-¡Basta los dos! -gritó el castaño, deteniendo la conversación en seco. Quizás era por ser trillizos, pero aquellos dos obedecían a Laito mucho más que a su madre. Los observó molesto antes de mecer suavemente a Yui quién había empezar a hacer pucheros, probablemente a punto de llorar por el escándalo. -Ayato-kun, no saltes así -reclamó pues había sido sacudido por su movimiento. -Kanato-kun, aunque puedas entender a Teddy no funciona igual con los humanos.

-¡Ja! -exclamó Ayato victorioso, señalándolo con el dedo.

-Y por último, la mascota tiene nombre, se llama Yui y nosotros lo escogimos. ¿Quedó claro?

Ambos bufaron molestos, pero asintieron. El pelirrojo murmuró por lo bajo un "le queda mejor mascota" y siguieron jugando. Poco rato después ya habían olvidado el incidente y estaban más que felices haciendo caras y gestos para la bebé.

Por primera vez en mucho tiempo ellos parecían ser felices.

Aunque su crianza no les permitiera decirlo abiertamente debido al orgullo, esa niña resultaba preciosa ante los ojos de los tres hermanos, sobre todo por la genuina sonrisa de felicidad que parecía no desprenderse de sus labios en ningún momento.

A los tres les causaba curiosidad como podía sonreír tanto y el porqué, sin pretenderlo, su risa infantil parecía extenderse hacia ellos, contagiándolos de una emoción inexplicable y las absurdas ganas de reír junto a la bebé.

Aunque para ellos Yui parecía una mascota tonta por ni siquiera saber hablar todavía, tenía un misterioso poder en su tacto que lograba doblegarlos.

Para Laito, ella transmitía un calor extraño que le quemaba hasta el pecho, lo hacía sonrojarse y sonreír como tonto. Había notado que lo mismo le pasaba a sus hermanos cuando tenían en sus brazos a la nena, y sentía un resquemor similar a cuando su madre le ignoraba y se iba con otros.

Para Kanato era como un juguete con vida. La muñeca que finalmente le habría de responder a sus preguntas y dejar de hacerlo sentir miserablemente solo.

Para Ayato ella era todo lo que deseaba de su madre y mucho más.

Ninguno quería perder aquello que habían encontrado y mucho menos que fuera arrebatado por sus hermanos.

Pero ese sentimiento todavía tardaría un tiempo en desarrollarse por completo. A pesar de las presiones de su madre en que Ayato tomara el mando familiar, el más inteligente de los tres sin duda era Laito, quién sabía ver más allá de lo que estaba a simple vista. Por eso, aun siendo tan sólo un niño fue él quien vio venir primero lo que en el futuro sólo traería problemas.

Quizás, era mucho peor.

Yui era algo nuevo, algo agradable y desconocido. No les miraba con desprecio, no los juzgaba o reprendía e incluso había mejorado un poco el carácter de su madre. La humana tenía algo que esperaban con ansias conocer.

OoOoO

Mansión Sakamaki. Año 20XX.

Un pesado silencio se instauró en aquella celda desde el momento en que Subaru se había retirado. La rubia no podía dar crédito a las acciones de la albina, desde el hecho de confundirla con Cordelia hasta haber perdido todo rastro de expresión en cuanto fue consciente de que su hijo estaba con ellas.

Aunque conocía parte del pasado de todos ellos seguía sin entender que era aquello tan grave para permitir que una madre ignorar a su hijo de esa cruel manera.

-¿Por qué lo hizo? -cuestionó Yui con la voz cargada de pesar. La mujer no la miró, sólo se limitó a seguir con la vista perdida en algún lugar lejano del exterior que mostraba su pequeña ventana. -Esto no es uno de sus delirios, estoy segura de que sabe lo que está haciendo...-exclamó la rubia, suavemente al principio, pero la molestia le hizo alzar la voz al final. -¡Sakamaki Christa deja de ignorarme! -gritó, atrayendo finalmente su atención al dejar salir sus turbulentas emociones.

Si esa mujer hubiera escuchado desde el inicio, si alguna de ellas hubiera visto el daño que le hacían a sus hijos todo hubiera sido tan distinto...

¿Por qué las cosas sucedieron así?

-¿Por qué te ocultas? -interrogó ella, haciendo caso omiso de sus palabras. Yui soportó la rabia y frustración con aparente calma, pero por dentro estaba temblando de furia. -Sé que estás ahí, Cordelia... -antes de que la rubia se diera cuenta la mujer de blanco se acercó precipitadamente a los barrotes, haciendo resonar el eco de su cuerpo al chocar con el metal por toda la habitación. -¡Vamos, contesta!

-Señora Christa...-exclamó Yui afligida, sin saber ya si sus palabras eran ciertas o no. Algo dentro de sí misma le decía que ella no estaba en un episodio de locura, sin embargo no tenía sentido. -Míreme, no soy Cordelia, soy Yui...

-Respóndeme Cordelia...-repitió, mirándola con tanta seriedad que la rubia no supo que decir. ¿La estaba confundiendo, o acaso ella...? -Tú sabes que estás haciendo daño a esta niña, ¿no? -exclamó alzando su voz. - ¿O acaso... tienes miedo de mí?

De repente toda su fuerza la abandonó, obligándola a cerrar sus ojos ante el desvanecimiento de su consciencia. Lo último que pudo recordar fue como su cuerpo respondía por sí mismo y abría sus ojos, para responderle con altanería:

-¿Miedo, yo?

OoOoO

Notas de Kou: Se supone que iba a ser algo mucho más corto para no tenerlas esperando pero al final los trillizos me inspiraron demasiado (?) La escena original iba a ser sólo linda pero les juro que se manejan solos, luego pensé "bueno, ellos ya a esa edad deben estar lo suficientemente dañados y si Yui es una bebé no puede ayudarles tampoco" así que me pareció mejor.

La conversación de Yui y Christa sería más larga si los gemelos no hubieran robado tanto protagonismo, pero ya se verá de la albina y Cordelia en el siguiente cap.

No saben cuánto las amo por sus votos, lecturas, amenazas (ellas saben quién xD), follow y todas las agregadas a listas de lectura. Me emociono como loca cada que veo una notificación, pero me deprimo porque me siento una grosera ya que tardo en actualizar y a veces respondo tarde o de plano se me pasa. Les juro que si a alguien no le respondo no es ignorarla, se me pasan, una disculpa -.-U

Como estoy usando horas del trabajo (sí, escribo a escondidas, no sean como yo y sean productivas) sólo me queda agradecerles mucho por todo su apoyo y espera, además de anunciarles (o recordarles si ya saben) que tengo nueva historia, les dejo la portada:

Como estoy usando horas del trabajo (sí, escribo a escondidas, no sean como yo y sean productivas) sólo me queda agradecerles mucho por todo su apoyo y espera, además de anunciarles (o recordarles si ya saben) que tengo nueva historia, les dejo la...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ánima | Diabolik Lovers | Clan Komori |Where stories live. Discover now