El amor implica al destino © -Trilogía (COMPLETA)

Capítulo 32

Durante todo el camino de vuelta Carol estuvo mirándome, yo la ignoraba mirando por la ventana mientras Paul conducía.

Aún no podía creer lo que había hecho, me sentía sucia, irreconocible, traidora, mentirosa, me daba asco a mí misma.

Cuando Paul aparcó frente a la tienda, bajamos todos y volvimos a colocar cada conjunto en su sitio, Paul era el único que animaba el ambiente, porque entre Carol y yo estaba tenso.

Yo sabía muy bien lo que implicaba esto, sabía perfectamente a lo que me arriesgaba, y aún así, mis estúpidas ganas de sentir placer me superaron.

Mientras salía de la tienda y cerraba, noté la mano de Carol sobre mi hombro y ella se aproximó a mí.

—No te sientas culpable. -murmura a mi oído. -No quiero que te arrepientas.

Me volteo frunciendole el ceño y ella me mira seria.

—Te dije que no daba más de una oportunidad. -digo firme.

—Lo sé, pero yo no fui la que se lanzó a besar. -dice cruzándose de brazos. -Te recuerdo que lo hiciste tú.

—Estás despedida. -gruño y camino hacia mi coche, pero ella me detiene tomando mi brazo.

—No es mi culpa que sea irresistible para ti. -gruñe ella. -Vamos Alexia, solo nos hemos dejado llevar, no hay nada de malo en eso.

—¿Le contarás a Paul lo que hicimos? -ella palidece. -¿No se supone que no pasa nada?

—Alexia...

—No Carol, no más Alexia, no más vernos, no más nada, esto se acabó, no quiero volver a verte pisando mi tienda. -digo soltándome de su agarre.

—Entonces le contaré a Casandra que te acostaste con su ex. -dice de pronto.

Frunzo el ceño y me volteo a mirarla, ¿cómo que su ex?

—¿De qué demonios estás hablando?

Ella sonríe pícara.

—Ya veo que ella no te ha contado. -sigue sonriendo y me empieza a molestar. -Ella y yo fuimos a la misma universidad, claro que yo no acabé la carrera de medicina porque descubrí que no era lo mío. -resopla. -Pero estuve el tiempo suficiente como para conocer a Casandra y follármela en los aseos.

Mi corazón se paralizó en ese momento. Mi mente se nubló. Mis puños se apretaron solos, y la ira hacía que me hirviera la sangre.

—Tienes que estar mintiendo, Casandra te vio y no me contó nada, ella siempre me lo cuenta todo. -digo apretando los dientes.

Juro que golpearía a Carol ahora mismo.

—Prueba a preguntarle si no me crees. -dice acomodando su chaqueta. -Que pases una buena noche, nos vemos mañana. -dice y se va tan campante.

Conduzco rápidamente a casa esperando encontrarme con Casandra nada más pisar el apartamento, mi mente no piensa en otra cosa que no sea Carol y Casandra haciéndolo y eso me duele, me duele porque ella no ha tenido la suficiente valentía como para contármelo, y que no lo haga me hace pensar muchas cosas.

Cuando pongo un pie en el apartamento, Bola viene hacia mí corriendo y se frota contra mi pierna.

Me agacho y la tomo en brazos, es tan suave...

Busco a Casandra por las habitaciones, por la cocina, el salón y todos sitios, pero no doy con ella. Supongo que aún no habrá llegado.

Decido tumbarme en la cama con Bola, apenas tengo hambre, he pasado un día lleno de emociones fuertes, y no estoy para seguir despierta, mi cuerpo no resiste más el cansancio, así que termino cerrando los ojos.