Ƭнє Hυηт♠

Huída (parte 2)

Veo como la transformación de Kirito ha dejado a todos petrificados a excepción de Heathcliff, él es el único que permanece tranquilo, prueba de que ya lo sabia.

Aprovecho la distracción para pensar en una forma de salir de esta. Pero no hay mucho que podamos hacer.

- ¡oh Dios, cuando dijiste que era el onix, creí que estabas loca! - dice Liz nerviosa.
Intento contestarle pero mi voz es callada por el sonido de las ordenes del comandante, él no va a dar su brazo a torcer.

- ¡Dispárenles! - ordena y segundos después una lluvia de balas nos ataca.
Kirito se pone en alerta cubriendonos. De su piel empiezan a centellar pequeñas chispas moradas luego, su boca de dragón se abre y fuego sale de ésta con un potente rugido contrarrestando las balas.

Observo a los soldados huir de las llamas y a Heathcliff tomar una espada mientras se acerca a Kirito evadiendo el fuego con su escudo.
Pero antes de que tenga la oportunidad de acercársele, tomo el arma de liz sacándola de su cintura y apunto a mi antiguo tutor - ¡alejate, no te atrevas a acercarte! - digo amenazándolo con el arma. Pero él no me escucha, en su lugar blande su espada con un nuevo objetivo. Yo. Pero antes de que arremeta contra mí, Kirito se da la vuelta y usando su cola como un látigo golpea al comandante haciéndolo volar por los aires alejándolo de nosotros.

Observo asombrada la escena pero de pronto soy derribada. - ¡Asuna cuidado! - grita liz empujándome fuera de la mira de un francotirador. Por el rabillo de mi ojo capto a una persona apuntándome desde la distancia. Shino, si alguien puede matarnos desde tan lejos es ella.
Y las cosas empeoran. Veo al comandante ponerse de pie y tomar una arma de fuego para luego comenzar a dispararnos.
Liz y yo intentamos apartarnos lo mejor que podemos de las balas, pero al igual que él hay otros soldados haciendo lo mismo.

Kirito continua luchando con los soldados que se le asercan, lanzando fuego para mantenerlos a raya y a pesar de todo puedo notar que él no intenta matarlos, sólo alejarlos, otra prueba de que él no es el malo aquí.

- ¡tenemos que movernos! - le grito a Kirito esperando que me escuche y me entienda.
Él se detiene de luchar un segundo, luego aleja más soldados de él y se dispone a lanzar más fuego, esta vez lo hace de manera que crea un escudo que nos cubre protegiéndonos de los ataques, luego se agacha en el suelo. Su mirada se posa en mi e inclina su cabeza.
Me cuesta unos segundos entender a que se refiere pero luego me doy cuenta quiere que subamos a su espalda, piensa volar con nosotras.

La sola idea me aterra pero es nuestra mejor opción, no podemos ganar esta pelea, son demasiados para nosotros tres además estan armados y nosotras no, Kirito es nuestra única defensa, asi que no hay tiempo que perder.

- Liz sobre él, date prisa - le aviso a mi amiga mientras escalo sobre el cuerpo de mi dragón

- ¡estas loca!-

- tienes una idea mejor -
me subo lo mejor que puedo a su espalda observando a Liz para impulsarla a hacer lo mismo.

- ¡bien! - dice siguiéndome y poniéndose detrás de mí.

En el momento en el que nos acomodamos lo mejor que podemos Kirito despliega sus alas y da un inmenso salto haciendonos despegar del suelo, estoy apunto de caerme pero llegó sostenerme en el ultimo minuto. Escucho a Liz gritar mientras se aferra a mi con un agarre de muerte.

Kirito abre sus alas con un chasquido, sus membranas se desperezán mientras se eleva. El viento se precipita por encima de nosotras y la luz del sol nos da la bienvenida.

¡Estamos volando!, Kirito nos esta sacando de aquí. Y es realmente aterrador.
Me atrevo a ver hacia abajo y veo al comandante observarnos con odio y lanzar mas órdenes a sus soldados, alejo la mirada aliviada de saber que aun tenemos una oportunidad.