ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 13

Start from the beginning
                                    

El amigo de Christopher, Edward, era muy buen piloto. Según el chico de los ojos azules su amigo era bastante temerario, por eso había incursionado en esto de las carreras, entre otras cosas. Básicamente amaba los deportes extremos y siempre que podía iba tras ellos. Sonaba divertido y salvaje. En ese momento me sentía eufórica que sin pensar le comenté a Christopher que deseaba hacer algo igual de loco, donde todos mis sentidos estuvieran despiertos y fuera capaz de sentir la sangre correr a través de mis venas. Él solo sonrió.  

Faltó muy poco para que mi corazón se detuviera por completo cuando tres competidores iban demasiado juntos, tratando de rebasarse, uno de ellos era Edward. En un segundo, dos monoplazas chocaron entre sí. Algo salió volando, salió humo y un poco de fuego, pero Edward esquivó el accidente con facilidad siguiendo su propio camino. 

Me giré rápidamente a ver Christopher para saber si él también se había preocupado, pero no. Él tenía una sonrisa presumida, como si supiera que su amigo no quedaría en medio de eso. Me pregunté cómo es que él no tenía miedo después de pasar por un accidente de coche. Para el final todo se había vuelto más arriesgado y temerario. Parecía placentero.  Edward quedó en tercer lugar. Cuando todo terminó estaba tan emocionada que quería conocerlo para asegurarme de que de verdad tuviera todos los huesos en su lugar, pero Christopher dijo que me lo presentaría otro día. Llegar hasta él sería complicado, estaría rodeado de chicas y como yo no quería que Christopher también se viera rodeado, no insistí.

De regreso a Londres nos detuvimos en un restaurante, mientras comíamos nuestras hamburguesas le comenté que no me habían aprobado mi licencia de conducir por algún tecnicismo. Después de burlarse de mí como por veinte minutos y diciendo que no podía ser tan mala, se ofreció a darme algunas clases de manejo personalizadas. ¡Me dejó manejar su LaFerrari!

Me lo tomé en serio hasta que vi cómo se drenaba todo el color de su cara mientras me aventuraba por la autopista. Secretamente me divertía verlo sufrir cada vez que pisaba el acelerador y rebasaba a algún coche negándome a devolvérselo. También estaba esperando esa sensación de miedo abrumador que te hela la sangre y así obtener material para que la pesadilla de mi tragedia se formara en mi cabeza, quería experimentarlo otra vez, saber si las cosas pudieron haber sido diferentes. Estaba cansada de solo tener el recuerdo de una luz brillante y cegadora.

Quizá esa era la diferencia entre Christopher y yo ante un hecho similar, él tenía respuestas mientras yo solo preguntas. 

No obtuve nada, Christopher me hacía sentir segura.

Llegó a mis oídos una canción que jamás esperé escuchar en el coche de Christopher. Estaba tan sorprendida que no me atrevía a mirarlo, pero sentí como se encogía en su asiento. Entonces empezó el estribillo con la voz sexi de Chrarli XCX en "So Over You" y no pude más, estallé en una risa a medida que subía el volumen haciendo que nuestros oídos dolieran.

—¡Ten cuidado! —gritó Christopher cuando esquivé otro coche. Como respuesta, canté la letra a todo pulmón y por primera vez le presté atención, había una parte que me llegaba al corazón, estrujándolo con un recuerdo.  Oh, sí chica, rómpeme tú también—. Vamos, baja la velocidad —repitió Christopher y lo hice.

«...secrets kinda suck to burn...»

— ¿No vas a inventar alguna historia de por qué esa esa canción está en tu repertorio?

Paso los dedos por su pelo y elevó ambas cejas.

—Te habrás dado cuenta que no es el tipo de música que suelo escuchar, pero esa canción me gusta. No voy a negarlo.

«...My tears, they cried...»

Me gustaba que no se avergonzara con sus gustos culposos.

—Entonces cuéntame otro secreto sucio.

ꜱᴇᴄᴜᴇʟᴀꜱ ᴅᴇ ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ || #1Where stories live. Discover now