Una Caja Musical me Llevo a Ti

Capítulo Nº 20

Se preguntaba si Becky ya había Hablado con alguien acerca de su problema, pero descartó la idea de inmediato. La chica no haría eso, ella le había guardo sus secretos y éste era uno de ellos. Lauren se preguntaba lo que diría o haría si se enterara Camila. Podría ser repelida por su obsesión con ella? ¿Estaría feliz de que ella valorara su relación? ¿Además, Camila sentiría lo mismo? Sólo iba pensando en la castaña e intercambiando esos sentimientos, no importaba cuánto pasara por esa cabecita pues solo pensaba en Camila.

Empezó a imaginar lo que harían, qué podían hacer si Camila sintiera lo mismo por ella. Estos pensamientos ayudaban a Lauren a no sentir el calor insoportable que hacía dentro del carruaje que la llevaba a su destino.

Camila jugaba distraídamente con las cortinas de la habitación de Becky, esta había ido abajo en anticipación de su huésped, Lauren.

Camila ya la esperaba con impaciencia. No le había visto durante mucho tiempo y ya echaba de menos su compañía. Dándole vueltas a las cortinas de terciopelo azul oscuro, saltó sobre sus pies rápidamente cuando vio a Austin afuera de la ventana golpear.

- Austin! -Exclamó, abriendo la ventana. Austin trepó en un segundo - Simplemente no puedes venir a visitarme así! Esta es la habitación de mi patrona Becky, no la mía.

- No te preocupes. La vi abajo y supe que estabas sola - respondió el chico poniendo ambas manos en la cintura de la castaña. Camila se sonrojó y lo empujó.

- Ella podría volver en cualquier momento - Camila anunció.

- Entonces debemos hacerlo con cuidado - Austin murmuró en su oído. Su aliento le pico la piel y se estremeció.

- Realmente no deberías estar haciendo esto tan a menudo - Camila, dijo - Sobre todo cuando la señorita Lauren estará de visita hoy.

- Rara vez me necesitan. El Duque está en algunos negocios con el Rey y el Príncipe, y está haciendo demasiado calor para montar. No estoy haciendo nada últimamente - Austin, explicó - ¿Qué mejor momento para visitarte?

- ¿Y Boris? Camila preguntó.

- Finalmente encontró una mujer para pegarle así que no te preocupes - respondió - Y ahora, ¿dónde estábamos? - preguntó, tomando nuevamente a Camila por la cintura. Sonrió frente a sus labios recordando la manera como la había besado... Era tan amable y gentil y él la visitaba tan a menudo que tenía que recordarse a sí misma su reputación. Ese era el mismo niño que había cortejado a Katia una vez y aquellas palabras las había guardado en su mente: " Tiene un cierto encanto. Te seduce y no cede hasta que te tiene" Austin se apartó un poco.

- Pareces tensa. ¿Todo bien? - Preguntó. Camila lo miró.

- Soy una de esas chicas de servicio con quién andas hasta que te aburres? - Ella preguntó. Las manos de Austin cayeron a un lado. Se mordió el labio y miró hacia abajo. Camila se cruzó de brazos - Lo soy, ¿no?.

- No - Insistió Austin - No, en realidad eres especial para mí - Él respondió. Los latidos del corazón de la castaña sonaban fuertes contra su pecho. Cómo así? Se preguntó. Como si pudiera oír sus pensamientos, rascó su cabeza y siguió - Me llamaste la atención el primer día que te vi, ¿te acuerdas de ese día? - Preguntó.

- Sí. Rompiste tu brazo.

- Nunca sanó bien - Él dijo tocándolo - Pero me llamaste la atención. Tenías tal determinación y un valor muy temerario. Me sentí atraído por ti. Has sido mi amiga durante tanto tiempo...

- Fuiste el mío también - Camila respondió, tocando sus manos. Le sonrió. Habían sido amigos desde que habían hablado la primera vez. Nunca la trató de la misma manera en que trató a las otras mujeres. Era más amable con ella que con las demás. Tal vez sólo era algo natural por su relación y como se desarrollaba la misma.
Le gustaba bastante, era guapo y fuerte y tenía una forma de hacer que su corazón latiera más rápido. Deseaba confiar en él y que no le partiera el corazón como a las demás, pero había visto a demasiadas otras chicas de servicio enamorarse de él y salir lastimadas.