Capítulo 50

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El mar de lágrimas que corrían por los ojos de Doniyah no eran normales ante desconocidos que no saben qué está pasando. Al principio todo lo que Zayn le pedía al universo era un día en que Londres le dejase tranquilamente disfrutar de un poco de sol, pero ahora, ahora no sabe exactamente qué tendría que pedirle a Londres. Han raptado a su hija y su hermana mayor quiere morirse al creer que tiene la culpa de la situación; Zayn, en el fondo, escucha una voz que le grita lo cierto que eso es: "Ella la dejó sola, ella es culpable". Pero Zayn es un ser humano sensato aunque le cueste mantener la cordura en estos momentos, sabe que su hermana no es culpable, que ha sido un hijo de puta que las pagará muy caro.

Cada días más este mundo se torna perverso como nada.

A la distancia se escuchaban las sirenas, toda la actividad se había ido a la mierda y ya no se sabía a quién prestarle atención. Él alzaba la mirada y por un lado, varios papás abrazaban a sus hijos o negaban con la cabeza haciendo gestos de gran sorpresa. Nadie se espera estar disfrutando de un tranquilo instante alegre y que después las cosas se tornen así de agresivas y oscuras.

Luego de la llamada que Zayn recibió de Doniyah, salió apresurado sin dar explicaciones y no vio a nadie en la entrada, pero segundos después su hermana apareció por la acera pegando gritos y ahogada en llanto. Su maquillaje siempre bien hecho se estaba corriendo y era desolador verla, Zayn no entendió por qué tanto llanto hasta que su mente hizo click dándose cuenta de la ausencia de Farah. Un fuego le quemó la garganta hasta la base de sus intestinos, sintió que el sol burlesco del cielo esta vez sí era capaz de calentarlo, de repente no era invierno sino verano y la temperatura había aumentado al trecientos por cientos. Se volvió un infierno a su alrededor y tembló como si la muerte se hubiese parado en frente de él.

Sus padres no tardaron en salir, él agarró fuerzas y llamó al 911. ¿A quién se llama en casos como estos? Zayn no tenía la menor idea, pero lo hizo. Y ahora las sirenas se escuchan y vienen los que tienen que venir, Alina tiene cara de no creerlo porque obviamente el barrio es un buen barrio, nunca nada de ese tipo de cosas habían ocurrido en pleno día y menos en el área. Agachó la mirada y la fijó en un punto clave de la hierba en la entrada de la guardería.

__ Tiene tres años- susurró, y dios no le pidió perdón por todo ese dolor.

Harry, viendo la tensión entre los Malik y percatándose de esa mirada perdida en Zayn, se acercó. Dobló las rodillas agachándose frente a su amor y le tomó las manos, el hombre adolorido buscó al dueño de esas leves caricias y se dio cuenta que era Harry.

__ La van a encontrar- Zayn cerró los ojos, esas palabras le dolían demasiado, demasiado.

__ Qué mierda- se limitó a susurrar.

Las sirenas sonaron cerca, la policía estaba aquí y una ambulancia se había estacionado. Harry se puso de pies, observó a su suegra siendo la líder del asunto y lo primero que hicieron fue preguntar por Zayn, así que volteó a ver a su novio para percatarse de que el chico estaba volviendo a retomar la cordura.

__ Aquí estoy- el copete se lo peinó hacia atrás con la mano y le dio la mano al hombre de canas que usaba ese uniforme de gente que se supone trabaja para cuidar a los ciudadanos de esta ciudad.

Dio los datos de Farah, su nombre, su edad y su aspecto físico. No tenía ninguna foto física, pero su padre sí, en la billetera tenía una de esas que usaron para colocar en la ficha que se entrega en el expediente que guarda la guardería. Mientras los datos eran recogidos, a Doniyah un paramédico la ayudaba a calmarse, a que evitara quedarse sin aire o a que no sufriera alguna especie de ataque nervioso porque la mujer estaba realmente pasándola mal y Zayn ya no podía escuchar ese llanto. Lia hasta le había entregado una botella de agua.

¿Estás ocupado? *Zarry Stalik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora