Según los habitantes del lugar, Mytris Eden es llamado "El Pueblo del Terror".
La mayoría de los años, en El Mes de Halloween, un grupo de personas se reúnen cada noche para cometer unos terribles y desagradables asesinatos. Según por lo que s...
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PÁGINA 3 Como se mencionó, Beth tenía cinco años la vez que vio cuando una persona "poseída" (según su tía) por una de esas almas del infierno, mató a sus padres. Si bien ella no sabía que eran almas, si pudo presenciar aquella escena. Beth estaba en su habitación haciendo decorativos para la fiesta de bienvenida de otra de las familias fundadoras, los Jaminson. Todo estaba bien, hasta que escuchó gritos que provenían de la sala. Beth salió de su habitación y se dirigió hacia la sala para comprobar que había ocurrido. En el momento en el que ella bajó las escaleras, vio el cuerpo de su madre y su padre tendidos en el suelo rodeados de un gran charco de sangre. En ese momento sintió como una parte de ella se rompía, y aunque no lo haya sentido, una nueva parte comenzaba a formarse en ella, una parte que nadie esperaba. Beth se quedó al lado de los cuerpos, triste y asustada, pero en parte aliviada al recordar que su hermana menor estaba siendo cuidada por su tía, porque si no, seguro hubiera terminado como sus padres. Ella ni siquiera se había inmutado de que el asesino aún seguía en la casa, y cuando lo hizo se aterrorizó pensando que sería su turno. "Te dejaré vivir. En un futuro me servirás de mucho", eso fue lo que le dijo el asesino de sus padres antes de desaparecer de la zona. No importa cuánto pase, Beth siempre recuerda esa escena en sus sueños como una tenebrosa pesadilla. Si bien Beth decidió quedarse en su casa, a su hermana no se lo permitieron, porque ella apenas tenía tres años. Se la llevaron y la separaron de ella, cosa que la dañó mucho. Años después de lo que sucedió, de aquellas noches y días buscado información, luego de cumplir los 17 años, Beth no volvió a ser la misma persona. Se sentía atraída por cosas que no eran buenas, acciones que le traerían muchos problemas, acciones que provocarían que su Dios la mirara con ojos de desprecio. Sentía sed de sangre, sed de venganza. Sentía ganas de aliviar su enojo con algo luego de tantos años de desespero buscando información sobre quien mató a sus padres. Y cuando pensaba actuar para calmar esas ansias, Beth comenzó a despertarse sin recordar en que momentos se iba a dormir. No solo eso, ella también soñaba o recordaba lugares en los que supuestamente ella estuvo. Ella pensaba que recordar esas cosas como que estuvo en el bosque del Hutan Berdarah la noche anterior, no tiene sentido. No tenía sentido hasta que descubrió que una de esas almas se apoderó de su cuerpo, y que su destino estaba claro; moriría o sería utilizada para matar.
¡¿Cómo que un alma se apoderó de su cuerpo?! Esto se pone bueno, cada vez más bueno.
— ¡Bonita foto, Lidia! —me quité mis audífonos al verlo—. Te veías muy aterradora.
Fruncí el ceño y miré a los chicos del equipo de básquet junto con las porristas riendo. No tengo idea de que están hablando, así que solo lo ignore poniéndome mis audífonos y volviendo mi vista al libro.
Es interesante ver como se narra cuando Beth vio a una persona controlada por una de esas "almas" (con exactitud; el alma que mató a sus padres), quien tranquilamente pudo haberla asesinado, cosa que no hizo. No entiendo porque la dejó vivir, solo le dijo que en futuro le servirá de mucho, pero ¿para qué? Ahora tendré una excusa para terminarme el libro en tan solo un día, porque necesito saber cuál fue la razón por la que dejó vivir a Beth, si es que en alguna parte del libro lo dice. Tampoco entiendo porque mis padres nunca me hablaron sobre Beth o sobre los antiguos familiares. Siento que era una persona muy buena que sufrió mucho con la muerte de sus padres y la separación de su hermano. No le encuentro nada malo como para que quisieran ocultarla de mí. Tal vez tengan una buena razón, como que me lo ocultaron porque me aterreraría al ver que somos iguales, o simplemente no quisieron hablarme de ella y ya, lo cual sonaba más sensato.
