Capítulo 53

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Lali

Estábamos llegando al hotel con una maleta más pequeña que yo literalmente y ropa de playa. Entramos de la mano a la recepción y Peter con el italiano que había aprendido los últimos meses, habló.

Hola, ¿tienen disponible una habitación para dos? preguntó Peter

Claro, tenemos disponible la superior, que da vista hacia la ciudad

, esa está bien Peter no dejó terminar a la señorita y le dio una tarjeta

Pueden hacer uso de todas las instalaciones, la comida y cena se sirven en la terraza ultimó piso nos explicaba la señorita

– ¡Grazie! gritaba Peter mientras tomaba nuestras maletas y nos dirigíamos a la habitación

Cuando abrimos la puerta, los dos estábamos sorprendidos. Parecía un cuento de hadas, de una habitación bastante grande, una cama King Size, muy luminosa, una pequeña mesa de té, tenía un pequeño bar también y la ventana se convertía en un balcón que tenía la mejor vista de todas.
Dejamos nuestras cosas y nos tiramos a la cama como nenes. Yo estaba boca arriba viendo hacia el techo y Peter se acomodó sobre su brazo izquierdo viéndome.

– Esto es una locura – solté

– Lo sé pero teníamos que hacerlo – podía saber que estaba sonriendo sin mirarlo

– ¿No crees que es mucho para un fin de semana? Li-te-ral un fin de semana...– estaba recalcando esa palabra porque eran las seis de la tarde y nos volábamos de nuevo a la noche del día siguiente.

– Es poco para estar aquí pero de eso se trata mi amor – me decía cuando volteé a verlo – Ahora vamos que se nos acaba el día. Quiero recorrer lo más que podamos – le hice puchero – Y...si no eres tan flojita como últimamente podemos ir de compras – me salió una sonrisa enorme y me lancé sobre él – Porque sé que vos estas muriéndote por ir de compras en esta ciudad, aunque lo hayas hecho miles de veces

– Cómo me conocés, Lanzani – le di un beso aún encima de él

– Viste, ahora que estamos casados hasta la eternidad. Tengo que saber hasta el mínimo detalle de vos. – me sonrió con esa cara canchera que tenía – ¡Ahora, arriba! Vamos que tenemos poco tiempo

– ¿Me puedo dar una ducha rápida? – le sonreí como nena y poniendo mis manos de súplica

– Na nai na nai. No hay tiempo, vamos así y después podemos venir a arreglarnos para ir a cenar – me decía casi saliéndose de la habitación

– Que Justina sonaste – reí y él también lo hizo.

Me tendió su mano y por supuesto que se la tomé. Antes de salir del cuarto, agarré mi bolso y nos fuimos.
Subimos a la terraza del hotel que nos habían dicho y era espectacular, se veía todo, literalmente todo. Aún había bastante sol y eso me encantaba porque anochecía muy tarde. Saqué mi teléfono y tomé una foto para subirla a Instagram, aprovechando que teníamos internet.

@lalioficial: En algún lugar ☀️🌻🌼 con mi amor 💚 @juanpe.lanzani (foto en mi instagram @valeglaliterok)

Aprovechamos para turistear y pasear por las calles. Y cómo Peter lo prometió, me llevó de compras sin excederme tanto como suelo hacer pero sí compré varios outfits para este viaje.
Íbamos camino al hotel y ya estaba el atardecer.

– Amor, vamos a dejar las bolsas de las compras, nos duchamos y salimos a cenar, ¿no? – me decía Peter mientras cargaba otras bolsas más

– Sí amor, quiero ir a la fuente – le dije sonriendo

No Es ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora