El banquete de despedida

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La señora White ya la estaba esperando.

—¡Oh,mí querida niña aquí está!

—¡Señora White que sorpresa! — dijo con ironía —. Ha pasado tanto tiempo con Luna que pensé que ya me había olvidado.

—¡Oh, por mis escarchas! ¿De qué habla? ¿A caso no la he atendido cómo siempre? — protestó la rolliza bola de nieve.

—Por supuesto  — contestó a regañadientes —. Por supuesto.

—¿Ocurre algo querida? — el agrio estado de animo de la joven no pasó desapercibido para la señora White.

Amethys se encogió de hombros,estaba irritada por culpa de Luna y se desquitó con la pobre señora White.

Tomó asiento frente a su espejo y comenzó a cepillar sus cabellos, eso siempre la relajaba y le aclaraba el pensamiento.

Mientras tanto, la señora White le contaba otra de sus tantas anécdotas,pero la señorita Lord estaba demasiado distraída en sus pensamientos.

En eso la puerta se abrió y Luna entró estrepitosamente.

—Quiere verte... No se porqué... — anunció.

Amethys se había puesto en pie nada más verla entrar.

Luna se acercó sigilosa. Tenía una mirada desafiante y peligrosa, sus ojos tenían un brillo  intenso que le daba un aspecto terrorífico, pero a la vez muy bello.

—Si le Lástimas de nuevo... —le dijo cuando pasó junto a ella — Te haré sangrar...lenta y dolorosamente...

Luna sujetaba la barbilla de Amethys y al decir esto,le hizo un pequeño corte con una larga y afilada uña que más que uña era una garra.

Amethys no pudo más que tragar saliva. Esta vez realmente la asustó.

Luna salió tan rápido como entró adelantándose a la joven.

Amethys se tomó su tiempo antes de acudir con Diamante.

(...)

—Pasa — ordenó el señor del invierno cuando Amethys llamó a la puerta.

Amethys se sentía extraña,después de todo lo pasado no sabía muy bien como comportarse frente a él.

Con Luna era fácil ya que ambas se repelían.

Pero estar a solas... Con él... Después de su desesperado arrebató en el lago... Eso era extraño.

—¿Amethys, me estas escuchando?

Diamante la miraba frustrado,le había estado hablando y  ella lo ignoraba.

—¡Perdón! — se sonrojó. No había sido su intención ignorarlo de esa manera, pero últimamente se ponía tan nerviosa en su presencia... ¡Que lo estaba haciendo de nuevo!

—¡Señorita Lord! — la llamó irritado por su falta de atención.

—Lo lamento — se disculpó de nuevo —¿Decías?

Diamante suspiró.

—La señora White dice que te aburres en este lugar,que necesitas algo en que ocuparte,así qué... Ya que Luna se va,pensé que podrías organizar un pequeño banquete.

—¡¿Se va...?! — no ocultó su entusiasmo. Casi se pone a brincar de alegría. Y a  Diamante no le pasó desapercibida su emoción.

—Es tu oportunidad...para distraerte claro...

inviernoWhere stories live. Discover now