El chico ciego

Capítulo 1:

¿Porqué somos tan inútiles?... ¿Porqué no podemos ver más allá de la superficie?; decidimos ignorar el contenido de un frasco y nos dejamos llevar por la aparencia de él, y también, sucede que, hacemos lo mismo con las personas. Mi nombre es Terry Miller, soy ciego, no importa cuanto trate de imaginar como se ve el mundo, por que, yo desearía de verdad poder apreciarlo con mis propios ojos, y soy incapaz de hacerlo.

—¡El cielo es hermoso!, ¿No lo crees?.

—¡Claro que sí!.—Detesto el escuchar hablar a las personas sobre como esta el día, seguro es bello, como siempre ha de serlo, pero... Yo no puedo verlo, jamás lo podré ver. Me duele, no me conozco, no tengo idea de como me veo, el no saber de que color es mi cabello, y el como soy yo, es algo triste, lo único que se es que utilizo gafas de sol, y un bastón, pero todo lo demás es desconocido para mí.

¿Mis padres?..... Pues, no se quienes son, la única persona que se ha hecho cargo de mí es la Sra. Anne, según ella me vió en la calle y me recogió e inmediatamente supo que yo era ciego y aún así se hizo cargo de mí, la aprecio mucho, de verdad. Ella me brindó un hogar, me dió amor, y se convirtió en mi madre, la mujer más importante en mi vida es ella, no hay nadie más.

No se me dificulta nada para ser sincero, ya que he acudido a una escuela para niños con discapacidades especiales, gracias a ello puedo realizar cualquier tipo de actividad, en lo que refiero a escribir o estudiar. Sin embargo, lo que deseo es poder ver, aunque fuera al menos por un segundo, ser capaz de apreciar la belleza de este mundo, solamente, quiero eso.

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Mi nombre es Amelia Clark, soy una chica torpe, no se hacer nada, no puedo, y sí lo intento, lo hago incluso peor, empeoro todo, es la verdad.

Mis padres murieron cuando era pequeña, no tengo abuelos, ya que también fallecieron, ¿Tíos?, no me lo preguntes. La única compañía que me queda es un viejo gato llamado Aslan, mi padre me lo obsequió, recuerdo que tenía lodo por toda su cara y en su pequeña nariz. Trabajo en una cafetería a medio tiempo, lo hago para poder mantenerme, vivo en un apartamento, muy barato, fue un milagro haberlo encontrado, sino aún estaría en la calle.

Adoro cantar, me gustan los himnos más que todo, mi favorita es "Amazing Grace" me encanta ese, también disfruto de leer novelas históricas, o de terror. Aslan se mantiene junto a mí, no siento soledad, ya que supongo que nunca he tenido a alguien a mi lado, no es algo que me importe tanto, no puedo arrastrar a una persona a quedarse conmigo. Yo y mi dolor, sólo somos él y yo. Ah, también Aslan.

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Ya que soy ciego es todo un reto salir a la calle, lo odio, pero tengo que ir a la escuela, ahora estoy volviendo a casa, y la Sra. Anne tiene que trabajar. Aunque no puedo ver, tengo un agudo sentido de la audición, puedo escuchar bastante bien, y más las burlas, no pedí ser así, ¿Sabes?, nunca lo hice. En la escuela prácticamente no hablo, así es que no hay mucho que contar sobre ella.

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Nuevamente he llegado tarde, el profesor de matemáticas me ha hecho quedarme más tarde, me hizo entregar unos trabajos, ¡Le dije que tenía prisa!, ¡Pero no! ¡Simplemente empezó a ignorarme!, y ahora llueve, es lo peor. Mientras iba camino a mi trabajo pude ver a un chico con gafas de sol, que al parecer tropezó y cayó al suelo.

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Sucede que alguien acaba de golpearme e hizo que cayera al suelo, no encuentro mi bastón así que sigo tirado y, para mi mala suerte, esta lloviendo, ¡Genial!, ¡Lo que me faltaba!.

—Emmm, ¿Te encuentras bien?.—No se quien sea, pero por su voz puede que sea una chica.

—¿Me veo bien?.—Pregunto algo enojado.

—Bueno, no es que estés mal, pero, ¿te golpeaste?.

—No, no lo creo. ¿Ves mi bastón?, No lo encuentro.

—Oh, sí. ¡Lo recogí!, ¡Pensé que te pertenecía y lo levanté!.

—Muchas Gracias.

—¿Necesitas ayuda?.—Ésta chica es demasiado molesta, no necesito nada.

—No, me encuentro bien. De cualquier modo, Gracias otra vez.

—¡No es nada!.—Lentamente me aleje, apoyándome de algunos muros me dirigí hacia mi hogar e intente abrir la puerta, y por primera vez lo logré rápidamente.

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Me sorprende que este chico pueda andar por la calle y se maneje perfectamente, yo no puedo hacerlo, me perdería con facilidad.

Me parece un chico estupendo, me ha conmovido, no el ¿Porqué?, pero sí, creo que soyuna idiota. No es lástima, de eso estoy segura, ese muchacho era mucho más hábil de lo que yo podré ser jamás. El verlo me hizo darme cuenta de lo inútil que soy. ¿Quién podría amarme siendo tan estúpida y torpe?.

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Esa chica, ella podía ver, eso me molesta, pero agradezco el hecho de que me ayudara, aún así, no quiero volver a econtrarme con ella. Me doy cuenta de la maldición que tengo, no podré encontrar a alguien que me ame, o que yo la ame, pues no seré capaz de verla. ¿Quién podría amarme siendo así?, creo que...... La respuesta es obvia, nadie lo hará.

¡¡¡Gracias por Leer.....!!!