Diego no pudo dormir bien esa noche, por una parte tuvo que darse una ducha bien fría para poder bajar lo que le provocaba el cuerpo perfecto de Roberta, y por otra... no podía creer lo que le había pasado. Había sido un día duro: verla, saber de su accidente, tener que volver a empezar con ella... pero lo tomaba como otra oportunidad que le daba el destino, y no pensaba desaprovecharla.
Habían pasado una tarde estupenda... recordando momentos... pero sobretodo juntos... eso había sido lo mejor sin duda. Se durmió recordando el último beso, tan lleno de amor y pasión... Mañana sería un nuevo día, y se propuso reconquistarla poco a poco e ir ganándose su confianza, enmendar los errores del pasado.
Roberta por su parte tampoco pudo dormir bien, se sentía un poco culpable por no haberle dicho a Diego que ya lo recordaba... ya recordaba todo el amor que sentía por él.... todas esas peleas que tuvieron en el Elite... los celos que se daban mutuamente... y recordó lo últimos meses que habían pasado juntos... "No, eso no quiero recordarlo, fui una tonta. No quiero volver a separarme de ti Diego... no puedo. Debo decírtelo... pero más adelante."
Mia llegó mucho más tarde al depa. Cuando llegó encontró a Roberta sentada en su cama con la mirada perdida y una sonrisita en los labios.
Mia: Qué tienes tú, eh? -riéndose, imaginaba qué, o mejor dicho, quién la tenía así.
Roberta: Miiaaa... sabes bien qué me pasa... bueno, quién me pasa! jaja -Mia la miró feliz- Yaaa no me mires así... Es que Diego es tan... tan lindo.
Mia: Pero... como, a ver, recordaste??
Roberta: Bueno... este... Mia quiero contarte algo pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie, al menos por ahora, sí?
Mia: Claro, tonta
Roberta: Pues... es que... sí, recordé todo... Diego me besó y en ese momento sentí... sentí como si nada hubiese cambiado, como si me hubiesen devuelto a mi mundo y ya todo pudiese funcionar bien...
Mia: Ayyy Roberta, qué feliz me haces! Recordaste!! -y la abrazó- Bueno y Diego, qué dijo? Se debió poner como loco de contento no!? -no podía parar de sonreír, después de todo lo que habían pasado, ese par podría ser feliz de nuevo.
Roberta: Pues es que... por eso te pedí que no le dijeras a nadie...
Mia: Como? No entiendo
Roberta: Yo... no le dije nada -cerró los ojos esperando la reprimenda de Mia, pero ésta no llegaba, entreabrió los ojos y vio a su hermana mirándola fijamente- Qué... ya dime algo.
Mia: Roberta no sé, tú sabrás qué haces... pero Diego tiene derecho a saberlo. Sabes lo feliz que le harías? Y más teniendo en cuenta que quieres estar con él.... Porque... quieres estar con él no?
Roberta: Claro.. Me di cuenta de todos mis errores, lo mal que lo pasé cuando llegué a NY... Tú bien sabes eso.
Mia: Por eso, porque lo sé. Porque no le das una oportunidad? Díselo. Llámale y díselo. YA!
Roberta: Estás loca? Ve que hora es! Debe estar durmiendo
Mia: soñando contigo...
Roberta: -se sonrojó- equis... Además, mañana vendrá a buscarme por la mañana y saldremos -dijo feliz.
Mia Pero no vas a venir con mi gatito y conmigoooo!??
Roberta: Obvio no Miita.... Primero porque yo no quiero ser un estorbo para uds y además con todo el tiempo que llevan sin verse andan medio calenturientos jajaja -Mia s sonrojó pero también se rió- y bueno... también porque quiero estar con Diego...
Mia: Bueno... entiendo. Pero mañana le dices eh? No más quieeeroooooo!!! -las dos estallaron en risas al recordar a Alicia siempre que les advertía de algo.
Roberta: jajaja Ay Mia... mejor durmamos sí?...
El día amaneció lluvioso, por eso Mia y Miguel prefirieron dejar el paseo para otro día y quedarse en casa. Roberta, por su parte, impaciente, se había despertado muy pronto. Quería arreglarse, quería estar perfecta... para él. Sabía bien qué ponerse para volver loco a Diego con tan sólo mirarla. Encontró en su armario una de las minifaldas que el mismo Diego le regaló y se la puso, junto a una camiseta ajustada y unos tacones ligeramente elevados.
Estuvo lista a las 9'30 y daba vueltas por la sala. En un momento que Miguel fue a por unas películas, Mia aprovechó para decirle:
Mia: Roberta estáte quieta, quieres?
Roberta: No llega, Mia, no llega! Seguro se encontró con alguna vieja y se olvidó de que quedamos -se notaban los celos en su voz, pero también un deje de tristeza y decepción.
Mia: Ya Roberta! Para! -cogiéndola del brazo- Habéis quedado para dentro de media hora, además tú seguro le dijiste que era muy pronto, que querias dormir... blablabla!
Roberta: Bueno pues sí, pero eso no quiere decir que pueda llegar tarde... -pero el timbre la interrumpió antes de que Mia le repetiese que Diego no llegaba tarde y que era una impaciente- yo voy!... no, ves tú Mia.... o mejor yo?.... ya abre Mia!!
Mia: -la miró incrédula. Qué rápido había vuelto a ser la Roberta de siempre. Con este pensamiento se dirigió feliz hacia la puerta y abrió- Ya veo que no me libraré de ti en mucho tiempo...!
*** Así recibes a la gente, Mia? Recuérdame que no vuelva -e hizo un amago de irse.
