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La bala roza el cabello de Dannae y penetra la pared.
Tus manos tiemblan ante la risa de ella y tus piernas enflaquecidas por el miedo te hacen sentir que no podrás permanecer parado por mucho tiempo más.

—Bravo, bravo - aplaude Dannae -pensé que no lo harías, pero aún tenías algo de valor dentro de ti, lástima que no el suficiente mi rey. Así se hace, observa.

Dannae saca una daga de una de las pequeñas cómodas junto a la cama y te la lanza con rapidez
La daga se introduce en tu vientre y por la rudeza con la que fue lanzada te hace retroceder y quedarte clavado contra la puerta.
Dejas caer el arma al suelo.
Ella se levanta de la cama y se dirige hacia ti.

—Ves mi rey, la diferencia entre ser efectivo y no serlo. Tal vez ahora sería otra historia si tu bala me hubiese impactado, pero no. Una verdadera pena, un hombre tan guapo y atractivo como tú, tan irresistible a mis ojos a punto de morir por haber sido derrotado por el miedo. Para la próxima un poco más de valentía mi rey y también astucia, aunque - sonríe - ya no habrá próxima.

Retira la daga de tu vientre, te deja caer, recoge el arma que estaba a tu costado y te da el tiro de gracia.

Lo siento, has muerto.
Regresa al capítulo 1.

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