El amor implica al destino © -Trilogía (COMPLETA)

Capítulo 46

Alexia

La sangre estaba discurriendo por mis manos, mientras que todo a mi alrededor pasaba demasiado rápido, todos gritaban, todos me miraban asustados, mientras que yo solo era capaz de mirarla a ella sobre mis manos manchadas de sangre.

Jamás creí que esto pasaría, jamás lo creí. ¡Todo ha sido mi culpa! ¡Por mi culpa ella ha muerto!

Horas antes...

Escucho voces mientras permanezco donde Casandra me ha indicado, no consigo distinguir bien la voz de la otra persona, pero sé que es una mujer.

Conforme pasan los minutos, escucho pasos dirigiéndose hacia la habitación, es entonces cuando alcanzo a escuchar algo.

—No me fio de tí. -veo el pomo de la puerta moverse y me asusto.

Ahora sí he reconocido la voz, es Carol.

—¡Espera! -escucho a Casandra. -Sería muy idiota por mi parte si hubiese dejado en mi habitación a Alexia, ¿no crees?

¿Qué? No entiendo nada, pero algo me dice que será mejor que me esconda. Así que me levanto de la cama, miro a mi alrededor, y al ver el balcón y las cortinas, voy hacia allí justo cuando la puerta se abre.

Observo desde mi posición a Carol mirando la habitación. Casandra, que está detrás, me busca frunciendo el ceño de forma disimulada.

—Bien, se lo diré a él. -dice Carol y desaparecen ambas del cuarto.

¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué Carol no me ha llamado cuando se ha producido el incendio?, ¿por qué viene a buscarme al apartamento de Casandra? ¡No entiendo nada!

Al cabo de unos minutos, escucho de nuevo unos pasos venir hacia la habitación.

—¿Alexia? -esa voz es de Casandra.

Salgo de mi escondite y ella en seguida se gira hacia mí.

—Menos mal... -suspira aliviada y viene a abrazarme, pero cuando nota que no le devuelvo el abrazo, se separa y me mira confusa. -¿Pasa algo?

—No sé, dímelo tú. -inquiero molesta y cruzándome de brazos. -¿Qué hacía aquí Carol y por qué me estaba buscando? ¿Y por qué diantres no me ha llamado? Estaba preocupada, mi tienda de repente se ha incendiado, ¡y ella estaba ahí! -digo exasperada.

Aún no quiero pensar en la idea de que mi sueño se ha esfumado.

—Alexia, tienes que confiar en mí. -dice ella tomando mis manos. -Por favor, no me preguntes cosas que no puedo responder, solo... confía en mí. -su mirada me lo suplica.

—Una relación no funciona si hay secretos de por medio. -digo soltándome de sus manos. -Dime qué está pasando Casandra.

Ella pone los ojos en blanco, aparta su mirada de la mía, mira hacia un punto fijo meditando sus palabras mientras con su mano juguetea con sus labios.

Ese jugueteo me pone nerviosa y me pone cachonda.

—Deja de tocarte el maldito labio y dime qué diantres pasa. -gruño.