Alguien se aclaró la garganta, sacándome de mis pensamientos, Grayson me observó con curiosidad por el retrovisor. Le fruncí el ceño y rio.

—Eres una ingrata, mientras yo te hablaba me ignorabas —Se detuvo en el semáforo y se giró a verme, sobó su pecho—, lastimas mi ego.

—Pero si te prestaba atención —Mentí.

Nick alzó la vista de su móvil para darle una palmada a su dramático amigo.

—Ella siempre hiere nuestros sentimientos —Se lamentó—. Bienvenido hermano.

—Idiotas.

Ambos rieron cuando se dieron cuenta que me habían fastidiado lo suficiente. Mis pensamientos se dirigiendo en los mellizos, en cómo reaccionarían ante la idea de su padre vivo. Ellos en cambio a Nick y a mí, no tenían sentimientos negativos contra él. Siempre les defendimos esa imagen buena de Gabriel, pues eran pequeño y no lo entendían. Nick sacudió mis hombros, arrugué la frente ante su actitud.

—Abby, ¿Te encuentras bien? De pronto estabas más pálida de lo usual.

—Solo pensaba. —Le di una sonrisa nerviosa intentando hacerle entender que me encontraba bien.

—Fingiremos que te creemos —Comentó Grayson haciéndome suspirar fuerte, se quitó los lentes señalando con la cabeza— ¿Ese es su padre?

Nick le dio una mala mirada.

—Gabriel, Grayson, Gabriel. —Señaló muy fuerte el nombre de nuestro supuesto padre, a Nick todavía le molestaba el hecho de llamarle padre, por supuesto que no lo culpaba.

—Bien, lo que digas Papito.

Miré a Grayson antes de que ambos estalláramos en unas fuertes carcajadas.

—Ja, Ja —Rio de manera sarcástica—, mira como rio de tu estúpido chiste.

Ambos reímos aún más. Era tan fácil fastidiar a Nick.

—¿Pero serás un Papito pronto? ¿No?

—Sí, pero te conozco y sé que lo dices para joder. —Abrió la puerta sin muchas ganas.

Bajamos del auto de Grayson, sabía que el reunirnos con Gabriel pondrían de mal humor a Nick. Al parecer mi hermano aún no se sentía ni un poco cómodo a su alrededor, y era algo de lo que no podía culparlo.

—Chicos —Asintió hacia nosotros, miró por sobre nuestros hombros y frunció el ceño—. Joven.

Giramos para observar a Grayson que tenía la expresión de haber visto un fantasma. Negó rápidamente con la cabeza recuperando su aspecto coqueto. Nos dio una breve mirada antes de expresar en voz baja que se iría.

Hice una nota mental de luego cuestionarlo. Aclaró su garganta, lo observamos.

—¿Están listo para hablar?

Tragué duro.

[=]

—¿Y qué se supone que haremos?

Nick rodó los ojos exasperado, claramente ya estaba fastidiado de la actitud interrogante de Bridget y Brandon.

—Si lo que piensas es que te secuestraremos y enterraremos tu cuerpo en el bosque —Lo miró por el espejo—. Pues estás en lo correcto.

Pellizqué su brazo y se quejó sobre no poder hacer una broma. Lo ignoré.

—Es época de fogatas. Marck en esta semana sale de viaje y nos deja un par de días libres, según él, a cambio de que no le demos más problemas. Así que conducimos hasta el bosque y acampamos durante 2 días, ¿No es genial? —Expliqué con entusiasmo.

El rostro de Bridget se arrugó.

—Me picarán los mosquitos.

—Bueno, no morirás por un simple piquete Brid —La riñó su hermano—, además, me parece bien. Nunca hemos acampado y creo que sería una experiencia interesante.

—Gracias Brandon.

Regresé a mi asiento, si bien estaba emocionada por estas pequeñas vacaciones, también estaba preocupada por la larga charla con Gabriel, en pocas palabras teníamos aproximadamente un mes para soltarles la noticia bomba a los mellizos sobre su padre. Recuerdo la actitud renuente de Nick afirmando que no podía obligarnos, lo que terminó con una discusión de ambas partes, en las que salía sobrando un poco mi opinión.

Gabriel tenía sus razones, aunque no eran tan malas no podía simplemente obligarnos a decirles algo tan grande a nuestros hermanos menores. Eran prácticamente nuestros hijos bebés, y era duro tener el tiempo contado para decirles la verdad.

Lo que me lleva a pensar en Grayson y su extraña actitud de aquel día. La renuente postura al decir que no sabía de lo que estaba hablando y que probablemente estaba loca. Grayson era extraño, misterioso y un idiota. Pero los mellizos habían estado desarrollando un lazo familiar especial con él en los últimos días en los que los había cuidado, algo raro, pero verdadero.

Eso explicaría por qué decidieron ir en la camioneta de Grayson, junto a Magui y Adam que habían llegado tarde, y les tocaba ir con ellos.

El auto de Nick se estacionó y al salir, pude mirar perfectamente que habíamos llegado a nuestro destino; el bosque.

El aire me estremeció, y los recuerdos me invadieron sin posibilidad de evitarlos. Estaba tan jodida.

Destrozos del alma© [ IL#1 ]Where stories live. Discover now