¿Enamorado?

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Me desperté a las 4:00am podía sentir su respiración justo en mi cuello, me acomode a modo que mi cara quedara frente a la suya, pequeños ronquidos salían de su diminuta boca y no pude evitar quedarme unos minutos viendo su hermoso rostro.

     —Verónica, sé qué me estás viendo—dijo aun con los ojos cerrados.

No pude evitar reír ante su comentario y cómo era de esperarse me he vuelto a ruborizar frente a él.

     —Bonita—dijo viendo la hora en su celular—aún es muy temprano, vuelve a dormir.

—Claro—dije soltando un suspiro.

Me acomode dándole la espalda. Pude sentir cuando puso un brazo alrededor de mi cintura y me acercó más hacia él, abrazandome, mientras daba un pequeño beso en mi mejilla. De inmediato mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, temía que él fuera a escuchar los acelerados latidos que esbozaba mi corazón agitado por su presencia.

Cuando por fin pude calmarme sostuve su mano y la entrelacé con la mía, él tan solo apretó mi mano aún más fuerte. Luego de eso me quedé dormida una vez más.

Volví a despertarme a las 5:30am en verdad no podía dormir; al despertar estaba frente a Alan y pude escuchar cuando dijo:

     —¿Vero, estás despierta?

Cuando lo escuché decir eso actúe haciéndome la dormida y él comenzó a decir:
     —¿Vero?, ¿Vero?—mientras decía mi nombre movía suavemente mi hombro.

Opté por hacerme la dormida para escuchar lo que él decía.

     —Bueno, te dejaré descansar un momento más.—dijo dando un beso en mi frente y abrazandome de nuevo.

No puedo creer que esto esté pasando, es que mi corazón se acelera con tan sólo pensar: ¿Alan también está enamorado de mi? Se me eriza la piel de tan sólo pensarlo y es que, en verdad me enamoré de él, y no es únicamente atracción física, no, no es sólo eso, me he enamorado de su loca personalidad, de su hermosa forma de hablar, de la manera en la que piensa, de su forma tan única de expresarse, y sólo con escuchar su voz me siento maravillosa. Nuevamente volví a quedarme dormida.

Eran las 7:00am y Alan seguía abrazandome mientras dormía, yo aun con los ojos cerrados traté de dormir pero me despertó su voz diciendo:
     —¿Verónica, estas dormida?

Opté por no contestar y hacerme la dormida una vez más.
     —Claro, una vez más te dejaré dormir... Si supieras lo hermosa que te ves—dijo acariciando un mechón de mi cabello y soltando un suspiro—quisiera que supieras lo mucho que me gustas Verónica... Pero cada vez que trato de decírtelo me acobardó y me quedo callado, ¡soy un estúpido! Espero que no estés escuchando, y si lo haces lo admito y te lo confieso, estoy enamorado de ti, Verónica...

¿¡Pero que!?, ¡Esto no puede estar pasando!, ¿es real lo que acaba de decir?, ¿acaso fue sólo  un sueño? Alan está enamorado de mi, fue lo que creí escuchar pero... ¿Y si fue un sueño?

Dejé de pensar en todo y me atreví a decir:
     —¿Qué dijiste Alan?

—Y–y–yo, creí que no estabas escuchando—dijo con la voz totalmente temblorosa.

—No estaba totalmente dormida—dije tratando de calmarlo—entonces, ¿qué dijiste?

—Pues—soltó un suspiro—dije que...

—¿Qué?

—Pues que...

—Verónica—tocó la puerta, era mamá.

—¡Rápido Alan escondete, mamá no puede saber que dormiste en mi habitación!

—Ya me voy y recuerda que hoy me disculparé con tú mamá.

—Claro Alan,—dije abrazándolo—adiós.

—Una cosa más, linda—dijo sosteniendo mi cintura.

—¿Si?

—Perdoname por lo que haré.

—¿De qué habl...

No habría imaginado lo que hizo, y es que lo último que hubiera pasado por mi mente era que Alan me besaría, así es Alan él chico del que he estado enamorada desde hace tanto tiempo me besó ¡Alan me besó! Aun no lo creo, pero fue una sensación muy gratificante el sentir sus labios rozando los mios. Fue un momento único y totalmente tierno, mi corazón latía a mil por segundo.

     —Adios linda—dijo saliendo por la ventana y guiñando un ojo.

No pude contestar, me quedé sonriendo como una estúpida enamorada hasta que recordé que mamá estaba tras la puerta. Traté de calmarme y finalmente abrí la puerta:

     —¿Si, mamá?

—Buenos días hija, venia por la bufanda que te presté el otro día.

—Claro mamá, dejame buscarla—abrí el armario y luego de revisar unas cuantas prendas encontré la bufanda—aquí tienes mamá.

—Gracias Vero.

—¿Vas a salir mamá?

—Si hija, iré con unas amigas del trabajo a almorzar ya que hoy es día libre.

—Que bien.

—Y te aviso que me llevaré a Jack.

—¿Entonces me quedaré sola en casa?

—Si amor.

—Muy bien—dije sonriendo.

—Entonces baja a desayunar—dijo mamá saliendo de mi habitación. Acto seguido cerré la puerta.

Fui directo a ducharme y a cepillar mis dientes mientras pensaba en ese tierno beso que recibí de Alan, aun sigo perpleja y cada vez que lo recuerdo sonrió como una tonta.

Luego de ducharme baje a desayunar y recordé que hoy es mi ultimo día de descanso y que  mañana será mi primer día en la universidad, al recordar eso me pongo muy ansiosa pero espero que todo salga bien.

Cuando terminé de desayunar fui a la sala a ver televisión junto a Jack y no me percaté de que el timbre de la puerta había sonado, de pronto recordé que hoy Alan, iba a disculparse con mamá.

Mamá abrió la puerta y lo único que escuché fue:

     —Buenos días Señora Jones.

 

Mi Espíritu Gemelo~ (En Pausa Indefinida) Where stories live. Discover now