Mi profesor de Inglés. | Colton haynes | ©

Capítulo 21 / Corregido.

Levante un poco la cabeza y lo miré por el espejo.

—No, ¿por?

—Por nada. —contestó. — ¿te gusta alguien?

Me pensé unos segundos la respuesta, ¿Qué le diría? estaba confundida.

—Creo... que sí.

— ¿De dónde es? —volvió a preguntar.

— ¿Por qué tantas preguntas? —suspire. —y es de dónde yo vivía antes.

Asintió en silencio y siguió con la vista en la carretera.

— ¿Cuánto falta? —pregunté mirando por encima de su hombro.

—Mucho, pero trataré de llegar más rápido.

No dije nada y me limite a seguir observando las calles, estaba cansada ya que no había dormido en toda la noche y Logan supongo que también estaba cansado. Espero que todo salga bien y podamos recuperar a Luck.

Mi móvil sonó y lo saque enseguida.

— ¿Hola?

—Tienen dos horas... dos horas o Luck morirá. —y colgaron.

Era una voz desconocida, de un hombre ¿qué carajo estaba pasando?

— ¿Quién era? —pregunto Logan.

—Dijeron teníamos dos horas, o sí no mataran a Luck.

Logan me miró por el espejo y en un segundo aceleró y prácticamente comenzamos a volar por las calles vacías de la ciudad.

Andrew

— ¿Quién mierda es él? —pregunte mirando al muchacho que estaba atado a una silla. — ¿y él? —pregunte mirando al que estaba a su lado con manchas de sangre.

— ¿Recuerdas a Nick?—preguntó Alex. —Bueno, él es el hijo y el otro bastardo es su novio. —escupió Alex con rabia.

— ¿Y por qué mierda los tienen aquí?—dije enojado.

La verdad era que no me caía para nada bien Alex, él era la mano derecha de mi padre y él le hacia todos los trabajos sucios al hombre que se hace llamar Padre. Observé a Alex con el ceño fruncido, me paré y me puse delante de él.

— ¿Qué mierda está haciendo mi padre ahora? —pregunté enojado.

—No te puedo decir Andrew. —contestó el con una sonrisa arrogante.

—Dime Alex. —demandé. —dime ahora o no sabes de lo que soy capaz.

— ¿Tú? —Rio sin gracia. —un pobre niñito. —Enarcó una ceja. — te recuerdo que tú antes también hacías esto y eras peor.

—Tú mismo lo dijiste Alex... ANTES. —hice énfasis en esa palabra y puse mi dedo en su pecho. —Te recuerdo que tú también eres un pobre hombre. —reí y me acerqué un poco más a él. —Te recuerdo que te abandonaron y estabas en la calle. —solté seco. —No eres nadie para decirme eso.

Se quedó mirándome en silencio unos segundos y luego rio fuerte, me aleje de él y observé a los dos muchachos que estaban en el suelo, casi sin vida.

Normalmente no era de sacar en cara esas cosas tan intimas, pero este chico era cruel conmigo y siempre lo será, por eso, no tengo compasión con él.

—Andrew... te recuerdo que tú padre no te quiere, solo te utiliza para hacerle creer a los demás que son una familia feliz y así ganar dinero. —soltó Alex enfurecido.

—Bastardo. —le dije.

Me acerqué a él y mi puño rápidamente impacto con su mandíbula, sentí sonar un hueso y sonreí. Se tocó la mandíbula y se limpió la sangre que comenzaba a caer por su boca.

—Andrew, hijo mío.

Me di la vuelta encontrándome con el hombre que menos quería ver ahora.

—Retírate Alex, por favor. —dijo mí padre dándole una mirada rápida.

Alex se fue no sin antes dedicarme una mirada furiosa, sonreí y volví a mirar a mí padre.

—Sácalos de aquí. —dije refiriéndome a los chicos que estaban a un lado mío. —sácalos.

— ¿Por qué tendría que hacerte caso a ti? —mi padre enarcó una ceja y luego se sentó en el sofá de cuero.

—Se ven de mí misma edad. —dije echándoles una mirada rápida. —no seas cruel, ¿te gustaría verme en su lugar?

—Me da exactamente igual Andrew. —dijo ''mi padre'' con una sonrisa arrogante.

Algo dentro de mí se rompió, una vez más. Sentía rabia e impotencia, nadie me quería en esta maldita familia, nadie. A nadie le importaba, y eso me deprimía.

—Sácalos ahora de aquí, eres cruel. —lo miré con odio y me acerqué a él. —Ellos están sufriendo y todo por tú maldita culpa ¿qué ganas haciendo esto? Recuerda padre, Nick siempre será mejor que tú, el al menos tiene sentimientos. —lo miré y saqué un cigarrillo de mi bolsillo y lo encendí.

Mi padre me sostuvo la mirada unos segundos y luego la dirigió a los chicos.

—Nick tiene que morir, y sí con eso —apuntó a los hombres que estaban casi sin vida. —él llega hasta aquí, entonces no los liberaré.

—Tienes envidia, éstas mal, realmente mal, cada día estas más jodido. ¿Por qué querer a Nick muerto? te puedo asegurar que él no es tan cruel cómo tú.

No respondió, Salí de la pequeña habitación abandonada y me fui directo a mí 'habitación' que había dejado hace unos meses.

Inconscientemente recordé a Annie, mi pequeña.

Extrañaba a Annie, la quería, me estaba enamorando de ella y en un lapso muy corto. Quería y quiero estar con ella, se por la mierda que ha pasado y ella necesita apoyo.

No quiero dejarla, no quiero que se sienta sola. Quiero estar con ella y darle lo mejor de mí.

Había llegado esa misma mañana a Chicago, donde estaba la casa de mi padre, cuándo entre estaban todos los de su bando, Alex, su mano derecha. Esteban, él que raptaba a las mujeres y los demás.

Mi padre era realmente malo, era cruel, prostituía a las mujeres, las vendía tanto a ellas cómo a los hombres.

Y pensar que hace unos años yo... ¡Joder! no quiero pensar más en eso, me torturo día a día recordando lo estúpido que fui.

Un ruido me sacó de mis pensamientos, gritos y golpes me hicieron salir de la habitación.

Me encontré con todo destrozado y con los hombres de mí padre peleando.